Muy fr¨¢giles y vulnerables

En esta era de la tecnolog¨ªa y el automatismo, se te queda cara de idiota cuando vas a coger el coche, como me ha pasado a m¨ª, y ese acto mec¨¢nico, nunca mejor dicho, se convierte en paralizaci¨®n y oscuridad; no funciona la apertura a distancia de las puertas y tienes que recurrir a una llave supletoria. Todo es tiniebla dentro del veh¨ªculo; intentas arrancar, no se enciende ni la m¨¢s m¨ªnima luz, no sabes qu¨¦ hacer; bueno, s¨ª, lo de siempre, llamas al seguro, viene la gr¨²a, te reanima la bater¨ªa¡­ al taller a buscar soluci¨®n a tanta tiniebla. Hay momentos en estos tiempos tan avanzados y pagados de s¨ª mismos en que moment¨¢neamente volvemos a la era de las cavernas. Es como un imprescindible aviso a caminantes, es decir, que todo se puede quebrar y romper, m¨¢quinas, cosas y vidas. Y el coronavirus recorriendo el mundo a sus anchas, sembrando confusi¨®n y miedo por todas partes; tambi¨¦n impotencia al comprobar que, a pesar de tantos avances m¨¦dicos y cient¨ªficos, somos muy vulnerables y fr¨¢giles. Algo es algo, pero no lo suficiente como para que no seamos conscientes, como sucede muchas veces, de que no somos inmortales y que todo es perecedero.

Jos¨¦ Fuentes Miranda. Badajoz