El virus propaga un futuro de sol y viento
Pese a la amenaza de un crudo muy barato y la ca¨ªda de la demanda, la revoluci¨®n econ¨®mica basada en la transici¨®n hacia las renovables es imparable
El sol y el viento en Espa?a son un rayo y una bocanada de aire que no cesan. En plena pandemia, el pasado 6 de abril a mediod¨ªa la planta fotovoltaica m¨¢s grande de Europa ¡ªseg¨²n su propietario¡ª vert¨ªa a la red el¨¦ctrica su primer megavatio de energ¨ªa limpia. Iberdrola le ha dado el nombre, no por casualidad, de N¨²?ez de Balboa. Adelantado, conquistador, hidalgo, gobernante, capit¨¢n, aventurero pero, sobre todo, extreme?o. Naci¨® en la pacense Jerez de los Caballeros, all¨¢ por el a?o del Se?or de 1475. A esas tierras ha regresado. Porque la instalaci¨®n de 1.430.000 paneles solares, 115 inversores solares y dos subestaciones encuentra sus lindes entre los t¨¦rminos de Usagre, Hinojosa del Valle y Bienvenida, en la provincia de Badajoz. El explorador se sentir¨ªa fascinado contemplando el sol de primavera reflejarse sobre ese inmenso damero de cristales azules. Tambi¨¦n de sus 500 megavatios (MW) de potencia instalada o de su inversi¨®n: 300 millones de euros. La planta abastecer¨¢ a 250.000 personas al a?o y es una muestra del potencial verde en la era de la covid-19. Pero, especialmente, tras su contenci¨®n. Pues el sol y el viento no los frena un virus. "Vamos a instalar 3.000 MW e¨®licos y fotovoltaicos en 2022", apunta Iberdrola. Y de cumplirse las previsiones ¡ªaugura la compa?¨ªa¡ª alcanzar¨¢n los 10.000 MW en 2030. La actividad resulta intensa. Tienen el permiso ambiental para un proyecto fotovoltaico en Cuenca de 50 MW y mantienen en tramitaci¨®n en Burgos el parque e¨®lico Valdemoro (50 MW).
Iberdrola parece tener muy clara la respuesta al debate estos d¨ªas de la oportunidad, o el retroceso, que vivir¨¢n las renovables tras la crisis sanitaria. En Espa?a, el futuro pasa por comprender el ayer. El a?o pasado fue el mejor de la historia del sector fotovoltaico. En las grandes plantas se instal¨® una capacidad de 4.200 MW y el autoconsumo a?adi¨® 459 MW. El pa¨ªs lider¨® el mercado europeo. Ahora llega el futuro y resulta, como los viajes de N¨²?ez de Balboa, entre ilusionante e incierto. La Uni¨®n Espa?ola Fotovoltaica (Unef) manejaba unas estimaciones para 2020 de dos gigavatios (GW) de nueva capacidad en las instalaciones de mayor tama?o y de 600 MW para el abastecimiento propio. Esto, actualmente, es un atraque complicado. "Pero frente a las grandes crisis tienes que pensar a lo grande, no hacer estrategias defensivas", plantea Jos¨¦ Donoso, director general de la asociaci¨®n. "Espa?a nunca ha tenido una fuente de energ¨ªa el¨¦ctrica competitiva, pero la fotovoltaica le da esa ventaja, por dos razones: tenemos una elevada insolaci¨®n y terreno para desplegar los paneles". Parte del ma?ana ¡ªaseguran¡ª pasa por escuchar las reivindicaciones del sector. Celebrar subastas de renovables (algo a lo que se ha comprometido el Gobierno), reducir el tiempo de tramitaci¨®n ¡ªuna instalaci¨®n puede consumir dos a?os de burocracia¡ª, utilizar licencias digitales y sacar del juego a los especuladores. Durante a?os, intermediarios sin proyectos reales han especulado con la compra de permisos de conexi¨®n y acceso al sistema el¨¦ctrico.
A la vez que el pa¨ªs mira al sol, intenta atrapar el viento. El sector e¨®lico aporta el 0,35% del PIB, tiene 227 f¨¢bricas, 250.000 m¨¢quinas instaladas y emplea a 25.000 personas. "Y la construcci¨®n de parques solo se ha detenido durante 10 d¨ªas de la pandemia", observa Juan Virgilio M¨¢rquez, director general de la Asociaci¨®n Empresarial E¨®lica (AEE). "Es un sector resiliente que encaja con el futuro. Adem¨¢s, toda la cadena de valor est¨¢ en casa, desde el primer tornillo hasta el servicio de mantenimiento. No dependemos de din¨¢micas externas". Por ahora, el Gobierno ha propuesto m¨¢s de 2 GW de instalaciones anuales de e¨®lica hasta 2030.
Esas piezas armadas en el futuro encajan en el presente. La Comisi¨®n Nacional de los Mercados y la Competencia (CMNC) y el Consejo de Estado han avalado el anteproyecto de Ley de Cambio Clim¨¢tico que impulsa las renovables y que marca un respaldo al Plan Nacional Integrado de Energ¨ªa y Clima (PNIEC) 2021-2030, que prev¨¦ una inversi¨®n de 241.400 millones en renovables, ahorro y electrificaci¨®n. "Es el m¨¢s ambicioso de toda la Uni¨®n Europea y resulta positivo y viable", defienden en Endesa. De hecho, en la presentaci¨®n de resultados trimestrales, su consejero delegado, Jos¨¦ Bogas, revel¨® que tienen una cartera de nuevos proyectos en renovables de 20.000 MW, de los que 5.700 (una cantidad estimable) ya tienen adjudicados puntos de conexi¨®n. Solo falta, digamos, enchufar. Aunque de otra forma. Es el mercado, y no la Administraci¨®n, quien debe guiar la descarbonizaci¨®n. "En el pasado" ¡ªadvierten en Endesa¡ª "no se hizo as¨ª y vivimos la burbuja fotovoltaica, cuya factura pagaremos durante muchos a?os". Y a?aden. "Resulta urgente acometer una reforma fiscal bajo la premisa de que el que contamina paga".
Pues, pese a que seguramente el virus ser¨¢ capaz de ralentizar la transici¨®n, pocos plantean regresar al mundo anterior. La Universidad Tecnol¨®gica de Lappeenranta (Finlandia) estima que en 2050 el 60% de toda la energ¨ªa en la Uni¨®n Europea proceder¨¢ del sol. "Lograr que el 100% del sistema energ¨¦tico en el Viejo Continente provenga de renovables es t¨¦cnicamente posible", estima Christian Breyer, profesor de econom¨ªa del centro fin¨¦s. Y si la tecnolog¨ªa se alinea con la pol¨ªtica es tan esperanzador c¨®mo extraer, hoy, poemas de las noticias. El presidente franc¨¦s Emmanuel Macron ha se?alado las similitudes entre el error de no reconocer pronto la gravedad de la crisis sanitaria y lo que podr¨ªa suceder si fallamos en la emergencia clim¨¢tica. No hay excusa. Porque cuadran las cuentas del aire y la luz. Un trabajo de la Agencia Internacional de las Energ¨ªas Renovables (Irena, por sus siglas en ingl¨¦s) sugiere que por cada euro gastado en la Uni¨®n en renovables aumenta en 0,8 euros el PIB. "Adem¨¢s, la energ¨ªa solar y e¨®lica, tras d¨¦cadas de subsidios, ya son m¨¢s baratas que la electricidad basada en los combustibles f¨®siles", apostilla Xavier Chollet, gestor de Pictet-Clean Energy.
Sin embargo, hay riesgos y tentaciones. La b¨²squeda de respuestas a corto plazo podr¨ªa recuperar los combustibles f¨®siles (con precios desplomados) e hipotecar durante d¨¦cadas la econom¨ªa sostenible de la Uni¨®n Europea. Repsol tiene 2.045 MW en activos renovables en desarrollo, quiere ser una compa?¨ªa con cero emisiones netas en 2050 y mantiene siete proyectos renovables en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. En abril, de hecho, anunci¨® el inicio de las obras de su primer parque fotovoltaico, con el nombre de Kappa. Unos 126 megavatios en el municipio de Manzanares (Ciudad Real) al que han dirigido una luz de 100 millones de euros. Es un rayo de sol que ilumina su profundo giro y su compromiso. Pero sabe, tambi¨¦n, que el mundo de la energ¨ªa no es redondo. "Habr¨¢ econom¨ªas en las cuales el impacto de la covid-19 requiera del uso urgente de energ¨ªas asequibles y ya disponibles en el mercado mientras encaran la recuperaci¨®n. Y otras, m¨¢s resilientes, donde el desv¨ªo con respecto a las previsiones de hace meses relativas a inversiones en renovables resulte mucho menor", cuentan en la compa?¨ªa. El riesgo de un planeta energ¨¦ticamente asim¨¦trico es que comprometer¨ªa el Pacto Verde (Green Deal) propuesto por la Comisi¨®n Europea antes de los tiempos de la pandemia. ?Recuerdan? M¨¢s inversiones en movilidad sostenible, renovables y eficiencia energ¨¦tica para reactivar la econom¨ªa y crear empleos. Diecisiete pa¨ªses europeos ¡ªentre ellos Espa?a¡ª han enviado a Bruselas una carta exigiendo mantener el compromiso. Palabras que avanzan hacia un nuevo tiempo. "La inversi¨®n en energ¨ªas renovables puede representar uno de los vectores clave para la reactivaci¨®n econ¨®mica en Europa en la era poscovid", observa Alberto Mart¨ªn, socio responsable de Energ¨ªa de KPMG en Espa?a. "Pocos sectores pueden movilizar un volumen de capital tan alto [500.000 millones entre 2021 y 2027, seg¨²n Goldman Sachs] como el Pacto Verde, adem¨¢s con una elevada intensidad de mano de obra aut¨®ctona". Incluso la familia Entrecanales (Acciona) vuelve a invertir en renovables tras una d¨¦cada de ausencia. Tambi¨¦n Elecnor y Naturgy defienden varios proyectos de luz y viento. Y la digitalizaci¨®n brilla. "?Ya se trabaja en nuevas herramientas que detectan las aver¨ªas antes de que se produzcan!", exclama Yann Dumont, consejero delegado de la consultora Reolum. "Esto ahorrar¨ªa much¨ªsimo dinero y har¨ªa m¨¢s rentables los proyectos".
Pero las renovables no son Alicia en el Pa¨ªs de las Maravillas ni un conejo con prisas ni un t¨¦ con un exc¨¦ntrico sombrerero. "No puedes cambiar el pasado, pero puedes aprender de ¨¦l", ense?a El Tiempo, uno de los personajes. Y Espa?a podr¨ªa caer, como Alicia, a trav¨¦s del hueco del ¨¢rbol. "Es muy probable" ¡ªalerta Yann Dumont¡ª "de que a medio plazo los proyectos peor dise?ados tengan dificultades econ¨®micas al no poder vender la energ¨ªa al mercado porque exista sobreproducci¨®n. Llegar¨¢, entonces, un proceso de selecci¨®n natural. Hay que pensar que estas iniciativas se plantean a 25 o 30 a?os".
Una vez m¨¢s el reloj ¡ªv¨¦rtice del relato de Lewis Carroll¡ª condiciona el futuro estos d¨ªas. Irena calcula que acelerar las energ¨ªas renovables aumentar¨ªa la riqueza del mundo en 98 billones de d¨®lares y aportar¨ªa 42 millones de empleos hasta 2050. Pero el virus tambi¨¦n tiene prisa. Ha destruido mucha demanda de energ¨ªa. "Calculamos que la puesta en marcha de la capacidad global caiga un 20% durante 2021, en comparaci¨®n con este a?o", pronostica Gero Farruggio, analista de Rystad Energy. "Dicho esto, vamos a ver hasta 200 GW en crecimiento solar y e¨®lico impulsado por los pa¨ªses emergentes y el arrinconamiento mundial del carb¨®n". La transformaci¨®n est¨¢ en camino. "Habr¨¢ una revoluci¨®n econ¨®mica basada en la sostenibilidad y la transici¨®n energ¨¦tica", augura Diego Vizca¨ªno, socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI).
Aunque, quiz¨¢, la verdadera certeza de que ni siquiera el virus frena el cambio llega de tierras inesperadas. Estados Unidos (atrincherado en la independencia energ¨¦tica que le proporciona el petr¨®leo de esquisto) producir¨¢ este a?o el 21% de toda su electricidad a trav¨¦s de renovables. En 2010 apenas llegaba al 10%. Es cierto que algunos proyectos e¨®licos y solares se han retrasado, pero el cambio es un viento que a¨²lla. "Las renovables est¨¢n en una trayectoria de crecimiento sin retroceso a largo plazo", defiende Dan Reicher, profesor en la Universidad de Stanford y asesor de energ¨ªa del expresidente Bill Clinton. "Esto ser¨¢n baches en el camino". Aunque la respuesta definitiva la tiene, sin duda, El Tiempo.
El coronavirus no mata al petr¨®leo
La humanidad tiene una oportunidad hist¨®rica para abandonar el petr¨®leo y alojarse para siempre en la casa verde. Pero esto no quiere decir que vaya a suceder. La naturaleza, la reducci¨®n de emisiones e incluso la geograf¨ªa est¨¢n de su lado. El 80% de la poblaci¨®n del planeta vive en pa¨ªses que importan petr¨®leo. Pero esto no quiere decir que vaya a suceder. El viraje ¡ªo no¡ª depender¨¢ de la voluntad geopol¨ªtica, de los m¨¢rgenes de un crudo en su cotizaci¨®n m¨¢s baja en dos d¨¦cadas, de la ayuda p¨²blica de los Gobiernos a los programas de emisiones cero, de los inversores y del comportamiento del consumidor. Muchos pronombres y determinantes. "La transici¨®n, a ese mundo verde, de las petroleras se producir¨¢ a velocidades muy diferentes", avisa Mariano Marzo, catedr¨¢tico de la Universitat de Barcelona y consejero independiente de Repsol. "Depender¨¢ de d¨®nde tiene la matriz esa compa?¨ªa. No es lo mismo un pa¨ªs rico que en desarrollo. Y sobre todo si se prioriza la econom¨ªa o la estabilidad social". Estos d¨ªas, con un precio del 'oro negro' en los 24 d¨®lares el barril, cuesta m¨¢s almacenarlo que venderlo. La consultora energ¨¦tica Wood Mackenzie estima que a 35 d¨®lares por barril, el 75% de los proyectos no cubren los costes financieros. ?El fin de una era? Imposible asegurarlo. Durante las ca¨ªdas m¨¢s bruscas de las cotizaciones de la industria, Arabia Saud¨ª (que defiende una estrategia, promovida por el pr¨ªncipe heredero Mohamed bin Salm¨¢n, de hacer caja con el crudo para cambiar el modelo econ¨®mico del pa¨ªs) invirti¨® 1.000 millones de d¨®lares ¡ªseg¨²n 'The Wall Street Journal'¡ª en t¨ªtulos de cuatro petroleras europeas: Shell, Total, Equinor (la antigua Statoil) y Eni. La monarqu¨ªa absolutista de las arenas imagina un futuro distinto. "Si el gas y el petr¨®leo est¨¢n baratos durante mucho tiempo, como as¨ª parece, ser¨¢ dif¨ªcil que el sol y el viento puedan competir con estos hidrocarburos", alerta Bernard Haykel, profesor de Estudios de Oriente Pr¨®ximo en la Universidad de Princeton. "Adem¨¢s, los inversores podr¨ªan rehuir, por su baja rentabilidad, los proyectos de renovables". Demasiados caminos distintos y direcciones inciertas. "Las subastas de nueva capacidad solar en M¨¦xico, Portugal o m¨¢s recientemente en Dub¨¢i han fijado unos precios de venta de electricidad a largo plazo en los 15 euros/MWh, con rebajas de hasta un 80% con respecto al coste medio del mercado mayorista (pool) de los ¨²ltimos a?os", defiende, esperanzado, Miguel Sal¨ªs, presidente de Kira Renovables. El mundo tiene la oportunidad de construir una casa verde. Pero esto no quiere decir que vaya a suceder.
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