La privacidad en tiempos de coronavirus

En una pandemia la prioridad es contener la infecci¨®n. La pandemia de 1918 mat¨® a entre 50 y 100 millones de personas. Para ponerlo en perspectiva, en la Segunda Guerra Mundial murieron entre 70 y 85 millones de personas. Hay mucho en juego con el coronavirus. En estas circunstancias es necesario poner en pausa algunos derechos, como el de asociaci¨®n. ?Es la privacidad uno de ellos? No est¨¢ claro.

Las telecos en Espa?a est¨¢n ofreciendo al Gobierno controlar los movimientos de las personas que est¨¢n en cuarentena. Algunas comunidades ya han sacado p¨¢ginas o apps relacionadas con el virus. La experta en privacidad Gemma Gald¨®n ha ofrecido algunas cr¨ªticas en Twitter. Coronamadrid, por ejemplo, apunta Gald¨®n, no permite uso an¨®nimo, no pide consentimiento, no establece periodo de retenci¨®n de datos, no minimiza datos, y comparte datos m¨¦dicos sin anonimizaci¨®n.

En China el Gobierno tom¨® medidas tecnol¨®gicas extremadamente intrusivas. En Corea del Sur, adem¨¢s de hacer m¨¢s pruebas de coronavirus que en ning¨²n otro pa¨ªs, han publicado detalles muy espec¨ªficos sobre individuos infectados. Israel se plantea usar al servicio secreto para vigilar a los ciudadanos a trav¨¦s de sus m¨®viles. En Estados Unidos, el Gobierno discute con las grandes tecnol¨®gicas desarrollar medidas que podr¨ªan ser similares.

?Es necesario entregar nuestra privacidad a una app para frenar al coronavirus? No es evidente. Las medidas m¨¢s efectivas no parecen pasar por ninguna app.

En Wuhan la medida m¨¢s efectiva fue la cuarentena generalizada. Pero la cuarentena generalizada es una opci¨®n econ¨®micamente cara, y la econom¨ªa importa porque una crisis tambi¨¦n causa estragos y muertes. Las medidas menos generalizadas buscan identificar focos de infecci¨®n para contenerlos, dejando al resto de la poblaci¨®n libre para trabajar normalmente. Hay dos formas de identificar focos de infecci¨®n: haciendo pruebas a toda la poblaci¨®n, o usando la tecnolog¨ªa para inferir qui¨¦n puede ser un riesgo.

En el pueblo de V¨°, donde se sufri¨® la primera muerte por coronavirus en Italia, hicieron un estudio. La Universidad de Padua les hizo pruebas a todos los habitantes. Descubrieron que la gente infectada pero asintom¨¢tica juega un rol fundamental en el contagio de la enfermedad. Encontraron 66 casos positivos a quienes aislaron durante 14 d¨ªas. Despu¨¦s de las dos semanas, seis casos segu¨ªan dando positivo al virus, por lo que tuvieron que aislarse m¨¢s d¨ªas. Infecci¨®n totalmente bajo control. No ha habido casos nuevos. No hizo falta ninguna app.

La opci¨®n de recurrir a apps no solo es m¨¢s invasiva desde el punto de vista de la privacidad, sino tambi¨¦n mucho menos precisa y efectiva. Si solo se hacen pruebas a gente hospitalizada, la app podr¨¢ contactar a personas que hayan estado en contacto con las personas infectadas y pedirles que se a¨ªslen. Pero no todo el que haya estado en contacto con alguien infectado se contagiar¨¢. Y quienes ya est¨¢n infectados habr¨¢n contagiado a otros, que a su vez habr¨¢n contagiado a otros a quienes la app no contactar¨¢ por estar demasiado lejos en la cadena, y todos esos casos seguir¨¢n asintom¨¢ticos mientras el virus se incuba. Con este tipo de m¨¦todo habr¨¢ mucha gente qued¨¢ndose en casa que no tendr¨ªa por qu¨¦ quedarse, y habr¨¢ gente pululando por ah¨ª que tendr¨ªa que estar aislada.

Ninguna app, por m¨¢s sofisticada que sea, y por m¨¢s datos que tenga, puede sustituir a una prueba de coronavirus. La tecnolog¨ªa digital no es magia, no resuelve todos los problemas, y no siempre es la mejor opci¨®n. Didier Raoult, especialista franc¨¦s en enfermedades infecciosas, defiende que hay que hacer pruebas a toda la poblaci¨®n y priorizar el diagn¨®stico. Haciendo pruebas solamente a quienes terminan en el hospital habr¨¢ una mayor¨ªa de gente infectada que se detecta demasiado tarde, ya con s¨ªntomas y habiendo contagiado a otros. Si hacemos pruebas a todo el mundo, podemos confinar exactamente a la gente que hace falta aislar. Ni m¨¢s ni menos. El resto puede seguir con su vida normal y reanimar la econom¨ªa.

Lo que hacen falta no son m¨¢s apps intrusivas sino m¨¢s pruebas. ?Por qu¨¦ no estamos produciendo m¨¢s pruebas de coronavirus? ?Por qu¨¦ no est¨¢ siendo esa la prioridad? Hacer pruebas a toda la poblaci¨®n ser¨ªa caro, s¨ª. Pero mucho menos caro que una cuarentena generalizada alargada o que una pandemia fuera de control.

Adem¨¢s de controlar la pandemia, tenemos que pensar en el mundo que quedar¨¢ despu¨¦s de la tormenta, el que estamos construyendo con cada decisi¨®n. La privacidad es importante porque le da poder a la ciudadan¨ªa. Hay que defenderla. Demasiadas veces las medidas temporales tomadas en momentos de emergencia llegan para quedarse. Todos tenemos que vigilar la democracia. Las agencias de protecci¨®n de datos en especial deben montar guardia y asegurarse de que no hay ning¨²n abuso a nuestros datos.

El coronavirus se ha llevado ya y se llevar¨¢ a muchos seres queridos. Nos ha robado el sue?o, est¨¢ da?ando nuestra econom¨ªa, nos ha arrebatado nuestros planes. No podemos dejar que nos robe tambi¨¦n nuestros derechos. Hay que cuidar la privacidad, incluso en tiempos de pandemia.

Carissa V¨¦liz es investigadora en el Uehiro Centre for Practical Ethics y el Wellcome Centre for Ethics and Humanities de la Universidad de Oxford @carissaveliz