Mi cole est�� debajo de un ��rbol

Un gran ��rbol cubre con su sombra de m��s de 10 metros tres mesas de contrachapado y hierro desgastadas y desconchadas en medio de un descampado. Donde hoy reciben clase 15 ni?os, antes hab��a un vertedero de basura. Estamos en una de las zonas m��s inh��spitas y descuidadas de la ciudad ecuatoriana de Guayaquil, a la que no llega ni el agua ni la luz: Monte Sina��.Miguel Canales

Este espacio al aire libre en el que los ni?os repasan las vocales y los n��meros es el punto m��s remoto del empobrecido Monte Sina��. Antes de llegar, las calles asfaltadas de la ciudad se convierten en v��as con un cemento precario que luego pasan a ser caminos de piedra y polvo y, justo al acabarse la ruta, un barrizal arcilloso.Miguel Canales

Dennisse Toala tiene 17 a?os y acaba de terminar Bachillerato. Ella se ha convertido en maestra voluntaria y ha improvisado clases en su barrio, Monte Sina��, ante las dificultades que presentaban los m��s peque?os que no tienen recursos para conectarse a aulas virtuales. En la imagen, sostiene la pizarra para que una alumna resuelva una cuenta.Miguel Canales

Aqu�� hay un rayo de oportunidad para que los estudiantes con mayor riesgo de exclusi��n no pierdan el curso. Sin internet, es imposible que sigan las clases oficiales virtuales que impuso Ecuador cuando comenz�� la pandemia de covid-19 hace un a?o.Miguel Canales

En Monte Sina��, algunos ni?os no tienen internet en su casa o deben compartirlo con sus hermanos; otros no cuentan con un ordenador o una tableta electr��nica; otros, no poseen ni mesas en sus casas. Solo dos de cada 10 alumnos ecuatorianos disponen de equipos electr��nicos de uso personal.Miguel Canales

Liam y Gael son dos gemelos de tres a?os que acuden a las clases improvisadas de la maestra Denisse Toala. Sonr��en. Es improbable que, por su edad, sean conscientes de la importancia de la labor que ha asumido su profesora sin que nadie se lo pidiera.Miguel Canales

Ninguno de los chicos y chicas de hasta 15 a?os que han repasado lecciones con la profesora Toala est��n hoy en las descorazonadoras estad��sticas de deserci��n escolar que acaba de presentar Unicef en Ecuador. M��s de 90.000 ni?os ��de 4,4 millones�� han dejado sus estudios por las dificultades de seguir las clases virtuales, y el 61,2% reconoce que este a?o ha aprendido menos.Miguel Canales

Gracias a Dennisse, todos los alumnos que han pasado por sus clases han aprobado el curso y, si comienza un nuevo a?o lectivo en mayo de forma presencial, no habr��n quedado atr��s.Miguel Canales

Ecuador, que acaba de recibir el primer lote de vacunas AstraZeneca de la iniciativa Covax, mantiene el aumento de contagios de coronavirus: el pa��s acumula 307.000 casos confirmados y 16.333 fallecidos por el virus desde el inicio de la pandemia, con una media diaria de m��s de 1.300 nuevos enfermos en los ��ltimos siete d��as. En la imagen, un rato de juegos despu��s de las clases debajo del ��rbol en Monte Sina��.Miguel Canales

El pr��ximo curso empieza el 7 de mayo en la regi��n Costa del pa��s andino, pero no hay certeza de que se puedan retomar las clases presenciales. En la regi��n Sierra y en la Amazon��a, el curso arranc�� en septiembre; en marzo, las autoridades ecuatorianas permitieron que 77 escuelas recuperasen la educaci��n presencial como parte de un plan piloto al que Guayaquil, de momento, ha renunciado.Miguel Canales

Dennisse posa para una foto mientras sus alumnos estudian. No hay ni un padre alrededor. No necesitan que les vigilen. ��Empec�� en mayo en el patio de mi casa con mis sobrinos y luego nos vinimos bajo el ��rbol. Los otros ni?os se acercaban y dec��an que quer��an pertenecer, pero yo les dec��a que no era una escuela��. En noviembre, cuenta, apareci�� personal del Municipio de Guayaquil. ?Tuviste alg��n problema por dar clases presenciales a todos juntos estando en pandemia? ��No, todos usan mascarilla y nos ponemos alcohol en las manos. Vinieron a ayudarnos. Enviaron a dos docentes que dedicaban media hora al d��a a cada ni?o por separado��.

En la otra punta de Guayaquil vive Ruby Vallejo, otra profesora improvisada que da clases. Esta vez se trata de una zona de viviendas de ca?a y l��minas de chapa que creci�� sin licencias en un terreno lodoso frente a la c��rcel m��s grande de Guayaquil. Hace escasas dos semanas, tuvo que interrumpir las clases por los violentos amotinamientos en tres prisiones de Ecuador que se saldaron con 81 muertos.

Dos de las alumnas de Ruby Vallejo sostienen unas hojas en las que han estado haciendo ejercicios. A ese sector no ha llegado ninguna ayuda oficial, reprocha la maestra Ruby Vallejo. Ni profesores de refuerzo ni atenci��n social. Pero todos los estudiantes van a clase peinados y vestidos como si una pandemia no les hubiera aislado del resto de chicos de su edad.

Ni Toala ni Rub�� Vallejo ni otras j��venes comprometidas con la educaci��n de los m��s desfavorecidos, han cobrado nada por tantos meses de dedicaci��n. ��Hay padres que me ofrecieron algo, aunque yo nunca lo acept��; s�� que aqu�� hay pan para el desayuno, pero no para la cena��, resume Toala.