Lagun
Mar¨ªa Teresa Castells, Ignacio Latierro y Jos¨¦ Ram¨®n Rekalde re¨²nen todas las caracter¨ªsticas exigibles en un casting de h¨¦roes
Lagunen euskera quiere decir amigo. Durante m¨¢s de medio siglo, los donostiarras de bien, que son muchos y en demasiadas ocasiones heroicos, han tenido un amigo en forma de librer¨ªa que se llamaba y se llama as¨ª: Lagun. Una buena librer¨ªa a la que yo acud¨ªa siempre cuando me pod¨ªa mover y me acercaba a Donostia, una ciudad llena de buenas vistas, comidas inmejorables y con la mejor playa urbana que nadie haya podido pensar.
Ahora, Donostia, unos a?os tarde y, sobre todo, muchos muertos tarde, vuelve a ser uno de esos sitios en los que a uno le gustar¨ªa vivir. Gracias en gran parte a los fundadores de Lagun, Mar¨ªa Teresa Castells e Ignacio Latierro, con la perenne complicidad de Jos¨¦ Ram¨®n Recalde. Entre los tres personajes re¨²nen todas las caracter¨ªsticas exigibles en un casting de h¨¦roes. Han soportado los ataques virulentos del franquismo, los de la extrema derecha, los de los fascistas abertzales, los de ETA y, ahora, lo que es m¨¢s llevadero, los del mercado.
Jos¨¦ Mar¨ªa Izquierdo y Luis Rodr¨ªguez Aizpeolea han hecho de toda esa peripecia de medio siglo lleno de historias repletas de razones para sentir el miedo que puede paralizar, una sola historia de amor a la cultura y amor a Euskadi. La que protagonizaron Mar¨ªa Teresa, Ignacio y Jos¨¦ Ram¨®n. Y Bel¨¦n Verdugo ha sobrevivido a tan poderosos guionistas, que no era f¨¢cil.
Han hecho entre todos un documental que es un canto a la libertad, en blanco y negro, cuando as¨ª eran las cosas. Y en color ahora, cuando el Pa¨ªs Vasco puede empezar a recordar con buenas vibraciones a todos esos vecinos que dedicaron gran parte de su vida, sin duda sus mejores a?os, a una apuesta de futuro que, entonces, parec¨ªa imposible de alcanzar.
A veces se hace dif¨ªcil explicar lo del relato. Pues este es el relato, que nos ense?a a algunos de las mujeres y hombres que han conseguido que Euskadi sea hoy un pa¨ªs donde ir a una librer¨ªa no exija al cliente tomar aire tres veces antes de entrar, ni a sus propietarios tomar pastillas para dormir para no pensar en el pr¨®ximo atentado con c¨®cteles molotov.
La libertad y la democracia solo pueden venir de quienes las aman. Los de Lagun eran de esos. A los que todos, y no solo los vascos, les debemos tanto.
A m¨ª me ha sobrecogido. A Cayetana no le preguntamos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.