El poder no necesita explicaciones
El Gobierno ha asumido una visi¨®n c¨ªnica y, al mismo tiempo, efectiva de la gobernanza
Pedro S¨¢nchez lleg¨® al poder en 2018 gracias a una moci¨®n de censura. Fue, en cierto modo, un triunfo de la rendici¨®n de cuentas. El Congreso cumpli¨® su funci¨®n de fiscalizaci¨®n del Gobierno y ech¨® a un presidente de su cargo. Si durante d¨¦cadas el turnismo hab¨ªa sido una especie de fen¨®meno natural, esta vez el cambio de Gobierno se produjo gracias a un parlamentarismo bien engrasado. El Congreso no solo tiene una funci¨®n legislativa.
El nuevo presidente surgido tras la votaci¨®n sab¨ªa que el equilibrio entre las fuerzas a favor de la moci¨®n era muy d¨¦bil. Por eso actu¨® como si tuviera m¨¢s poder del que ten¨ªa (ah¨ª est¨¢n las palabras de Adriana Lastra tras la moci¨®n: ¡°Tenemos 84 diputados que valen por 176¡±). La rendici¨®n de cuentas, el control y la fiscalizaci¨®n que le ayudaron a llegar al poder se convirtieron en obst¨¢culos ex¨®ticos que impedir¨ªan la buena gobernanza. El Gobierno bati¨® r¨¦cords en el uso de decretos leyes.
S¨¢nchez sab¨ªa desde el principio que la rendici¨®n de cuentas cl¨¢sica, la tradicional fiscalizaci¨®n del poder, est¨¢ pasada de moda. Es una idea anticuada, de un liberalismo decimon¨®nico. Lo contempor¨¢neo es el decisionismo y la voluntad pol¨ªtica combinados con la guerra cultural psicol¨®gica. Despu¨¦s de dos elecciones y tras la formaci¨®n de un gobierno de coalici¨®n, esta deriva se ha acelerado. El gobierno ha nombrado como fiscal general a una exministra que ha hecho campa?a por el PSOE. En su comparecencia en el Congreso dijo que el ¡°trabajo en el ministerio ha sido un factor que ha enriquecido mi perfil, d¨¢ndome una visi¨®n general del sistema de Justicia¡±. Tambi¨¦n pidi¨® que no se ¡°estigmatice la pol¨ªtica¡±, cuando son las puertas giratorias entre el ejecutivo y el judicial las que estigmatizan la pol¨ªtica.
El presidente de Efe, Fernando Garea, nombrado por el Gobierno en 2108, ha sido destituido. En su despedida?afirm¨® de manera poco ambigua que ¡°una agencia p¨²blica de noticias no es una agencia del Gobierno¡±. El responsable de su despido, el secretario de Estado de comunicaci¨®n Miguel ?ngel Oliver, antiguo presentador de telediario (hace meses acus¨® a los periodistas de ser ¡°activistas¡± y de tener una ¡°tendencia enfermiza¡± a preguntar) depende de Iv¨¢n Redondo, el plenipotenciario jefe de gabinete de S¨¢nchez, convertido en una especie de vicepresidente sin control parlamentario. El Gobierno ha asumido una visi¨®n c¨ªnica y, al mismo tiempo, efectiva de la gobernanza: el poder no debe explicarse. El poder se explica ejerci¨¦ndose. La rendici¨®n de cuentas, las ruedas de prensa sin preguntas, la falta de independencia de agencias oficiales de noticias y de la fiscal¨ªa, el poder sin control democr¨¢tico de Redondo solo interesan a los periodistas y a los tuiteros que siguen la pol¨ªtica como si fuera una serie. Asumiendo esta realidad, el Gobierno tiene todos los incentivos para seguir coqueteando con el iliberalismo, que sale m¨¢s barato que el liberalismo.
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