Los cr¨¦ditos morales del Gobierno de M¨¦xico

L¨®pez Obrador ha dise?ado un plan de rescate econ¨®mico basado en criterios morales. A contracorriente de quienes demandan se apoye a los m¨¢s necesitados o a los m¨¢s afectados por la covid-19, su Gobierno utiliza la virtuosidad como criterio principal para repartir apoyos.

Es con esta l¨®gica, principalmente moral, que su Gobierno decidi¨® solo otorga cr¨¦ditos a microempresarios que puedan comprobar que son ¡°solidarios¡±. Se considera solidario a un empleador que no despidi¨® a sus empleados durante las primeras semanas de la pandemia a pesar de no contar con apoyo p¨²blico. Oficialmente se clasifica como virtuosos a quienes no registraron menos empleados en abril que en el promedio de enero a marzo.

El presidente de M¨¦xico cree que recompensar a los empresarios virtuosos lo diferencia de administraciones pasadas que apoyaron solo a los empresarios cercanos al poder. En realidad, su estrategia esta tan mal dise?ada que est¨¢ haciendo lo mismo.

Los criterios morales del Gobierno mexicano han dado pie al surgimiento de un sistema regresivo y profundamente politizado. Regresivo porque entre los empresarios formales se apoya m¨¢s a los sectores menos afectados, se desatiende a los negocios m¨¢s vulnerables y se castigan las fluctuaciones propias del microempresario. Politizado porque entre los empresarios informales, solo se da cr¨¦ditos a quienes tuvieron mayor cercan¨ªa con el partido en el poder.

Los criterios morales de L¨®pez Obrador son contraproducentes. Se compara a compa?¨ªas que operan en industrias muy afectadas por la covid-19 con empresa de industrias no afectadas. Y se pide a ambas lo mismo: no despedir personal. Esto castiga a los sectores que m¨¢s necesitan apoyo y premia a los que no tuvieron afectaciones.

El Gobierno mexicano confunde solidez econ¨®mica con moralidad. Ir¨®nicamente, esta confusi¨®n los lleva a apoyar m¨¢s a empresarios que dan salarios bajos y mantienen utilidades elevadas pues son ellos quienes m¨¢s ahorros tienen y m¨¢s han podido aguantar sin despedir a sus empleados.

Tambi¨¦n se confunde virtuosidad con estabilidad pues el Gobierno favorece a los empleadores de industrias que tienen m¨¢s trabajo en ciertos meses. Los datos que usan no pueden determinar si los empresarios despidieron personal o si el tama?o del personal fluctu¨® por razones naturales a la industria. As¨ª, el criterio deja fuera a industrias completas que tienden a contratar m¨¢s personal a principios del a?o que en abril. Si una compa?¨ªa tur¨ªstica, por ejemplo, contrat¨® un n¨²mero anormal de trabajadores en alguna semana de enero o febrero para atender un evento especial, se le clasifica como ¡°no solidario¡± porque regres¨® a su tama?o normal en abril.

El criterio moral tambi¨¦n comete el error de castigar a los empresarios que ya ten¨ªan situaciones econ¨®micamente precarias y que por ello ven¨ªan, desde antes y por razones ajenas a la covid-19, reduciendo su planta productiva. A este tipo de empresario se le acusa de no ser solidarios, aun si hizo grandes esfuerzos por no despedir a m¨¢s personas de las que ya ven¨ªan despidiendo en meses anteriores.

Adem¨¢s de estos problemas, est¨¢ el dilema pol¨ªtico. Entre las empresas informales la ¨²nica manera de acceder al cr¨¦dito es ser parte de una lista de potenciales beneficiarios de programas sociales llamada ¡°censo de bienestar¡± que fue creada por redes simpatizantes del partido en el poder.

Los mecanismos o procedimientos para la realizaci¨®n de este censo no han sido transparentes y nadie sabe qui¨¦nes ni cu¨¢ntos empresarios est¨¢n en la lista. M¨²ltiples solicitudes de informaci¨®n para conocer los datos han sido rechazadas y todo parece indicar que solo un operador pol¨ªtico del presidente conoce su contenido.

Tal y como sucedi¨® en crisis pasadas el Gobierno mexicano est¨¢ apoyando m¨¢s a los empresarios cercanos al poder, la ¨²nica diferencia es que esta vez son pobres y no ricos. Es mejor que sean pobres, pero no es suficiente.

El Gobierno mexicano debe recapacitar y comenzar a utilizar criterios medibles y transparentes para entregar los apoyos y cr¨¦ditos a los que m¨¢s lo necesitan. La moralidad no puede ser su br¨²jula porque no pueden medirla. Las redes partidistas no pueden ser su canal de distribuci¨®n porque solo llegan a los m¨¢s cercanos al poder.