Fantaciencia
No s¨¦ qu¨¦ cara ponerle al Covid-19. En los telediarios lo representan como un erizo de mar con p¨²as de trompetilla: una figura entre la animaci¨®n y el asco. Los virus no fotograf¨ªan bien
Mi rutina en la epidemia tiene buenas compa?¨ªas, dentro de lo permitido. Me despierto con el caf¨¦ robusta, mientras leo papel prensa. Despu¨¦s del desayuno sigo leyendo, y esta primera semana de alarma estoy con el papel biblia: el tomo I de la llamada Biblia del Oso, traducida por un gran personaje del siglo XVI, Casiodoro de Reina, en los llorados Cl¨¢sicos Alfaguara. Retengo el pasaje del ?xodo que cuenta la tercera plaga de Egipto: ¡°Todo el polvo de la tierra se torn¨® en piojos¡±. Tras un almuerzo a la hora espa?ola teletrabajo en casa, lo cual no tiene m¨¦rito c¨ªvico: trabajar en remoto y en solitario es propio de mi gremio. Eso s¨ª, dedico cada tarde un pensamiento solidario a Jos¨¦ Hierro, al que s¨®lo le visitaba la musa en los bares abigarrados de su barrio.
Pero queda la larga noche. Mi costumbre en tiempos de normalidad es ver cine en los cines, a diario, la ¨²ltima sesi¨®n. Imposible ahora. Menos mal que,?precavi¨¦ndome ante la vejez, fui una hormiguita cin¨¦fila de m¨¢s joven, por lo que guardo una reserva de deuved¨¦s a¨²n por ver. Domingo y lunes me puse antes de ir a dormir dos cl¨¢sicos de Hollywood. Cuando ruge la marabunta, que tanto miedo me dio en la ni?ez, ahora resulta ser educativa y sostenible. En La humanidad en peligro, obra maestra de la ciencia ficci¨®n premonitoria, una explosi¨®n at¨®mica muta a las laboriosas hormigas en monstruitos. Hablando de organismos letales. No s¨¦ qu¨¦ cara ponerle a la Covid-19. En los telediarios lo representan como un erizo de mar con p¨²as de trompetilla: una figura entre la animaci¨®n y el asco. Los virus no fotograf¨ªan bien.
Las dos pel¨ªculas tienen final feliz, pero nos avisan. Las marabuntas son quejas de una naturaleza desplazada que se rebela. Ellas (t¨ªtulo original de la segunda) causan el mal sin quererlo; un doctor sabio y un ej¨¦rcito bien pertrechado hacen que el cataclismo sea solo un azote.
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