Nuestro poder ante el virus
Covid-19 nos ha devuelto una parte de nuestra humanidad, que es la que viene con esa vulnerabilidad olvidada
El aire se siente un tanto extra?o, como si viniera de un tiempo que ya asum¨ªamos superado. Un tiempo en el que las vidas de todos, el bienestar y la convivencia eran un poco m¨¢s fr¨¢giles. El virus nos ha devuelto una parte de nuestra humanidad, que es la que viene con esa vulnerabilidad olvidada.
?Qu¨¦ hacemos con ella? ?C¨®mo la manejamos en este ambiente cada d¨ªa m¨¢s enrarecido? Aqu¨ª va una propuesta: imagina un peque?o n¨²mero en la cabeza de cada persona. Esa cifra representa su riesgo de morir por Covid-19. No hace falta que sea exacto. Puede incluso ser un sem¨¢foro: verde si es casi nulo (apenas afecta gravemente a los ni?os, de momento), amarillo si es bajo pero no cero (la tasa de mortalidad estimada entre personas sanas menores de 50 o 60 a?os es peque?a, pero aparentemente mayor a la de la gripe), rojo si es comparativamente elevado (personas mayores o con problemas graves de salud). Piensa que ese indicador tambi¨¦n sirve para medir el peligro que corre esa persona si en un momento dado colapsa el sistema de salud porque el incremento de casos provocados por el nuevo coronavirus no puede ser asumido con los recursos disponibles.
Esa se?al en la frente de cada uno de nosotros sirve para que entendamos no s¨®lo nuestra vulnerabilidad: tambi¨¦n nuestro poder, y la responsabilidad que conlleva con respecto al resto de la sociedad, sobre todo hacia sus segmentos m¨¢s expuestos. Cada persona tiene la capacidad de hacer bajar un poquito esa cifra, de volver amarillos o verdes m¨¢s sem¨¢foros, si act¨²a conforme a las recomendaciones epidemiol¨®gicas: lav¨¦monos las manos, no nos toquemos de m¨¢s ni a nosotros ni entre nosotros, evitemos aglomeraciones, qued¨¦monos en casa si podemos (sobre todo si estamos enfermos), ofrezcamos una mano a los vecinos que lo puedan necesitar. Esa misma responsabilidad la tiene (m¨¢s a¨²n) cada individuo o instituci¨®n que pueda tomar decisiones que ayuden a implantar este tipo de comportamientos: Gobiernos, y tambi¨¦n empresas, universidades, colegios, fundaciones, clubs, grupos de m¨²sica, bares.
Aprovechemos la revelaci¨®n s¨²bita de esa vulnerabilidad individual y colectiva, que l¨®gicamente nos asusta, para acercarnos un poco m¨¢s. En definitiva: tratemos de reducir el riesgo de los dem¨¢s, no s¨®lo el nuestro, porque esa ser¨¢ la ¨²nica forma en la que conseguiremos que la fragilidad de todos baje un poquito cada d¨ªa. @jorgegalindo
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