Andr¨¦s Acosta, entre las ra¨ªces bereberes de Canarias y el mundo de los sue?os
El dise?ador palmero se adentra en la moda masculina con una colecci¨®n introspectiva y llena de fantas¨ªa elaborada a mano durante los meses del confinamiento
Al dise?ador Andr¨¦s Acosta (La Palma, 1987) el par¨®n de la pandemia le ha embarcado en un viaje temporal a sus ra¨ªces. El modisto de las alfombras rojas, que ha sido estilista de Paris Hilton y vestido con sus rutilantes creaciones a Petra Nemcova, Clara Alonso o Cristina Pedroche, se encontr¨® en su taller con tiempo a su disposici¨®n y la oportunidad para probar suerte con un proyecto largamente acariciado: su primera colecci¨®n c¨¢psula para hombre. ¡°Ten¨ªa el gusanillo de dise?ar moda masculina¡±, reconoce. ¡°Hab¨ªa hecho ya algunos encargos para chicos, pero en la cuarentena vi una oportunidad perfecta. Siempre he trabajado con pruebas directas sobre modelos, y en el encierro vi la ocasi¨®n de trabajar sobre m¨ª mismo y hablar de cosas que conectaran conmigo, con mi historia¡±.
El resultado de ese proceso ya se puede ver: se llama Habib Albi y es una selecci¨®n de prendas h¨ªbridas que hablan del modo ecl¨¦ctico, desprejuiciado y lleno de fantas¨ªa con que el dise?ador palmero entiende la moda. Tambi¨¦n reflejan una indagaci¨®n personal de tintes casi arqueol¨®gicos en torno a los amazigh, las culturas bereberes del norte de ?frica que fueron los primeros pobladores de lo que hoy son las Canarias. ¡°Amazigh significa ¡®hombre libre¡¯, y me pareci¨® adecuado reivindicar esa libertad en estos momentos de recogimiento¡±, explica. ¡°Las fronteras existen en la medida en que les damos valor, pero por Canarias han pasado las tribus del norte de ?frica y los castellanos, y tambi¨¦n hay muchos lazos con Am¨¦rica del Sur. Y todo eso fluye por nuestras venas. Cuenta una parte ancestral de nosotros¡±.
Esa reivindicaci¨®n de los or¨ªgenes se une en este proyecto a la propia experiencia vital de Acosta, que durante sus a?os como director de moda en la revista de viajes Traveler recorri¨® pa¨ªses y culturas muy distintas. ¡°En los pa¨ªses ¨¢rabes conect¨¦ con la cultura, con la gastronom¨ªa, y con universos como el antiguo Egipto y Las mil y una noches, que siempre me han apasionado¡±, apunta. El resultado es una colecci¨®n que ha cosido y bordado ¨ªntegramente a mano en su taller durante el confinamiento, y en la que ha reflejado una visi¨®n personal de la moda masculina que tiene mucho que ver con los sue?os y la fantas¨ªa.
Acosta menciona a Jean Paul Gaultier como un pionero a la hora de traspasar la l¨ªnea, cada vez m¨¢s delgada, entre lo masculino y lo femenino en la moda. Sin embargo, asegura, su propuesta va por otro lado. ¡°No he querido feminizar al hombre, sino mirar al pasado¡±, aclara. ¡°En los or¨ªgenes de la indumentaria el hombre se engalanaba tanto como la mujer, vest¨ªa joyas y obras de arte, que es algo que hoy solo sobrevive en algunos momentos ceremoniales. Hoy el hombre, para ser macho, tiene que huir de eso y est¨¢ forzado a la austeridad. Siento que no estoy rompiendo ning¨²n tipo de molde, porque lo que hago es ir a la esencia¡±,¡±.
Su propuesta, que el propio modisto presenta en una campa?a fotogr¨¢fica y en un fashion film rodado ad hoc en su tierra natal, propone una sofisticada tercera v¨ªa entre la feminizaci¨®n y la austeridad: la de un lujo historicista y ecl¨¦ctico que reclama para s¨ª el uso de tonalidades, materiales, texturas y vol¨²menes habitualmente vedados al hombre. Hay pedrer¨ªa, abalorios, transparencias y una silueta masculina marcada por el faj¨ªn y los vol¨²menes a¨¦reos de la seda o la gasa. Una fantas¨ªa orientalista audaz y suntuosa que tiene mucho de declaraci¨®n de intenciones. ¡°Son piezas muy ceremoniales, ni yo mismo me las pondr¨ªa para el d¨ªa a d¨ªa¡±, apunta. El territorio de esta colecci¨®n, al igual que el de buena parte de la Alta Costura hist¨®rica, es la experimentaci¨®n, una indagaci¨®n est¨¦tica y artesanal interiorizada. Sin embargo, nada m¨¢s presentar la colecci¨®n en redes sociales vendi¨® su primera pieza a distancia. No es su metodolog¨ªa, aclara. ¡°El protocolo sigue siendo importante para m¨ª, y quiero que todo siga elabor¨¢ndose a medida. No puedo llevar a cabo producciones con este tipo de confecci¨®n ni con estos materiales¡±.
De momento, esta colecci¨®n que huye de las tallas y casi de los usos predeterminados ¨Cpuede adaptarse a los deseos de cada cliente¨C viajar¨¢ al showroom con que Acosta trabaja en Los ?ngeles, un espacio capital para entender la trayectoria vertiginosa que el dise?ador palmero ha conquistado en poco m¨¢s de tres a?os. ¡°Para m¨ª ha sido muy intenso, pero no puedo olvidarme de que he ido consiguiendo cosas muy grandes¡±, afirma. Por eso esta colecci¨®n es casi un capricho a modo de autorretrato. ¡°En esta primera colecci¨®n he querido mirar hacia mi interior y sentirme capaz de protagonizar la campa?a. S¨¦ que me expongo de manera total, pero es mi forma de contar que lo que estoy mostrando soy yo en estado puro. Es casi un acto de entrega. Soy un poco rom¨¢ntico¡±.
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