El aprendizaje que deja huella

Estudiar, memorizar, escupirlo todo en el examen y olvidarlo despu¨¦s. Romper esta cadena es uno de los objetivos principales de los nuevos sistemas pedag¨®gicos. No es lo mismo aprender un concepto por el profesor o el libro, que hacerlo a trav¨¦s de su conexi¨®n pr¨¢ctica con el mundo real y contando con la mediaci¨®n del maestro. O dicho de otra manera: no es igual estudiar de memoria los tipos de plantas y flores que hay en el entorno, que elaborar un estudio de bot¨¢nica aplicada en el huerto del colegio. Tampoco es lo mismo aprender la gram¨¢tica de ingl¨¦s de tercero de la ESO que escribir un c¨®mic en ese idioma.

Con el aprendizaje m¨¢s profundo o deeper learning se consigue que los conceptos que adquieren los ni?os les acompa?en toda la vida. Comprenden y retienen mejor las ense?anzas sumando a la teor¨ªa la aplicaci¨®n pr¨¢ctica de estas.

Juan Luis Fuentes, profesor de la Facultad de Educaci¨®n de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), se?ala una de las grandes preocupaciones que hay actualmente en el ¨¢mbito educativo: "?C¨®mo conseguir que nuestros estudiantes no solamente sepan m¨¢s cosas, sino que las sepan mejor y sepan aplicarlas a diferentes contextos?".

La respuesta a esta pregunta ha sido un concepto nuevo, la competencia. Alrededor de ella se ha generado una discusi¨®n que ya parece superada y que ha concluido en "la convicci¨®n de que hay que tratar de vincular los contenidos con los problemas de la vida diaria, conectar con la realidad", expone Fuentes.

Es lo que hacen en el IES Miguel Delibes de Madrid. Sus alumnos "han estudiado nociones te¨®ricas de biolog¨ªa y bot¨¢nica y las han aplicado en la creaci¨®n de un huerto ecol¨®gico", explica su directora, Mar¨ªa ?ngeles Puertas. A esto han sumado su participaci¨®n "en el dise?o y remodelaci¨®n del patio del colegio bajo criterios de sostenibilidad" en colaboraci¨®n con el colectivo de arquitectos Basurama. Han construido una grada con neum¨¢ticos y un tobog¨¢n con un tubo de obra. Tambi¨¦n han escogido ¨¢rboles aut¨®ctonos despu¨¦s de estudiar las distintas especies.

"Cuando los chavales conectan lo que aprenden en la escuela con lo que conocen fuera se produce ese aprendizaje significativo que les deja huella", argumenta el profesor. Los problemas reales dan un significado nuevo a lo que estudian dentro del aula.

Por eso son cada vez m¨¢s las instituciones, empresas y organizaciones que colaboran con una escuela que se est¨¢ abriendo a la sociedad. Es algo que practican en el colegio de las Irlandesas del barrio madrile?o de Carabanchel, un centro con estudiantes de 28 nacionalidades donde trabajan desde hace ya tres a?os los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS). Este curso se ocupan del n¨²mero cinco, igualdad de g¨¦nero y empoderamiento de la mujer, en colaboraci¨®n con la Fundaci¨®n Mary Ward y la ONG Entreculturas.

"Es un proyecto interdisciplinar para toda la secundaria" que incluye el fomento del esp¨ªritu cr¨ªtico, comenta Jorge Largo, su director. "Abordan elementos relacionados con este tema en lengua, f¨ªsica y qu¨ªmica, geograf¨ªa y educaci¨®n f¨ªsica, y los complementan con conferencias, exposiciones y la elaboraci¨®n de podcasts", amplia Beatriz L¨®pez, jefa de estudios de secundaria.

Es un cambio de paradigma que, seg¨²n Javier Tour¨®n, vicerrector de innovaci¨®n y desarrollo educativo de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), basa su modelo en cuatro verbos: "Aprende, haz, aplica y muestra". La consecuencia es "un aprendizaje orientado a la acci¨®n, centrado en los intereses y fortalezas de los alumnos y encaminado a la realidad futura".

Tour¨®n aclara que aunque el aprendizaje m¨¢s profundo aparece mencionado por primera vez en 2012, "es una herencia de movimientos" del siglo pasado como "el aprendizaje basado en proyectos, el centrado en competencias o la corriente de metodolog¨ªas activas como el flipped classroom", entre otros.

Esta es la raz¨®n por la que los responsables de los centros educativos hablen de esos modelos pedag¨®gicos y no de aprendizaje m¨¢s profundo cuando se les pregunta. Bajo el paraguas del deeper learning est¨¢n todas esas otras metodolog¨ªas.

Como las que aplican en el IES Vallecas I cuando su director, Antonio Bl¨¢zquez, describe dos de los proyectos de un centro que forma parte de la red STEMadrid. "Un concurso de c¨®mics en ingl¨¦s para primero de la ESO con el tema de los sanitarios, los h¨¦roes del Covid, y otro que se llama tel¨¦fono m¨®vil y futuro digital".

O el trabajo colaborativo que hacen en el CEIP Nuestra Se?ora de la Soledad de la localidad de Cubas de la Sagra y la puesta en marcha del aula del futuro, ambos afectados este curso por las dificultades impuestas por el coronavirus. "Nos hemos formado para educar de otra manera", cuenta Mari Carmen Cepero, su directora.

Profesores y alumnos son protagonistas de una f¨®rmula que exige cambiar su comportamiento. El primero va ahora a "ayudar a sus alumnos en su aprendizaje, no a explicar lecciones", y el segundo "a trabajar en un problema que se nos ha planteado y a profundizar en ¨¦l con mis compa?eros y la ayuda del profesor", detalla Tour¨®n.