Calma, el proyecto social y gastron¨®mico de Frutas Eladio en M¨¢laga
Un sello de calidad que distingue a producciones agr¨ªcolas de cercan¨ªa y de temporada en la provincia andaluza con el prop¨®sito de garantizar a los agricultores retribuciones justas y capacidad de subsistencia
Hab¨ªamos sorprendido a Tatiana Ulianich y a su marido Pepe ?lvarez recolectando cebolletas en la finca que ambos explotan en Co¨ªn (M¨¢laga), en el valle del Guadalhorce. Junto a Tatiana, ucrania, dos refugiadas compatriotas que colaboraban en las labores de extracci¨®n y limpieza. Me hallaba frente a dos peque?os agricultores que, como tantos otros en Espa?a, se encuentran al borde de abandonar sus labores en el campo estrangulados por la dictadura de la gran distribuci¨®n y la falta de rentabilidad.
Nos hab¨ªa invitado a visitarlos Paco Garc¨ªa, ide¨®logo de Frutas Eladio, empresa especializada en la distribuci¨®n de frutas y hortalizas, que anda entusiasmado con el proyecto Calma. Se trata de un sello de calidad minoritario que distingue a determinadas producciones agr¨ªcolas de cercan¨ªa y de temporada en la provincia de M¨¢laga sin otro prop¨®sito que garantizar a los agricultores retribuciones justas frente a un mercado que los asfixia en el terreno econ¨®mico.
C¨®mo era l¨®gico, me falt¨® tiempo para interrogar a Pepe ?lvarez.
?Por qu¨¦ te has sumado a Calma?
¡°Estaba a punto de tirar la toalla. Carec¨ªa de recursos para seguir y me ve¨ªa obligado a solicitar cr¨¦ditos para pagar los fertilizantes y las plantas necesarias. ?Sigo o me marcho? Me pregunt¨¦ a m¨ª mismo. ?D¨®nde me voy con 60 a?os? El proyecto Calma nos ha devuelto la esperanza, nos garantiza la venta de nuestra producci¨®n a precios estables.
?Has dejado de vender como antes?
¡°El mercado es el robo m¨¢s grande. Nos roban en el precio y en los kilos. ¡®Deja ah¨ª tu mercanc¨ªa¡¯, te dicen. ¡®Cuando la vendamos pasa por aqu¨ª y cobrar¨¢s lo que corresponda¡¯. Al depositarla te hablan de un precio de venta de 70-80 euros kilo, por decir algo, y cuando vas a cobrar siempre es menos, quiz¨¢ 60-65 euros. ¡®?Y esa caja que me hab¨¦is vendido a 40?¡¯. Pregunto. ¡®Al final tuvimos que liquidarla porque no se vend¨ªa¡¯, me responden. Si te pones flamenco y les dices que quieres que algo se venda a 80, ni un c¨¦ntimo menos, cuando pasas a cobrar te das cuenta de que las hortalizas se encuentran en las naves abandonadas. ¡®Como nos dijiste que a 80 euros y a ese precio no tiene salida se ha quedado atrasada¡¯, nos comentan entonces. Estamos sometidos, no nos queda m¨¢s remedio que aceptar su dictadura. Los peque?os agricultores agonizamos. Algo que no les pasa a los grandes terratenientes que tienen acceso a subvenciones. Nosotros no recibimos nada¡±.
¡°El trabajo de estos artesanos es el que deber¨ªa estar subvencionado por la Uni¨®n Europea¡±, intervino Garc¨ªa. ¡°Protegen la biodiversidad mejor que nadie. Las grandes explotaciones lo tienen todo organizado, manejan maquinaria, utilizan semillas modificadas y conocen los resortes para acceder a las subvenciones europeas. Por supuesto, saben c¨®mo asegurar sus cosechas contra las cat¨¢strofes meteorol¨®gicas. Por el contrario, Pepe y Tatiana, igual que otros peque?os, solo disponen de su mano de obra. Afortunadamente, est¨¢n volviendo a cultivar lechugas, tomates huevo toro y los ajos de la calidad que producen estas tierras¡±.
?No tienen seguros?
¡°En absoluto. Bastante hacen con cultivar la tierra. La Administraci¨®n espa?ola no dispone de ning¨²n organismo que los asesore y les gestionen las posibles subvenciones. Todo se lo llevan los grandes y los buitres que abundan en cantidades enormes¡±.
?C¨®mo ha sido el arranque de Calma?
¡°Eladio Rueda llevaba alg¨²n tiempo proponi¨¦ndome que trasladara a su empresa de distribuci¨®n de frutas y hortalizas un apartado minoritario destinado a la defensa de los productos artesanos. La misma pol¨ªtica que he venido aplicando en el restaurante El Lago, de cuya direcci¨®n me he ocupado durante 25 a?os¡±, me respondi¨® Paco Garc¨ªa. ¡°Se trataba de crear un micro proyecto dentro de una gran empresa. El sello Calma Eladio no persigue otra cosa que apoyar a los peque?os agricultores y poner en valor parte de nuestro patrimonio. Algo que nos identifica con el movimiento Slow Food de respeto y protecci¨®n de productos con enorme valor gastron¨®mico y antropol¨®gico¡±.
?C¨®mo lo hac¨¦is?
¡°Nos vinculamos con los productores y les garantizamos la venta al canal de Frutas Eladio a unos c¨¦ntimos m¨¢s elevados del precio medio del mercado. Si las patatas se est¨¢n vendiendo a 0,65 euros el kilo, nosotros les garantizamos 0,70 euros que al final para ellos representa un dinero¡±.
?Precios de compra m¨¢s elevados?
Evitamos intermediarios y corredores y, por otro lado, esos cinco c¨¦ntimos los repercutimos en nuestras tarifas. Me refiero a productos frescos, de proximidad y de calidad excelente. Las lechugas y cebolletas que acaban de recolectar Tatiana y Pepe llegar¨¢n hoy a nuestra nave y ma?ana a las mesas de cualquiera de los restaurantes a los que abastecemos. A los productores les ofrecemos distribuci¨®n y asesoramiento, y a los restaurantes, calidad y frescura¡±.
?Con cu¨¢ntos agricultores trabaj¨¢is?
¡°Est¨¢n distribuidos por sitios dispersos de la provincia. A cada uno le estimulamos para que se especialice en lo que mejor hace. Conseguimos alcachofas maravillosas en Campanillas al lado del aeropuerto; Pepe cultiva lechugas excelentes y cebolletas dulces y tiernas. La relaci¨®n crece poco a poco.
?Qu¨¦ significa el sello Calma?
¡°Calma Eladio es una filosof¨ªa que no tiene en absoluto el mismo ritmo de actividad de otros m¨¦todos extractivos. Se identifica con cercan¨ªa, con peque?os productores y con vegetales de temporada. En la caja ponemos el nombre de cada uno de los productores. Si todo el mundo me pidiera productos Calma no podr¨ªa abastecerlos¡±.
?Los peque?os tienen relevo?
¡°Ninguno. Afrontamos un problema muy serio. Si las circunstancias no se modifican estamos abocados a una desaparici¨®n paulatina. Si a los agricultores se les paga a 15 c¨¦ntimos el kilo de limones nadie va a cultivarlos. ?Qu¨¦ muchacho joven se va a incorporar al campo?¡±.
De momento, el proyecto Calma ha devuelto la ilusi¨®n a unos pocos. Una iniciativa de futuro que, a su vez, beneficia a parte de la hosteler¨ªa y a los cocineros empe?ados en proveerse de grandes productos.
S¨ªgame en Twitter: @JCCapel y en Instagram: @jccapel
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