Vivir sin agua potable y con una sola comida al d��a

El camino que une Nkisoro y Yaqbarsadi, dos aldeas del condado de Isiolo, en el coraz��n de Kenia, es una tumba. Cientos de animales, principalmente cabras y vacas, yacen muertos y se descomponen en los m��rgenes. Aunque es raro que los camellos, m��s resistentes, fallezcan por falta de agua, la extrema sequ��a en el pa��s ha sido mortal para algunos, como el de la imagen.Juli��n Rojas

El condado de Isiolo, en el centro de Kenia, es uno de los 23 que componen las llamadas tierras ��ridas y semi��ridas del pa��s, en la mitad norte y este. Estas han sido las m��s impactadas por la sequ��a que tambi��n afecta a Somalia, Eritrea y Etiop��a. Tres estaciones secas consecutivas han llevado a una grave escasez de agua, matando ganado y cultivos, desplazando poblaciones y aumentando el riesgo de enfermedades y desnutrici��n severa.Juli��n Rojas

��Esto significa perder mi vida��, afirma Roba Godana, de 65 a?os, mientras se?ala con un bast��n los hedientos cad��veres de algunas de sus cabras muertas, la prueba de su quebrando. Desde que emprendi�� su periplo al sur, con su mujer y su ganado, en busca de mejores tierras, ha perdido 140 de sus 430 cabezas. Una fortuna: al precio habitual de 45 euros por cada una, podr��a haber obtenido algo m��s de 6.000 euros.Juli��n Rojas

El Gobierno declar�� la sequ��a como un desastre nacional a principios de septiembre de 2021, lo que implicaba aumentar los esfuerzos para ayudar a los hogares afectados con la distribuci��n de alimentos y agua, as�� como la adquisici��n de su ganado a��n vivo, pero amenazado de muerte. En este sentido, la Comisi��n de Carne de Kenia �Duna instituci��n p��blica cuyo objetivo es dar salida los productos de los ganaderos locales�D ha comprado desde entonces 11.250 vacas y 3.200 ovejas y cabras, seg��n el gabinete del presidente Uhuru Kenyatta.Juli��n Rojas

Las escasas lluvias en las estaciones h��medas (de octubre a diciembre y de marzo a mayo) son insuficientes. Lejos de mejorar la salud de la poblaci��n, estas err��ticas precipitaciones aumentan los casos de diarreas y otras dolencias, especialmente en los ni?os, pues desesperados por aliviar su sed, recogen en bidones ese agua estancada, sucia e insalubre para el consumo.Juli��n Rojas

Las precipitaciones tambi��n son insuficientes para el campo. Las cebollas de Josephine Kericho, de 25 a?os, no han crecido lo que ella esperaba. La mujer arranca unas cuantas de la tierra para ense?ar su tama?o. Los escu��lidos vegetales que cosecha son a la vez su alimento y fuente de ingresos para mantener a sus cinco hijos.Juli��n Rojas

Kericho vive con su prole en Nkisoro. El padre de las criaturas est�� desaparecido. ��Anda por el pa��s��, dice ella. Su pobreza es extrema. Su vivienda es un chamizo de adobe y paja de no m��s de nueve metros cuadrados, sin suelo pavimentado y el techo de uralita sujeto con piedras. Para no dormir sobre la tierra, ha extendido un saco de rafia en la mitad de la estancia.Juli��n Rojas

Cuando estaba embarazada hace un par de a?os, Kericho fue atendida por Mariam Nbithe (con una camiseta naranja en la fotograf��a), voluntaria de salud comunitaria. Su choza est�� muy alejada de cualquiera de las 55 instalaciones sanitarias m��s b��sicas del condado. Al comprobar su estado de salud, ya en las ��ltimas semanas de gestaci��n, su vecina la refiri�� al centro de salud. Ten��a anemia. Kericho dio a luz en el hospital, pero cuando regres�� a su chamizo, su pobreza era la misma y las bocas que llenar eran dos m��s: hab��a tenido gemelos. Ambos cayeron en desnutrici��n aguda y de nuevo Nbithe tuvo que intervenir y los peque?os se recuperaron. ��Antes, si no vend��a carb��n, no pod��a comprar alimentos y no com��amos��, explica. ��Ahora hacemos desayuno, almuerzo y cena. Me puedo permitir tres comidas al d��a��, a?ade con orgullo.Juli��n Rojas

Los niveles de seguridad alimentaria en el conjunto del pa��s han empeorado desde principios de 2021. La ��ltima evaluaci��n de las autoridades kenianas, de febrero de 2022, calculan en 3,5 millones las personas que padecen fuertes carencias de comida; son un 75% m��s que hace un a?o y, de ellas, unas 750.000 necesitan ayuda urgente para evitar la hambruna, sin��nimo de muertes masivas por inanici��n. Los organismos internacionales advierten que la situaci��n es cr��tica y faltan fondos para hacerle frente.Juli��n Rojas

"En ?frica, los ni?os est��n pagando el precio m��s alto por unas crisis que no han creado: 5,5 millones est��n amenazados por la desnutrici��n aguda", advierte el director regional de Unicef para ?frica Oriental y Meridional, Mohamed M. Fall. En el condado keniano de Isiolo, el total de casos en menores de cinco a?os subi�� de 16.757 en agosto de 2021 a 17.861 en marzo de 2022.Juli��n Rojas

Millones de kenianos viven demasiado lejos de las instalaciones sanitarias para prevenir y tratar dolencias, ahora exacerbadas por las consecuencias sobre la salud de la sequ��a. En Isiolo, la cl��nica m��vil de la iniciativa Beyond Zero �Dnombre que hace referencia al objetivo de cero muertes maternas�D, visita 14 enclaves remotos una vez por semana. Kakili es uno de ellos y all�� los profesionales cuentan con una estructura de uralita donde instalar unas sillas a modo de sala de espera y una mesa para pasar consulta, resguardados de la intemperie.Juli��n Rojas

En estos dispensarios m��viles cuentan con ayuda del gobierno regional, que provee las medicinas, y de la ONG Acci��n contra el Hambre, que facilita la log��stica de traslados del personal sanitario. Graias a ese apoyo se prestan servicios de planificaci��n familiar, inmunizaci��n, prevenci��n del VIH y monitoreo de la desnutrici��n aguda en zonas remotas. En la imagen, una madre se sube a la b��scula con su beb�� para conocer el peso de ambos.Juli��n Rojas

La extrema delgadez de la poblaci��n en las aldeas del condado de Isiolo es la prueba f��sica de que la mayor��a no se puede permitir m��s de una comida al d��a. Kenia, Somalia, Eritrea y Etiop��a suman 14 millones de hambrientos, que podr��an ascender a 20 en verano, alerta el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, si contin��an las condiciones de estr��s h��drico y estancamiento de la ayuda humanitaria.Juli��n Rojas

A finales de noviembre de 2021, las lluvias regresaron a la franja central de Isiolo (en el coraz��n del pa��s) despu��s de tres a?os. Pero en Kenia no llueve sobre mojado y las precipitaciones err��ticas en las estaciones h��medas son insuficientes. Lo fueron entonces y lo est��n siendo ahora. No hay agua para las bestias, ni las personas, ni el campo. El Centro de Predicciones Clim��ticas para ?frica del Este estima que 1,4 millones de cabezas de ganado perecieron el a?o pasado por la sequ��a en solo 15 de los 23 condados que confirman las tierras ��ridas. El inicio retrasado de la estaci��n de lluvias de octubre a noviembre de 2021 interrumpi�� adem��s la temporada t��pica de siembra. Y la actual ��poca de lluvias tambi��n est�� fallando.Juli��n Rojas

El motor de extracci��n de agua del tanque de 10.000 litros de Yaqbarsadi se estrope�� por sobre��so. Algunas mujeres sacan agua encaram��ndose al borde y absorbiendo el l��quido con una manguera hasta que cae y llenan sus bidones. Las peleas violentas con los pastores son frecuentes porque, a falta de fuentes de agua naturales para los animales, los llevan a beber a este lugar, reservado para las personas. Por eso, se est�� acondicionando un segundo punto de suministro y evitar as�� los enfrentamientosJuli��n Rojas

La ONG Acci��n contra el Hambre ha instalado, en el marco de su programa contra la desnutrici��n y de acceso a agua y saneamiento en el pa��s, un sistema solar para que el motor de extracci��n del tanque solo tenga que funcionar por la noche, con lo que se reduce el coste de combustible del generador. Para el mantenimiento de la instalaci��n se elegir�� un comit�� de agua y se abrir�� una cuenta bancaria donde se ingresar�� lo que se cobre por consumo, por ��nfimo que sea, para tener recursos disponibles en caso de necesitar reparaciones, explica Leo Oketch, ingeniero de agua y saneamiento de la organizaci��n.Juli��n Rojas

La movilidad de los pastores hacia el sur en busca de pasto y agua para evitar la muerte de su ganado tambi��n desencadena tensiones con las comunidades ya establecidas en esos lugares. Los recursos son escasos y no hay suficiente para compartir. En la imagen, una mujer que ha recogido agua con su burro, observa los cad��veres de unas cabras en descomposici��n, mientras camina hacia la tienda de campa?a en la que vive.Juli��n Rojas