Cuando los ni?os se olvidaron de leer

Shande Zambrano, de 17 a?os (primero por la izquierda), con otros compa?eros estudiantes como ��l. Este adolescente venezolano cursa su ��ltimo a?o de bachillerato en mec��nica en una escuela t��cnica en Caracas. El ��ltimo a?o lo ha tenido que hacer desde casa, con muchas dificultades. Para muchos estudiantes venezolanos, la llegada de la pandemia ha significado una total par��lisis de su formaci��n.Daniel Hern��ndez

Dos estudiantes se dirigen a su centro de estudios en Caracas, Venezuela. En el ��ltimo a?o, millones de escolares de primaria y secundaria casi no han hablado con sus profesores, y se han visto en dificultades para estudiar por no tener internet en casa y ni siquiera se?al de m��vil para hacer una llamada. Han quedado en el agujero negro de la desconexi��n en Venezuela. Adem��s, deben recorrer los bancos durante toda una semana para sacar el dinero en efectivo para pagar un viaje en transporte p��blico hasta su escuela, en un pa��s en hiperinflaci��n en el que el 96% de su poblaci��n est�� sumida en la pobreza, de acuerdo con la ��ltima medici��n de la 'Encuesta de Condiciones de Vida del Venezolano'.Daniel Hern��ndez

La educaci��n a distancia en Venezuela es a la distancia de un abismo. La carrera de obst��culos que deben superar los alumnos es el lugar com��n en el sistema escolar venezolano, que desde hace un a?o no ha vuelto a las aulas y todav��a est�� lejos de volver. Uno de los pa��ses con la conectividad m��s lenta de la regi��n, en el que seis de cada 10 personas no poseen un m��vil y donde varias regiones pasan varias horas al d��a a oscuras por los apagones, pas�� a educarse a trav��s de un intermitente WhatsApp, clases grabadas que transmiten en la televisi��n estatal y centenares de fotocopias de gu��as que los padres recogen en los colegios quincenalmente y a veces no pueden pagar.Daniel Hern��ndez

La 'Encuesta de Condiciones de Vida del Venezolano' se?alaba en 2020 que casi un 20% de los estudiantes entre 12 y 17 a?os tiene dos a?os de rezago escolar y un 18% va retrasado un a?o. En el curso 2019-2020 un 40% de los alumnos no acud��a con frecuencia a las clases por falta de transporte, agua o comida. En la imagen, algunos alumnos de Socorro Medina, una mujer de Caracas que ha abierto una escuela informal en su casa para ni?os de seis a 12 a?os.Daniel Hern��ndez

La Cruz es el barrio donde la maestra Socorro Medina ha montado su escuela. Ella ha visto c��mo a los ni?os se les ha olvidado leer. En su casa, en una habitaci��n de tres por tres metros, funciona desde hace a?os un aula con pupitres, pizarra y biblioteca, en la que atiende de seis a 12 ni?os de todas las edades y en todas las materias. En la pandemia ha tenido mayor demanda.Daniel Hern��ndez

Libros y cuadernos apilados en la escuela de Socorro Medina. Hay lecciones que solo pueden ser presenciales y se siguen postergando. En tanto, dos grados escolares han quedado trastocados por la pandemia en Venezuela: el que termin�� abruptamente en junio y el que comenz�� en octubre pasado en casa, sin tener las condiciones para implementarse realmente a distancia.Daniel Hern��ndez

Entre los que van a las clases de Socorro Medina hay ni?os cuyos padres deben trabajar por su cuenta en la calle para vivir al d��a ��m��s del 60% de la poblaci��n venezolana��, otros que han quedado a cargo de otros familiares por la migraci��n e, incluso, algunos que no tienen en casa una mesa para hacer las tareas. ��Hace mucha falta el colegio��, asegura la maestra.Daniel Hern��ndez

Socorro Medina tiene m��s de 20 a?os de experiencia y da clases en una escuela subvencionada por el Estado donde gana 2,5 euros al mes. Cuando comenz�� la pandemia, su esposo, que trabajaba de mesonero, qued�� sin empleo. ��Tuve que convertir lo que me gusta en mi sustento��, dice. Ahora, por cada estudiante que recibe en su casa cobra un d��lar al d��a, apenas 83 c��ntimos de euro.Daniel Hern��ndez

Mattias Gasper, de 11 a?os, estudia en un colegio privado que desarroll�� una aplicaci��n para poder implementar un aula virtual. Podr��a ser un afortunado, pero la crisis tambi��n lo ha alcanzado. Su madre, Karla Franceschi, que lo acompa?a en la imagen, le tiene que prestar su ordenador port��til del trabajo para que el ni?o pueda conectarse.Daniel Hern��ndez

Mientras espera que comience una sesi��n en Google Meet, que al final fue suspendida sin mayores explicaciones, Mattias Gasper cuenta que ��l era muy bueno en matem��ticas, pero eso cambi�� repentinamente porque en casa no puede pedir ayuda a su madre, pues es "muy mala con los n��meros", dice el ni?o.Daniel Hern��ndez

La madre de Mattias Gasper, Karla, dice que desde ya est�� ahorrando para el tutor y la terapia que necesitar�� su hijo para superar este a?o de desaprendizaje y estr��s. Lo ha dado todo por perdido. En Venezuela hubo una ruptura en la l��gica del aprendizaje en un momento clave del a?o escolar, cuando estaba finalizando, seg��n Olga Ramos, especialista en pol��ticas p��blicas del Observatorio Educativo de Venezuela.Daniel Hern��ndez

As�� es la mesa de estudio de Mattias Gasper. La desigualdad ha ganado terreno en Venezuela. Donde hab��a mejor conexi��n, el estudiante tuvo mayores capacidades para aprender. Antes, las escuelas, estando diseminadas en casi todo el pa��s, permitieron que los venezolanos aprendieran independientemente de sus condiciones de vida. Ahora, de sus condiciones de vida depender�� su desarrollo.Daniel Hern��ndez

Seg��n la Federaci��n Venezolana de Maestros, m��s de 40% de los docentes del pa��s han renunciado en los ��ltimos a?os. Muchos han aprovechado la educaci��n a distancia ��que se ha limitado al env��o y correcci��n de asignaciones�� para emprender en otros oficios para poder sobrevivir. Es el caso de Seliandry Rodr��guez, de 29 a?os. Tiene algo de experiencia porque estudi�� ocho semestres de Educaci��n Preescolar y debi�� retirarse hace dos a?os ��por la situaci��n pa��s��: no ten��a dinero para pagar el transporte hasta la universidad, que le quedaba a dos horas de casa. Ahora ayuda a su hija de tres a?os desde casa.Daniel Hern��ndez

Seliandry Rodr��guez recibe instrucciones por WhatsApp y como puede le ense?a los n��meros y vocales en casa a su hija de tres a?os. No ha querido llevar a la peque?a a sesiones con la maestra, porque teme el contagio con el virus.Daniel Hern��ndez

En la misma casa en la que vive Seliandry Rodr��guez, en el barrio La Lucha, en el este de Caracas, estudian los dos hijos de su hermana, Carolina Castelin, en la imagen. Ella dice que no ha encontrado la manera de explicarle al m��s grande qu�� son los mestizos, los zambos y los mulatos, asignaciones de quinto grado sobre la historia del descubrimiento de Am��rica.Daniel Hern��ndez

Carolina Castelin, en la puerta de su vivienda junto a uno de sus hijos. Ella y su hermana Seliandry, ambas desempleadas, han dise?ado piezas para apoyar el aprendizaje de sus hijos, hasta el punto de que terminan haci��ndoles los dibujos en los cuadernos. En Venezuela, en realidad, el virus es lo de menos. La pandemia encontr�� al pa��s en emergencia humanitaria. Esta condici��n previa tambi��n ha hecho que sea un espejismo la vuelta a las clases en escuelas que no tienen agua para garantizar el lavado de manos y de las que los profesores han desertado en masa porque reciben menos de un d��lar al mes de salario.Daniel Hern��ndez