No hay maricones en el f¨²tbol
La diversidad sexual sigue sin recibir el apoyo de los organismos que controlan este deporte
La UEFA considera mensaje pol¨ªtico el arco¨ªris. El s¨ªmbolo universal para reivindicar los derechos de las personas no heterosexuales ni cisg¨¦nero incomoda a los mandamases del f¨²tbol.
Recuerdo lo que cost¨® que no se pudiera llamar ¡°negro de mierda¡± a un jugador de f¨²tbol. Era octubre de 2013 y la campa?a arranc¨® con fuerza. Quer¨ªan que quedara muy claro que el color de la piel no tiene importancia en el deporte. Desde entonces han perseguido con mayor o menor acierto cada vez que se ha insultado a un futbolista desde las gradas o dentro del campo. Diez partidos le cayeron a un defensa del Slavia de Praga en los octavos de la Europa League de este a?o por insultar a un contrincante del Glasgow Rangers. Seg¨²n los testigos, Ondrej K¨²dela hab¨ªa dirigido insultaos racistas a Glen Kamara. ?Qu¨¦ habr¨ªa pasado, en este y en otros casos, si en vez de hacer referencia al color de la piel se hubiese producido un insulto relacionado con la homosexualidad?
El f¨²tbol, parece, es cosa de hombres, muy hombres. Tan hombres que a¨²n no ha salido ning¨²n jugador de f¨²tbol profesional del armario estando en activo. Y las malas lenguas cuentan, aportando nombres de directivos y de un club de Primera, que la decisi¨®n de hablar abiertamente de su orientaci¨®n sexual de un jugador se paraliz¨® in extremis con amenazas. Algo falla. Aunque solo sea por estad¨ªstica, est¨¢ claro que en los equipos de f¨²tbol tiene que haber gais. Otra cosa es que lo cuenten. Un 6% de la poblaci¨®n europea se declara, abiertamente, homosexual. Pero eso son los que lo dicen. En Hungr¨ªa, apenas un 1% de la poblaci¨®n lo ha reconocido, en Alemania se roza el 8%. Resulta complicado creer que por nacer en Hungr¨ªa vayas a ser menos homosexual que si naces en Alemania. Ya le gustar¨ªa a Viktor Orb¨¢n, quien ha prohibido que se hable de diversidad sexual en las escuelas h¨²ngaras y considera al colectivo LGTBI el enemigo p¨²blico n¨²mero uno.
El f¨²tbol es el mejor escaparate para lo que se quiera vender. Hace no mucho, Ronaldo, el Fen¨®meno, pidi¨® perd¨®n a las madres de todo el planeta por el peinado que populariz¨® en 2002, que las trajo a todas por la calle de la amargura. Porque lo que haga cualquiera de esas estrellas supone el acabose. Imaginen si saliera del armario. Como argumenta Marcelino Madrigal, analista de Inteligencia, ¡°nadie nace odiando, el odio se aprende¡±. Y por eso, precisamente, deber¨ªamos aprender todo lo contrario, siendo el f¨²tbol, el mejor aliado en esta batalla. Al f¨²tbol juegan la mayor¨ªa de los ni?os del planeta. Incluso en Hungr¨ªa. Me encant¨® creer que el estadio de M¨²nich pudiera iluminarse con la bandera arco¨ªris durante esta Eurocopa que se disputa con retraso. Como futbolera y no heterosexual, me sent¨ª arropada por esas estrellas que solo conozco como estrellazas con las que jam¨¢s me relaciono. Quer¨ªan que ocurriera durante el partido entre Alemania y Hungr¨ªa.
Era un gesto de sensatez y de apoyo a todos los gais de Hungr¨ªa. Aunque un 1% no es mucho, merecen sentirse apoyados, porque su situaci¨®n es muy complicada debido a las pol¨ªticas retr¨®gradas de su Gobierno. Se habr¨ªan sentido arropados por sus ¨ªdolos. El portero de la selecci¨®n h¨²ngara, P¨¦ter Gul¨¢csi, ha desafiado al primer ministro de su pa¨ªs criticando su actitud hom¨®foba.
Pero, aun as¨ª, la UEFA no lo ha permitido. Porque dicen sus normas que el f¨²tbol no se har¨¢ eco de ninguna reivindicaci¨®n pol¨ªtica. Como si los derechos humanos fueran una reivindicaci¨®n pol¨ªtica de la que pudieras eximirte. Y lleg¨® a investigar al capit¨¢n de la selecci¨®n alemana, Manuel Neuer por lucir un brazalete arco¨ªris, aunque, finalmente, no sancion¨® a la selecci¨®n de ese pa¨ªs. La respuesta a todas estas demostraciones hom¨®fobas en suelo alem¨¢n puede que empiece a ser una constante. Porque Neuer lleva ya dos partidos con el brazalete, el estadio no se ilumin¨®, pero el peri¨®dico conservador Bild amaneci¨® con la bandera arco¨ªris en su portada.
En Francia, en televisi¨®n y en fin de semana, cinco deportistas de ¨¦lite han salido del armario. Ning¨²n futbolista, por supuesto. Una esgrimista, una baloncestista, un patinador art¨ªstico, un nadador, una yudoca y un jugador de rugby lo hicieron delante de todo el pa¨ªs. Conviene tener en cuenta que en Francia el f¨²tbol es un deporte sin el tir¨®n y devoci¨®n de las masas, por mucho que organizaran mundial, Eurocopa y que, incluso, los ganaran. All¨ª es el rugby y sus jugadores los que se llevan todos los amores. As¨ª que, al menos en esta, los franceses volvieron a darnos una lecci¨®n de tolerancia, diversidad y educaci¨®n al resto de europeos.
Algo est¨¢ podrido en el f¨²tbol cuando son sus mandamases los que m¨¢s se empe?an en actuar como si en el f¨²tbol no hubiera maricones.
S¨ªgueme en Twitter y Flipboard y esc¨²chame en 'Con todos dentro'
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.