Perfumes, confinamiento y costumbrismo

Las limitaciones aguzan el ingenio. Y el fot¨®grafo Gorka Postigo, durante su reclusi¨®n forzosa debida a la pandemia de la covid-19, ha ideado un modo ins¨®lito de reimaginar uno de los g¨¦neros fotogr¨¢ficos cl¨¢sicos: el bodeg¨®n. Pocos objetos, escenograf¨ªa cuidada y alg¨²n que otro giro de guion. Lo ha hecho empleando como inspiraci¨®n las dos fragancias m¨¢s ic¨®nicas de Jean Paul Gaultier, Classique (femenino) y Le Male (masculino), dos mitos de la perfumer¨ªa reciente, y dos reinvenciones contempor¨¢neas, Scandal y Le Beau.? Bajo su mirada, se convierten en objetos dom¨¦sticos y dialogan con su casa.

La serie fotogr¨¢fica, llamada Frascos en cuarentena, est¨¢ elaborada respetando totalmente el confinamiento: completamente en casa, sin equipo externo, sin estudio, material ni accesorios m¨¢s all¨¢ de los que ya estaban presentes en su casa madrile?a.

Sin embargo, que no haya una gran producci¨®n detr¨¢s no significa que no haya inteligencia, est¨¦tica e incluso humor. La casa, el terreno de juego (y de guerra) durante el confinamiento se convierte en un escenario que habla de limpieza, deporte, cocina, lectura, gastronom¨ªa o cine en casa. Hay esculturas, libros de arte (conviene echar un vistazo a los lomos de los vol¨²menes para saber algo m¨¢s de la biblioteca de Postigo) y objetos como los que todos tenemos en casa.

En este contexto casi costumbrista, las fragancias de Jean Paul Gaultier encuentran su h¨¢bitat natural. No hay que olvidar que, en su momento, Gaultier y sus perfumistas colaboradores las crearon tratando de evocar elementos muy concretas, e incluso dom¨¦sticas, del imaginario contempor¨¢neo. ¡°Para el frasco, me interesaba la idea del cuerpo, en la que quer¨ªa integrar el recuerdo de los cors¨¦s de mi abuela¡±, ha declarado Gaultier a prop¨®sito de Classique, una fragancia femenina muy sofisticada que jugaba a la provocaci¨®n. ¡°Para el envase, me apeteci¨® desvirtuar un objeto cotidiano, concreto, funcional, como la lata de conservas, que est¨¢ en las ant¨ªpodas de un frasco de perfume, tradicionalmente lujoso¡±.

Lanzado en 1993, Classique supuso un antes y un despu¨¦s en el m¨¢rketing de fragancias. Cuando en 1995 lleg¨® su partenaire masculino, Le Male, el frasco tambi¨¦n ven¨ªa en una lata, jugaba con la silueta masculina y le pon¨ªa un jersey de marinero, pero el juego semi¨®tico estaba en el propio jugo, formulado por el joven prodigio Francis Kurkdjian. ¡°Esta fragancia est¨¢ basada en dos referencias ofativas muy simples: la del hombre que huele bien despu¨¦s de afeitarse y la de su piel bronceada por el sol¡±.

Un cuarto de siglo despu¨¦s de aquel lanzamiento, tanto Classique como Le Male siguen siendo presencias imprescindibles en el armarito del ba?o de miles de personas de todo el mundo. Y su capacidad para jugar con las apariencias, introducir un toque de humor y reinventar lo cotidiano siguen intactas, como demuestran estas im¨¢genes hechas con pocos medios materiales y mucho talento.