Desbloqueo venezolano

El tremendo impacto de la situaci¨®n generada por el coronavirus deber¨ªa convertirse en un punto de partida com¨²n para dar salida a la crisis pol¨ªtica e institucional que sufre Venezuela desde hace a?os. Si la pandemia arroja un panorama sombr¨ªo sobre las perspectivas de bienestar social de sociedades estables pol¨ªtica y econ¨®micamente, sus efectos pueden ser devastadores en una sociedad pol¨ªticamente fracturada y econ¨®micamente quebrada como la venezolana. Esta lucha com¨²n tiene que hacer confluir a todos los actores enfrentados en el escenario venezolano y permitir desbloquear una situaci¨®n estancada y sin visos de resoluci¨®n.

La paralizaci¨®n de la econom¨ªa y la emergencia social sanitaria ¡ªunida en el caso particular venezolano al hundimiento del precio del petr¨®leo¡ª resulta insostenible para un 80% de la poblaci¨®n que, o bien vive al d¨ªa, o depende de las remesas que env¨ªan sus familiares desde el extranjero o, simplemente, no dispone de recurso alguno. En este contexto es fundamental que el r¨¦gimen y la oposici¨®n acerquen posturas. En primer lugar, en aras de una cohesi¨®n social que permita una efectiva lucha contra la pandemia y, a continuaci¨®n, para poner fin a un conflicto institucional que lastra el futuro de Venezuela.

Resulta, pues, explicable que Nicol¨¢s Maduro se plantee el aplazamiento de las elecciones legislativas, previstas para diciembre de este a?o, en funci¨®n de c¨®mo se desarrollen los acontecimientos. Est¨¢ sucediendo en otros pa¨ªses. Pero dicha medida deber¨ªa ser consensuada con la oposici¨®n y adem¨¢s servir para celebrar unos comicios con igualdad entre los candidatos, transparencia en el proceso y supervisi¨®n internacional.

Menos explicable desde el punto de vista de esa deseable normalizaci¨®n es que las medidas excepcionales adoptadas por el Gobierno durante la cuarentena hayan servido de cobertura para el arresto de miembros del equipo del presidente encargado Juan Guaid¨®, periodistas, activistas defensores de los derechos humanos o ciudadanos que protestaban en p¨²blico por la precariedad de la situaci¨®n. Estos son hechos que deber¨ªan finalizar cuanto antes con la puesta en libertad de todas las personas detenidas.

La covid-19 es un flagelo, pero parad¨®jicamente puede convertirse en una inesperada oportunidad para que el r¨¦gimen de Maduro y la oposici¨®n democr¨¢tica encuentren un terreno com¨²n donde encauzar la reinstauraci¨®n de la democracia. V¨ªas como la formaci¨®n de un Ejecutivo de emergencia, propuesta por Guaid¨®, o la activaci¨®n de una mediaci¨®n pol¨ªtica por parte de Noruega deber¨ªan ser tenidas en cuenta por el Gobierno. Son pasos que, sin duda, constituyen propuestas concretas sobre las que comenzar a dialogar.