¡®Hold outs¡¯: los edificios que se resisten a cambiar
?Cabezoner¨ªa? ?Idealismo? ?Avaricia? ?Convicciones? Son varios los motivos que llevan a los propietarios a negarse a vender. Cuando esto ocurre, los nuevos edificios conviven con las resistentes huellas del pasado y convierten las ciudades en lecciones de historia. A veces, tambi¨¦n de ¨¦tica
Aunque en el mundo actual cueste creer que no todo tenga un precio, hay propietarios que se niegan a vender cuando una empresa constructora intenta demoler su propiedad para construir un edificio mayor ¨Cbloque de viviendas u oficinas-. En China, esos reductos de resistencia se conocen como ¡°casas clavo¡±. En ingl¨¦s se llaman hold outs y en Nueva York y en Londres hay algunos muy famosos. Los reductos ¨Ccomo se llaman en castellano¨C siempre encierran una historia de profundas convicciones, obcecada cabezoner¨ªa, estrategia econ¨®mica o enorme idealismo. En Manhattan organizan tours para mostrarlos y explicar esas historias.
El 249 de West End Avenue de Manhattan es un caso de idealismo. La familia Cook lo compr¨® de la familia Powell a principios del siglo XX. Ferdinand Huntting Cook era el director del New York College of Dentistry [Escuela de Odontolog¨ªa] y su mujer una licenciada en Columbia que fue nombrada Defensora del Departamento de Parques y Jardines por sus conocimientos de bot¨¢nica.
Ten¨ªan cinco hijos y en enero de 1913 el se?or Cook sali¨® de casa para hacer unas compras y nunca regres¨®. Tom Miller cuenta en el blog Daytonian in Manhattan que le cay¨® una rama de un ¨¢rbol y un mes despu¨¦s muri¨®. Poco despu¨¦s, las casas vecinas se fueron vendiendo. Y la se?ora Cook organizaba bodas para poder pagar los estudios de sus hijos. Para 1924 los hab¨ªa enviado a todos a la universidad. Tambi¨¦n hab¨ªa organizado sus bodas en casa. Muri¨® en 1932. Su casa ya era un anacronismo, un reducto entre dos grandes torres de apartamentos. Durante una d¨¦cada, la casa se convirti¨® en la galer¨ªa de arte Uptown y lleg¨® a exponer a Mark Rothko. Hoy la casa est¨¢ dividida en apartamentos. Pero se mantiene firme, resistente, casi como un recuerdo de la se?ora Cook.
La historia de la se?ora Cook todav¨ªa se repite por medio mundo. La dibujante Julia Wertz dibuj¨® unos cuantos en su maravilloso libro sobre la Manhattan desconocida Barrios, bloques y basura (Errata Naturae). Entre ellos, la autora conoci¨® este ins¨®lito reducto en la Tercera Avenida, entre las calles 21 y 22.
Las casas clavo de China no son un asunto del pasado sino una resistencia muy actual. La mayor¨ªa de los propietarios que se resisten a vender lo hacen por cuestiones econ¨®micas y algunos han llegado a resistir en sus viviendas en medio de una nueva carretera. Los propietarios de dos casas en Taiyuan (Shanxi) se negaron a vender al precio que lo hicieron sus vecinos para construir una zona de oficinas. Y permanecen en el descampado en un reto digno de un buen thriller.
Lo mismo sucedi¨® con esta casa autoconstruida en Nanning, al sur de China. Corr¨ªa el a?o 2015 cuando los due?os se negaron a aceptar la indemnizaci¨®n por demolici¨®n que ofrec¨ªa la empresa constructora. La vivienda qued¨® clavada en medio del nuevo barrio residencial. Pero fue por poco tiempo. No hay una ruta de las casas clavo chinas. La mayor¨ªa de propietarios no resiste la presi¨®n inmobiliaria y terminan por ceder. Y vender. Desaparece as¨ª su casa, su inversi¨®n y una capa de historia de la ciudad.
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