Cuando llegas a un pa¨ªs y todo es distinto de lo que conoces

Ella le llamaba por tel¨¦fono y le preguntaba si com¨ªa bien y ¨¦l se extra?aba porque la comida nunca faltaba en casa de su abuela. Tambi¨¦n le demandaba si all¨ª donde estaba hab¨ªa guerras. ?l, con solo ocho a?os, se sorprend¨ªa de ese tipo de preguntas; en Senegal no hab¨ªa nada de eso, ?por qu¨¦ le preguntaba esas cosas? Pero claro, Adelina pensaba que en ?frica solo hab¨ªa hambre, enfermedades y conflictos y sufr¨ªa por el ni?o que hab¨ªa criado. En aquel momento Bachir no entend¨ªa que esas cuestiones reflejaban la mucha desinformaci¨®n que sobre el continente hay en Espa?a. En aquel momento a ¨¦l le preocupaban otras cosas, sobre todo el adaptarse a la nueva realidad en la que se ve¨ªa sumergido sin ninguna preparaci¨®n previa.

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Cuando Bachir aterriz¨® en el aeropuerto de Dakar por primera vez en su vida, le esperaba su abuela. El taxi les llev¨® hasta el pueblo donde ella viv¨ªa con el resto de la familia. Al abrirse la puerta del veh¨ªculo, el ni?o solo vio arena. Nada en Thiaroye Gare, el pueblo de las afueras de Dakar a donde le hab¨ªan conducido, se parec¨ªa a las calles asfaltadas de Las Canteras, el barrio de Las Palmas de Gran Canaria donde se crio. Todos los que le esperaban le invitaban a bajar, pero ¨¦l se aferraba al asiento del coche y solo dec¨ªa ¡°no¡±. No entend¨ªa aquel idioma en el que le hablaban, no lograba comunicarse en su castellano, la ¨²nica lengua que entonces conoc¨ªa. Fueron d¨ªas dif¨ªciles. Todo era nuevo y diferente. ?l quer¨ªa cont¨¢rselo a Adelina pero no pod¨ªa, le faltaban las palabras.

Bachir Samb naci¨® en Las Palmas en 1997 y pocos a?os despu¨¦s de su nacimiento sus padres se separaron, por eso Adelina le acogi¨® y le cuid¨® hasta aquel d¨ªa en que su madre le pidi¨® ir a Senegal a cuidar a su abuela enferma durante tres meses. ?l respondi¨® afirmativamente y los tres meses se transformaron en 14 a?os. No le qued¨® m¨¢s salida que amoldarse a la nueva situaci¨®n y cursar sus estudios en el pa¨ªs de sus progenitores, pero siempre con el deseo de salir de all¨ª. Varias veces se acerc¨® hasta la embajada espa?ola en Dakar a decirles que su NIE espa?ol hab¨ªa caducado y necesitaba renovarlo, pero no le prestaron ninguna atenci¨®n. Sigui¨® estudiando y mientras empez¨® a perseguir su sue?o: ser actor. Cuando finaliz¨® el bachillerato logr¨® ser admitido en una escuela de teatro de Quebec, pero no consigui¨® el visado para viajar all¨ª. Entonces decidi¨® presionar a su padre una vez m¨¢s (tampoco fue tanta la presi¨®n porque su padre siempre quiso que regresase). Gracias a la intervenci¨®n de un abogado pudieron solicitar la reunificaci¨®n familiar y fue as¨ª como en 2019 el joven regres¨® a Las Palmas. Para entonces Adelina ya no estaba, hab¨ªa fallecido hac¨ªa a?os.

Samb ten¨ªa un objetivo claro, estudiar arte dram¨¢tico y para eso necesitaba dinero. Su primer verano de regreso a Espa?a lo pas¨® en Ibiza trabajando en un hotel. Con la suma ahorrada se traslad¨® a Barcelona donde empez¨® a formarse como actor y consigui¨® algunos peque?os trabajos en varios cortos. Se dio cuenta de que si quer¨ªa progresar en ese campo deb¨ªa trasladarse a Madrid. Volvi¨® a Ibiza en busca de dinero otro verano m¨¢s y, finalmente, desembarc¨® en la capital donde reside en la actualidad.

Mientras trabaja en un restaurante de comida r¨¢pida para poder hacer frente a sus gastos, Samb sigue form¨¢ndose como actor, act¨²a en algunas producciones ¨Cincluso ha hecho un poco de teatro y ha aparecido en alguna famosa serie de televisi¨®n¨C, compone m¨²sica, la interpreta y graba sus propios v¨ªdeos. A todo ello ahora le suma la faceta de escritor.

Samb acaba de publicar el libro Una carta a Adelina en el que le cuenta a su madre de acogida todo aquello que no pudo decirle cuando era un ni?o perdido entre las arenas de Senegal y la echaba tanto de menos. En estas p¨¢ginas, el autor reflexiona sobre el choque que supuso el llegar a un pa¨ªs nuevo en el que no conoc¨ªa a nadie, en el que no pod¨ªa hacerse entender, en el que todo le era desconocido desde la comida a la forma de comportarse, como por ejemplo el que ante las personas de m¨¢s edad no pudiera hablar, ni siquiera mirarlas a la cara, algo a lo que no estaba acostumbrado. Con palabras, directas el autor cuenta a su madre de acogida el trauma que le supuso la circuncisi¨®n o el tener que aprender todo de la religi¨®n musulmana de la que pr¨¢cticamente no hab¨ªa o¨ªdo hablar en su casa de Canarias. Tambi¨¦n la experiencia de ser considerado un extranjero, un europeo incluso por su propia familia, cuando en Espa?a estaba acostumbrado a que le dijeran que no era espa?ol, que era africano; y as¨ª descubrirse que en realidad no es de ning¨²n sitio y de todos.

El libro recoge todas estas vivencias chocantes y m¨¢s. Todos aquellos sentimientos que experiment¨® y que le hubiera gustado compartir con Adelina para buscar el consuelo que le faltaba. Acontecimientos que han marcado su vida y han hecho de Bachir Samb la persona que es hoy d¨ªa: un joven de 24 a?os con las ideas muy claras y que afana para que se reconozca su talento art¨ªstico.

Esta primera obra abarca los primeros diez a?os del regreso a Senegal de Bachir (2005-2015) y deja los restantes para una segunda parte que se publicar¨¢ m¨¢s tarde. El joven ha completado este proyecto con la composici¨®n de una canci¨®n, cuyo v¨ªdeo se lanzar¨¢ en junio, en la que pone m¨²sica a lo que siempre quiso contarle a Adelina.

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