El peor problema de Espa?a es la derecha

El c¨®nclave de Vox ha consagrado una candidatura ¨²nica, un l¨ªder ¨²nico, y un ¨²nico discurso de la rabia: contra el Gobierno, al que ya califica de ¡°criminal¡±, y contra las feministas, a las que reputa de ¡°locas de odio¡±. Todo ello en un acto presidido por la censura, al que impide acceder ¡ªe insulta¡ª a periodistas y peri¨®dicos. Ampar¨¢ndose torticeramente en que la naturaleza de un partido es en exclusiva privada. Cuando su funci¨®n est¨¢ constitucionalizada. Y legislada, y reglamentada, hasta el punto de que su cuenta de resultados positiva para 2019 se debi¨® a que las subvenciones p¨²blicas recibidas ascendieron a casi 10 millones de euros.

El candidato cr¨ªtico a quien se impidi¨® concursar por el liderazgo, Carmelo Gonz¨¢lez, anunci¨® que acudir¨ªa a los tribunales, porque la direcci¨®n emple¨® ¡°t¨¢cticas mafiosas¡±: incumplimiento de plazos; corrupci¨®n, al figurar una candidata del equipo de Santiago Abascal en el comit¨¦ electoral; negaci¨®n de informar a su candidatura; secreto sobre las cifras de votos previos; amenazas a quienes le apoyasen. Veremos qu¨¦ dicen los jueces.

Siendo todo eso preocupante, no es lo m¨¢s grave. Lo peor es que este partido tiene cautiva a la que deber¨ªa ser la derecha democr¨¢tica del pa¨ªs, el PP. No se escuchan cr¨ªticas de Pablo Casado a estos sujetos, salvo el lamento de que a¨²n no est¨¦n integrados en su formaci¨®n.

Al contrario, Vox es el apoyo, el aliado en gobiernos y el hermano de sangre de la actual direcci¨®n del PP, seg¨²n el dise?o de Josemari Aznar: la contrafigura ultra de la canciller Merkel, que en vez de aliarse con Alternativa para Alemania, facilita en Turingia la investidura del l¨ªder de Die Linke, un partido con izquierdistas y prosovi¨¦ticos, lo que no oscurece su DNI democristiano. Alguna rencilla menor con Vox sirve solo para distraer la atenci¨®n sobre su unidad de destino en lo universal.

De todos los problemas de Espa?a, el peor est¨¢ en la derecha, porque evoluciona mal. Este pa¨ªs afronta un elenco de enredos viscosos, de dif¨ªcil soluci¨®n. Uno es el territorial, con la cuesti¨®n catalana a la cabeza: pero ha entrado en una fase, aunque confusa, de cierta desinflamaci¨®n. Otro es el desempleo, que disminuye, aunque sea a menor velocidad. Y el tercero es todav¨ªa solo una gran amenaza, el coronavirus y su impacto econ¨®mico eventualmente recesivo. El peor est¨¢ en el t¨¢ndem PP-Vox, Casado-Abascal, porque agrava esos asuntos. Y bloquea las instituciones, encona las divisiones, tensa a la sociedad.