Multiplicar los edificios
Dos intervenciones del estudio COR Asociados en el Campus de la Universidad de Alicante actualizan el patrimonio arquitect¨®nico, lo reinventan y lo arraigan
La Universidad de Alicante es nueva y vieja a la vez. El rectorado de ?lvaro Siza?preside un campus excepcional en el que la naturaleza convive con el arte y ambos con la vida cotidiana. En ese recinto, muchas de las propuestas de futuro actualizan el pasado. No se destruye, se transforma. Y as¨ª, pabellones militares ¨Cque daban servicio al aeropuerto de Rabasa durante los a?os treinta¨C o inmuebles racionalistas levantados en los ochenta han sido rescatados d¨¢ndole nuevos usos e insuflando nueva vida al patrimonio local. En Alicante tienen claro que poner al d¨ªa el patrimonio significa huir de su momificaci¨®n y revivirlo con nuevos usos.
Un equipo de arquitectos que estudi¨® en ese campus, COR Asociados, ha trabajado durante a?os tratando de actualizar algunos de esos edificios y pabellones sin destrozar su memoria. Uno de ellos ¨Cel que transformaron en Museo de las Colecciones Naturales¨C lo limpiaron, eliminaron las particiones levantadas a lo largo de d¨¦cadas y recuperaron la franca rotundidad del inmueble original. El resultado es un volumen esquem¨¢tico por fuera ¨Cun pabell¨®n con cubierta a dos aguas¨C y limpio y c¨¢lido por dentro, donde un recorrido muse¨ªstico construido con madera de eucalipto parece multiplicar el espacio. La madera contrasta con el vidrio y el blanco del m¨¢rmol y de los talleres que, abiertos al museo, permiten al visitante observar c¨®mo se ordena la historia natural.
As¨ª, un mismo edificio sirve de almac¨¦n ¨Clos armarios guardan los fondos de la colecci¨®n permanente¨C y de lanzadera: una pasarela diagonal atraviesa la bajo cubierta del pabell¨®n, multiplica su espacio, y acoge, en esa planta-buhardilla, las muestras temporales.
En el mismo Campus, COR ha finalizado ahora otra transformaci¨®n. La Sede de Relaciones Internacionales gestiona la movilidad de los estudiantes de la universidad y el encuentro con los alumnos extranjeros. Como el Museo, tambi¨¦n este inmueble tiene un valor patrimonial que los arquitectos deb¨ªan preservar y actualizar. Su estrategia, en esta ocasi¨®n, consisti¨® en colonizar sin apenas tocar. Los espacios de trabajo quedan en el centro y el per¨ªmetro del edificio ¨Cintocable¨C resta como espacio de paso y encuentro. Los arquitectos hablan de ¡°un gran mueble interior¡±, puesto que la construcci¨®n de paneles de nogal corre paralela a los paramentos existentes. Es decir: recompone el edificio sin tocarlo.
As¨ª, lo que sucedi¨® en el Museo de las Colecciones Naturales se repite. El edificio se multiplica con una intervenci¨®n que cruza ¨Cesta vez longitudinalmente¨C la nave y aprovecha su volumen para multiplicar sus metros cuadrados. El espacio superior vuela,?esta vez sobre los despachos. La paradoja de esta intervenci¨®n es que suma espacio sin restarle luz ¨Cpuesto que los espacios resultantes quedan acotados pero no encerrados¨C y mejora la ac¨²stica al contar con m¨¢s elementos para la absorci¨®n de ruidos.
Pero si el trabajo de COR es detallista y cuidadoso por dentro, por fuera una idea consigue relacionar inmuebles de distintas ¨¦pocas con el lugar y la ciudad. En la Sede de Relaciones Internacionales, una celos¨ªa cer¨¢mica protege del exceso de sol. En el Museo de las Colecciones Naturales, una piel cer¨¢mica protege de la humedad y, sobre un zagu¨¢n, anuncia la intervenci¨®n y pone freno al sol. Esa sombra habla del clima y la tradici¨®n alicantina. Tambi¨¦n hermana los inmuebles en los que los arquitectos han intervenido. As¨ª, es el vestido, pero tambi¨¦n el cuidado del cuerpo, lo que relaciona construcciones distintas, las arraiga, las rescata y las multiplica.
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