El holand¨¦s y el errante

No he podido elegir peor semana para defender a Holanda. A Alemania y al ¡°Norte insolidario¡±. Lo s¨¦, pero, para precisar las responsabilidades del fracaso europeo necesitamos a un abogado del diablo puritano.

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Las cr¨ªticas de Holanda a Espa?a avivan el riesgo a una nueva crisis de reputaci¨®n

Michel: ¡°?Tenemos acuerdo, Pedro?¡± S¨¢nchez: ¡°No. As¨ª es inaceptable¡±. As¨ª fue la tensa cumbre de la UE

Holanda se ha equivocado ahora. Se ha negado a un gesto de solidaridad en un momento de crisis. Y esto se suma al error que arrastran los pa¨ªses del Norte desde hace a?os: negarse a asumir que una uni¨®n monetaria, como la del euro, necesita una uni¨®n fiscal. Del tipo que sea, una m¨ªnima solidaridad interterritorial es imprescindible.

El norte de Europa ha errado a corto y medio plazo. Son responsables y, tarde o temprano, lo pagar¨¢n. Pero, a largo plazo, quienes debemos reflexionar somos los pa¨ªses del Sur. Y no siguiendo la l¨ªnea populista que destilan muchas opiniones en Espa?a sobre la insolidaridad del Norte. Populista porque todos est¨¢n obsesionados con Europa. Los m¨¢s de derechas y patriotas miran a Europa con ira y querr¨ªan salir de ella. Los m¨¢s de izquierdas y cosmopolitas observan a la UE con tristeza y desesperanza.

Pero, por una vez, los espa?oles debemos mirarnos m¨¢s el ombligo. Y adoptar una perspectiva m¨¢s amplia. Tradicionalmente, las opiniones p¨²blicas en los pa¨ªses con Estados de bienestar m¨¢s desarrollados ¡ªm¨¢s generosos y tambi¨¦n m¨¢s solventes¡ª han visto con recelo la ampliaci¨®n de la UE en asuntos sociales. Porque, si se igualan los impuestos y prestaciones sociales de todos los pa¨ªses de la UE, o del Eurogrupo, tendr¨ªan menos protecci¨®n social. Para ellos, la europeizaci¨®n de las pol¨ªticas sociales significa menos solidaridad.

Por el contrario, los pa¨ªses del Sur tenemos Estados de bienestar m¨¢s precarios. Menos generosos, porque nuestros Gobiernos no cubren tantas contingencias de la vida cotidiana, y tambi¨¦n menos sostenibles, porque acumulamos d¨¦ficits e ineficiencias que nos obligan a hacer reformas impopulares. Debemos subir los impuestos y acabar con las deducciones fiscales que agujerean nuestros sistemas tributarios. Y tambi¨¦n debemos ajustar el gasto p¨²blico. Un Estado del bienestar maduro funciona en ambas direcciones: ampl¨ªa ¡°derechos¡±, pero tambi¨¦n recorta, tanto prestaciones como costes administrativos.

A largo plazo, tenemos que discutir esto, pero es m¨¢s c¨®modo atacar a los p¨¦rfidos protestantes. Holanda yerra hoy. Pero nosotros tambi¨¦n estamos errantes. @VictorLapuente