La inquietante perfecci¨®n de la verdadera ciudad de ¡®El show de Truman¡¯, donde hasta el c¨¦sped tiene normas
Las casas se pueden pintar de cualquier color menos marr¨®n o beis, no pueden tener m¨¢s de 4,2 metros de altura y un 30% de vidrio en las fachadas. Su uniformidad es su virtud. Y su condena
"Buenos d¨ªas, buenas tardes y buenas noches". Con este triple y mec¨¢nico saludo, Truman Burbank se despide de sus vecinos sonrientes cada d¨ªa desde lo alto de una puerta verde menta con el n¨²mero 36 en su dintel. Esta puerta es id¨¦ntica en todas las casas que se alinean en la manzana, cobijadas entre porches de iguales proporciones y sim¨¦tricas vallas de madera. En un plano a¨¦reo divisamos una ciudad cuadriculada en colores pastel, donde nada sobresale y todo encaja, y en la que lo perfecto y lo ordinario parecen estar en la misma cara de la moneda.
As¨ª es Seahaven, el apacible decorado que sustenta la vida en directo del protagonista de El show de Truman, la metapel¨ªcula que dirigi¨® Peter Weir en 1998. Un para¨ªso de la normalidad controlada que alberga un malvado reality show, donde la realidad solo es pura ficci¨®n¡ Salvo por un detalle: esa ciudad s¨ª existe. Se llama Seaside y se puede vivir en ella.
"Bienvenidos a Seaside, fundada en 1981. Ocho metros sobre el nivel del mar. Poblaci¨®n 1.228 habitantes (incluyendo gatos y perros)". Un sencillo poste anuncia la llegada a esta ciudad costera de 32 hect¨¢reas en el condado de Walton, al Noroeste de Florida. Ba?ada por las aguas del Golfo de M¨¦xico y escoltada por bosques de pinos y m¨¦danos, se construy¨® bajo un terreno virgen, que el promotor Robert Davis hered¨® de su abuelo, y en el que quiso dilatar esa apacible sensaci¨®n de estar de vacaciones los 365 d¨ªas del a?o.
"Seaside surgi¨® recordando aquellos veranos que pasaba junto a mi familia cerca de aqu¨ª. Era mediados de los a?os cuarenta y nos sol¨ªamos alojar en una casa de campo junto a la playa. Cada ma?ana ¨ªbamos andando hasta la cafeter¨ªa de la esquina para desayunar y pas¨¢bamos las noches en el porche esperando a que la casa se enfriara mientras escuch¨¢bamos historias de alg¨²n familiar". Robert Davis relata a ICON Design c¨®mo el pasado inspir¨® la ciudad de sus sue?os, perpetuando ese sentimiento de felicidad vacacional en un resort de larga duraci¨®n, y con una fachada que recordara a las construcciones tradicionales del litoral de Florida.
Tras varios viajes por la costa francesa e italiana y con la herencia de su pa¨ªs siempre presente ¨Caquella dibujada por casas de madera con altos techos met¨¢licos y flanqueada por porches y vallas blancas¨C, el proyecto vio la luz de manos de una joven pareja de arquitectos, Andres Duany y Elizabeth Plater¨CZyberk (DPZ CoDesign). Como resultado no solo esbozar¨ªan un lugar donde la belleza de las peque?as ciudades costeras y el clasicismo arquitect¨®nico convivieran, sino que asentar¨ªan en Seaside el primer ejemplo del Nuevo Urbanismo americano.
Regla n¨²mero 1: "Pinta tu casa de cualquier color, menos beis o marr¨®n"
Descrita por la revista Time como "el logro en el dise?o m¨¢s sorprendente de su ¨¦poca y probablemente m¨¢s influyente", esta ciudad lleva el sello de los ide¨®logos y arquitectos de DPZ CoDesign, fundadores del Congreso de Nuevo Urbanismo (CNU). Andres Duany (Cuba, 1960) y Elizabeth Plater¨CZyberk (Pensilvania, EE.UU., 1950) establecieron las bases de una reforma urbana que se alzar¨ªa como una alternativa esperanzadora al modelo convencional de residencia, latente en los suburbios que proliferaron despu¨¦s de la II Guerra Mundial, aislados y alejados de las grandes ciudades.
Este movimiento urban¨ªstico se caracteriza por tener una visi¨®n est¨¦tica de la arquitectura, arraigada en el clasicismo formal de los edificios civiles y la construcci¨®n tradicional de EE.UU. que materializaron ciudades como Charleston o Savannah. Los colores dulces y amables son otro elemento de distinci¨®n, aplicables incluso a las se?ales de tr¨¢fico.
"La paleta crom¨¢tica de Seaside esconde una historia inesperada y poco conocida. En 1980, los suburbios estadounidenses estaban bajo una fort¨ªsima influencia del movimiento moderno ut¨®pico californiano representado en Sea Ranch y secundado por arquitectos como Charles Moore. Su est¨¦tica se manifestaba en forma de viviendas con techos de pendiente ¨²nica, madera sin pintar y de color beis o marr¨®n", narra Duany a ICON Design. "Nuestro c¨®digo urbano quiso ser un contrapunto a aquella tendencia l¨²gubre, por ello establecimos que en Seaside se pudiera usar cualquier color excepto el beis y el marr¨®n para las casas".
La segunda regla es que "el blanco se reserva para los edificios c¨ªvicos, ya que son de menor tama?o que los privados en nuestro pa¨ªs y necesitan que se distingan de alguna manera. Este color elude al extenso y magn¨ªfico renacimiento griego que se emple¨® en tantos ayuntamientos e iglesias de peque?os pueblos de Estados Unidos", explica Duany.
La recuperaci¨®n de formas edificatorias del pasado es una se?a de identidad de Seaside, como muestra el atrio de la Oficina de Correos, las p¨¦rgolas de los parques o el edificio de eventos conocido como Lyceum Lawn, inspirado en el plan que Thomas Jefferson para la ciudad universitaria de Virginia. La explanada central, que recuerda a las plazas civiles del norte, conecta entre s¨ª a los principales edificios p¨²blicos ¨Cel Seaside Institute que dinamiza la vida cultural, el colegio de educaci¨®n primaria y un futuro Music Hall¨C, aline¨¢ndose por medio de una columnata con la capilla que el arquitecto Scott Merrill dise?¨® en 2001.
Seaside cuenta con 350 residencias privadas y 150 edificios anexos. Durante el invierno, hasta un 90% de los residentes abandona la ciudad, mientras en los meses c¨¢lidos la poblaci¨®n asciende hasta los 7.000 habitantes. Cuando Davis esboz¨® su ciudad ut¨®pica, marc¨® la transitabilidad de sus peatones como un requisito b¨¢sico en el plan de urbanismo. "Quisimos que los habitantes no tuvieran que emplear m¨¢s de cinco minutos para ir de su casa al centro o a la playa. La ciudad est¨¢ compuesta por diferentes tipos de senderos, unos m¨¢s estrechos que otros y caminos marcados por sendas de ¨¢rboles, para caminar m¨¢s o menos relajado". Para llevar a cabo este entramado vial, DPZ CoDESIGN se inspir¨® en el trabajo de los primeros planificadores estadounidenses tras la Primera Guerra Mundial.
Para la creaci¨®n del C¨®digo Urbano la pareja de arquitectos cont¨® con el asesoramiento de L¨¦on Krier, arquitecto y urbanista luxemburgu¨¦s conocido por ser uno de los grandes precursores de la corriente neotradicional en el siglo XX. Adem¨¢s de dibujar vecindarios accesibles y transitables, Duany y Plater¨CZyberk quer¨ªan establecer el uso de suelos mixtos que aprovecharan los recursos del paisaje natural. Seg¨²n DPZ, este c¨®digo se ha convertido en un referente para el desarrollo urbano no solo de la zona ¨CCelebration, la ciudad impulsada por la pareja de arquitectos en colaboraci¨®n con Disney ha sido el caso m¨¢s sonado¨C sino por todo EE.UU. y en el extranjero.
"Se ha convertido en una de las mayores innovaciones dentro del campo de la planificaci¨®n urbana de la ¨²ltima d¨¦cada. Seaside fue el primer proyecto que apoy¨® la sencillez de la arquitectura vern¨¢cula sin recurrir a la iron¨ªa o a la sem¨¢ntica juguetona. Esto no hubiera sido posible sin los fant¨¢sticos diagramas de Krier, en los que aclaraba los problemas clave del urbanismo", reconoce Duany. "?l fue nuestro maestro y tomamos sus dise?os europeos ¨Ccasi medievales¨C adapt¨¢ndolos a nuestro pa¨ªs. Parad¨®jicamente, a medida que los proyectos urbanos de DPZ se han acercado m¨¢s al modelo medieval, los suburbios de Europa han ido adquiriendo esa faceta nuestra de superposici¨®n de casas aisladas o chalets tan americana", puntualiza.
El objetivo de este c¨®digo urbano era que cualquier arquitecto pudiera trabajar secuencialmente en la ciudad sin romper su cohesi¨®n est¨¦tica. Entre otras normas, establece el uso de un 30% de vidrio en las fachadas, una altura m¨¢xima 4,2 metros en los edificios residenciales y limitar el uso de c¨¦sped a las zonas p¨²blicas. La variable m¨¢s importante que hab¨ªa que controlar, seg¨²n apunta Duany, era el modo en que los dos primeros pisos de un edificio se dirigen y alinean sobre la calle, ya que "supone la base un urbanismo aut¨¦ntico de uso mixto y orientado a los peatones".
"Un refuerzo para la conciencia de clase adinerada"
Mientras ide¨®logos del movimiento inciden en que el trazado de un vecindario con elementos arquitect¨®nicos tan identificativos ¨Cas¨ª como la accesibilidad de su entramado urbano¨C fomenta la creaci¨®n de lazos de uni¨®n y un sentimiento de comunidad, voces cr¨ªticas como David Harvey no solo lo rechazan, sino que indagan en el supuesto lado oscuro que puede llegar a albergar este tipo de comunitarismo surgido de forma artificial. En su libro Espacios de Esperanza ( Akal, 2003), el ge¨®grafo y te¨®rico brit¨¢nico describe esa idea de comunidad como un "ant¨ªdoto" pensado contra las amenazas de desorden social, las guerras de clases y la violencia revolucionaria.
"Las comunidades de bases firmes a menudo excluyen, se definen contra otras, erigen todo tipo de se?ales de prohibida la entrada e interiorizan la vigilancia, los controles sociales y la represi¨®n. La comunidad ha apuesto a menudo una barrera al cambio social, en lugar de facilitarlo". Como consecuencia, Harvey expone que "la ideolog¨ªa fundadora del Nuevo Urbanismo es al mismo tiempo ut¨®pica y muy peligrosa. Construye,?para aquellos que no la necesitan, una imagen de comunidad y una ret¨®rica de?conciencia y orgullo basadas en el lugar, al tiempo que abandona a su destino de "clase marginada" a quienes s¨ª la necesitan.
Harvey concluye se?alando que la mayor¨ªa de proyectos del Nuevo Urbanismo han terminado convirti¨¦ndose en urbanizaciones verdes para gente adinerada. Teniendo en cuenta que el precio medio de compra de una vivienda en Seaside ronda los 2,5 millones de d¨®lares ¨C2,3 millones de euros¨C, seg¨²n indica el portal inmobiliario live30a.com, ?estar¨ªamos ante una ciudad elitista m¨¢s que inclusiva?
Duany lo niega: "No es justo juzgar a Seaside por el fen¨®meno del aumento de valor inmobiliario. Como es de sobra conocido, la gran mayor¨ªa de urbanizaciones y vecindarios de calidad se han vuelto terriblemente costosos. ?Por qu¨¦ acusar a Seaside de elitismo y no a Nueva York, Boston o San Francisco? Como respuesta a la cr¨ªtica a la exclusividad, he de decir que la ciudad promueve un programa de alquiler por el que el pueblo entero funciona como un hotel, ofreciendo habitaciones con rangos muy amplios. Dado que los estadounidenses suelen tener dos semanas de vacaciones, los propietarios tienen la opci¨®n de beneficiarse de su inversi¨®n alquilando sus casas de campo durante el resto del a?o en lugar de mantenerlas vac¨ªas".
Pedro Torrijos, arquitecto y colaborador de ICON Design, pone en duda este modo inclusivo de urbanismo de cara al exterior. "Estos planes urban¨ªsticos lo que pretenden ser es un lavado moral y arquitect¨®nico del cl¨¢sico suburbio de clase media¨Calta norteamericana, que nace como consecuencia de la r¨¢pida construcci¨®n residencial que tuvo lugar a mediados del siglo XX. En casos como Seaside, donde todas las casas son iguales y las avenidas id¨¦nticas, se tiende a una uniformidad tambi¨¦n interna porque nadie va a querer que su vecino sea diferente a ¨¦l. En un estado como Florida, cuyo suelo se encarece por la demanda del buen tiempo, hablamos de gente adinerada que quiere vecinos como ellos".
?Esto negar¨ªa cualquier funci¨®n comunitaria atribuible a un plan de urbanismo? "El sentimiento de comunidad se podr¨ªa crear con o sin ¨¦l. Al final, todo depende de los vecinos que nos rodeen. Tener relaci¨®n de cari?o, amor, interdependencia emocional y social con tus vecinos es siempre algo bueno, pero tampoco se puede forzar a que surja".
Su fundador Robert Davis incide en que la inclusividad siempre ha sido una de las prioridades de Seaside. Apoyar programas de residencias para artistas y la creaci¨®n de una compa?¨ªa de teatro son algunas de las medidas que han llevado a cabo. "Ahora estamos lanzando iniciativas que ayuden a mejorar el transporte local y a que los residentes de m¨¢s edad puedan envejecer con tranquilidad. Tambi¨¦n animamos a arquitectos, desarrolladores y planificadores urbanos a que vengan a nuestra ciudad para aprender de las t¨¦cnicas del Nuevo Urbanismo", se?ala Davis.
Un aclamado ejemplo de 'xeriscaping'
Mientras tanto, Seaside ha sido alabada por su car¨¢cter ecol¨®gico y talante sostenible. El uso pasivo de sus recursos naturales as¨ª como la plantaci¨®n de ¨¢rboles y plantas nativas son algunos de los retos que han acompa?ado al c¨®digo urban¨ªstico de la ciudad desde sus inicios. "Antes de que existiera el xeriscaping ¨Ct¨¦rmino referido al dise?o y construcci¨®n de jardines que ayuden a conservar el agua en zonas con tendencia a la sequ¨ªa¨C, ya establecimos en Seaside normas para minimizar el riego y el uso de fertilizantes y pesticidas. El hecho de que solo se permita plantar c¨¦sped en espacios p¨²blicos, por ejemplo, est¨¢ fundamentado en la reducci¨®n del gasto de agua", concreta su fundador.
El periodista J.P. Faber aplaude en la obra Los Nuevos Pioneros (BenBella Books, 2017) la planificaci¨®n vertical de las calles Seaside en relaci¨®n con la costa. Esto permite que las corrientes de aire fresco penetren con mayor facilidad por toda la ciudad, disminuyendo el consumo energ¨¦tico en verano. El uso de tejados de hojalata que reflejen la luz solar y la moderada altura de las casas ¨Cprosigue Faber¨C consigue minimizar la huella de carbono en todo edificio, traduci¨¦ndose en un coste menor a la hora de calentarlo o enfriarlo. Promover la movibilidad a pie o el uso de la bicicleta son otras medidas que acent¨²an el car¨¢cter sostenible en las construcciones del Nuevo Urbanismo.
Seaside es la ciudad ut¨®pica, el eterno lugar de vacaciones, bajo un estricto c¨®digo urban¨ªstico que ordena, controla y otorga identidad a sus residentes a trav¨¦s de una uniformidad est¨¦tica. "Cualquier plan urban¨ªstico alberga una intenci¨®n de control, ya que es el modo que hace posible que una vida ciudadana funcione", expone Torrijos. "Esa ilusi¨®n de control consigue que el ciudadano se sienta bienvenido, seguro y pueda disfrutar de una vida tranquila y apacible. Por ello, los sitios m¨¢s caros no es que sean mejores, sino que se encuentran m¨¢s vigilados. En su interior, se termina eliminando cualquier desviaci¨®n, lo que hace que los residentes acaben uniform¨¢ndose".
El personaje de Truman Burbank fue una excepci¨®n y prefiri¨® abandonar una apacible y controlada realidad para vivir la suya propia. Por muy desconocida o insegura que fuese.
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