La arquitectura que hay en una s¨¢bana

Una tela produce intimidad instant¨¢nea vistiendo a una persona, cubriendo un cad¨¢ver, tapando a quien duerme o construyendo un espacio. Cuando el 11 de marzo de 2011 un terremoto, seguido por un tsunami, provoc¨® una fuga en la central nuclear de Fukushima, en la costa norte de Jap¨®n, 1.200 personas perdieron la vida y 140.000 tuvieron que ser realojadas. El arquitecto Shigeru Ban ¨Cque ya hab¨ªa desarrollado una inusitada capacidad de reacci¨®n ante emergencias trabajando tras terremotos en Turqu¨ªa, Kobe o Fukuoka¨C lleg¨® hasta Fukushima y vio a los desalojados sentados en canchas de baloncesto. No ten¨ªan nada. Llegaban colchones, ropa, agua y comida. Y Ban pidi¨® poder construir biombos con s¨¢banas para ofrecerles intimidad. Esas personas iban a pasar semanas en ese refugio, cuanto antes pudieran ofrecerles un rinc¨®n propio en un cub¨ªculo de tela antes dejar¨ªan atr¨¢s su sensaci¨®n de p¨¦rdida y comenzar¨ªan a disfrutar de su supervivencia. Las s¨¢banas hicieron ese milagro.

Las im¨¢genes de la Feria de Madrid (Ifema), con pabellones dispuestos a acoger hasta a 5.000 enfermos, hacen pensar en esas s¨¢banas. De momento, la emergencia es de tal calibre que solo hay distancia entre las camas equipadas con una bombona de ox¨ªgeno. No parece haber lugar para intimidad y puede que hasta sea necesario un espacio abierto para acelerar los cuidados m¨¦dicos.

El a?o pasado, el arquitecto Josep Ferrando recibi¨® el encargo de montar una sala de conferencias temporal en otro recinto ferial, el de Barcelona, durante la celebraci¨®n de Construmat, el sal¨®n de la construcci¨®n. Decidi¨® levantarla como si fuera una escenograf¨ªa. Y de manera sostenible: reciclando vigas met¨¢licas como asientos ¨Co como mostrador¨C y reutilizando telas que ¨Ccomo las s¨¢banas de Ban¨C separar¨ªan los espacios cerrar¨ªan el auditorio, ayudar¨ªan a la ac¨²stica y ser¨ªan f¨¢cilmente reciclables y desmontables una vez terminada la feria. En su intervenci¨®n no hab¨ªa desperdicio material. Todo era reciclado, todo se iba a reciclar.

M¨¢s all¨¢ de asegurar el 100% del reciclaje de materiales, Ferrando emple¨® la tela como envolvente y como fachada: levant¨® el edificio temporal y lo abrig¨®. Le interesaba la dualidad que ofrec¨ªa la tela blanca como cerramiento y como acabado sensual, limpio, difusor de la luz y amable. Por eso, resumi¨® su intervenci¨®n como una tautolog¨ªa universal de la construcci¨®n. ¡°Casi todos los espacios y casi todos los materiales de construcci¨®n trabajan de dos maneras: colgados ¨Ca tracci¨®n¨C o apilados, es decir: a compresi¨®n. Estas dos formas de trabajar han estado hist¨®ricamente presentes en la arquitectura, desde los edificios cl¨¢sicos hasta los contempor¨¢neos¡±.

Tambi¨¦n los elementos ligeros, como los textiles, se contraponen a los elementos pesados, como el acero de las barras empleadas aqu¨ª como asientos, estableciendo un di¨¢logo entre opuestos: m¨®vil y fijo, transparente y opaco, claro y oscuro. Es justo ese di¨¢logo de opuestos lo que esta intervenci¨®n temporal, pero rotunda, realizada con telas como si fueran s¨¢banas, busca transmitir: la intimidad que ofrece una s¨¢bana es arquitectura cuando construye un espacio.