Detenido el hombre que casi arruina la vida de su vecina de al lado por un bulo malicioso

¡°?Qu¨¦ raro! Hace d¨ªas que no viene ning¨²n peruano¡±. Jabeidy conoce a cada cliente que compra en su tienda Mi Pueblo Latino, un establecimiento que vende en Toledo, en el n¨²mero 12 de la calle Arag¨®n, ¡°productos latinos artesanos de alimentaci¨®n saludable¡±. En noviembre, casi de un d¨ªa para otro, la comunidad peruana, la segunda m¨¢s importante para su negocio, dej¨® de comprar en su local. En aquel momento esta mujer de origen colombiano no pod¨ªa imaginar que un bulo fabricado por el vecino de al lado casi arruina el emprendimiento que con gran dedicaci¨®n hab¨ªa levantado una d¨¦cada atr¨¢s.

¡°Me di cuenta de que la clientela se hab¨ªa desplomado, pero en tiempos de coronavirus pens¨¦ que la culpable era la pandemia¡±, explica Jabeidy en conversaci¨®n telef¨®nica con EL PA?S. Hasta que el 12 de noviembre un cliente habitual le comunic¨® que ¡°corr¨ªa por todos los grupos de WhatsApp de peruanos de Toledo¡± un mensaje en el que se afirmaba maliciosamente que su tienda era la responsable de la mitad de los casos de covid atendidos en el hospital Virgen de la Salud de la ciudad castellanomanchega.

El bulo que casi destruye la tienda Mi Pueblo Latino estaba firmado por J. Guerrero, un supuesto enfermero de Urgencias del hospital de Toledo. ¡°De aproximadamente 240 pacientes, unos 120, o sea la mitad, haciendo investigaciones y preguntas por parte de rastreadores y Sanidad P¨²blica, han comprado o estado en contacto con una tienda de alimentaci¨®n latina que est¨¢ cerca del hospital, concretamente calle Arag¨®n 12¡±, afirma el mensaje, que acusaba a Jabeidy y a su empleada de haber abierto la tienda pese a haber contra¨ªdo la covid. ¡°Pediros por favor que no compr¨¦is en el establecimiento, ya que Sanidad est¨¢ investigando¡±, a?ad¨ªa el mensaje.

El an¨¢lisis sem¨¢ntico del aviso desvela el intento de no parecer, precisamente, un bulo, al incluir frases como ¡°muchos me conoc¨¦is¡± o ¡°sab¨¦is que normalmente corto de ra¨ªz los mensajes en cadena¡±, para causar una mayor sensaci¨®n de cercan¨ªa y veracidad. Tambi¨¦n pretende demonizar a ¡°las personas que regentan¡± Mi Pueblo Latino, a las que se?ala como responsables de que ¡°22 personas¡± est¨¦n en la UCI enfermas de covid con ¡°complicaciones severas¡±.

Pero las autoridades sanitarias no hab¨ªan detectado ning¨²n tipo de brote de coronavirus en el establecimiento de Jabeidy, tal y como comprob¨® la polic¨ªa cuando la mujer, asesorada por su abogado, denunci¨® el caso el 17 de noviembre en una comisar¨ªa, seg¨²n fuentes policiales. Y ning¨²n enfermero del hospital Virgen de la Salud de Toledo respond¨ªa al nombre de J. Guerrero. Porque el verdadero autor del mensaje era el vecino de la casa de al lado, un conductor de ambulancia que, seg¨²n el relato de Jabeidy, le profesaba una gran animadversi¨®n.

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La due?a de Mi Pueblo Latino no sabe a qu¨¦ obedece la inquina de su vecino, que, seg¨²n dice, se burlaba de su ¡°acento¡±. S¨ª es capaz de situar el inicio del conflicto, cuando su familia se traslad¨® a su actual vivienda, junto al hombre que ha intentado destruir su modo de vida, una casa unifamiliar ¡°en una calle con mucha pendiente¡± en la que los residentes hab¨ªan acordado ¡°de palabra¡± que solo se pod¨ªa aparcar delante de la casa de cada uno. Frente al inmueble de Jabeidy hab¨ªa un paso de cebra que le obligaba a dejar su coche ¡°abajo¡±, al principio de la calle. ¡°Si ven¨ªa con compra y aparcaba junto a mi casa para descargarla, protestaba o llamaba a la polic¨ªa¡±, recuerda la mujer. En una ocasi¨®n, estando ella embarazada y en compa?¨ªa de su cu?ada, tambi¨¦n embarazada, las dos mujeres hab¨ªan dejado sus respectivos veh¨ªculos frente a la vivienda y al salir encontraron que su vecino les bloqueaba a prop¨®sito la salida con una ambulancia. ¡°Se enfrent¨® con nosotras de forma muy violenta¡±, relata la mujer, que interpuso una denuncia. El incidente se resolvi¨® a trav¨¦s de un acuerdo poco antes de que se celebrara el juicio, cuenta Jabeidy.

Pero las agresiones no cesaron. ¡°Comenz¨® a arrojar aceite en mi jard¨ªn, a ara?arme el coche e incluso a cortarnos las plantas que sobresal¨ªan de la valla¡±, lamenta. Pese a ello, ¡°cuando me informaron del mensaje de WhatsApp en el que se nos acusaba de haber contagiado la covid, no pod¨ªa imaginar que el autor era mi vecino, pero la polic¨ªa indag¨® de forma muy r¨¢pida y lleg¨® a ¨¦l¡±. Los agentes le detuvieron y, tras tomarle declaraci¨®n, le dejaron en libertad a la espera de juicio como presunto responsable de un delito de injurias graves realizadas con publicidad por el que se enfrenta, seg¨²n lo establecido en el C¨®digo Penal, a una multa de entre 6 y 14 meses.

Jabeidy se enfrenta al cierre de su negocio si no logra que regrese su clientela, porque el descubrimiento de la verdad no ha hecho que los peruanos vuelvan a comprar en Mi Pueblo Latino. ¡°Nos hicimos la PCR y el test de serolog¨ªa antes de poner la denuncia, para demostrar que no ten¨ªamos la enfermedad y que no la hab¨ªamos padecido, porque muchos clientes nos manifestaban que ten¨ªan miedo a entrar en la tienda¡±, cuenta Jabeidy, que cree que ¡°puede que vieran la mentira, pero no el desmentido¡±. O, pese a que conozcan los hechos verdaderos, opten por la desconfianza, la ¨²nica ganadora en el mundo de las falacias.