'Made in Saig¨®n'

Cuando un enjambre de motoristas con mascarilla obliga a emplear un minuto de reloj para cruzar la calle es que, efectivamente, se ha llegado a la antigua Saig¨®n. Mirar hacia arriba no consuela: un espeluznante tendido el¨¦ctrico con m¨¢s de un millar de cables negros se despliega a escasos metros del suelo. Todo envuelto en una ca¨®tica atm¨®sfera de poluci¨®n y cl¨¢xones.

Aunque la estampa inicial no invite demasiado, Ciudad Ho Chi Minh, pulm¨®n financiero del nuevo Vietnam, merece varios d¨ªas para recorrer sus calles, mercados y museos. Para¨ªso para las compras, lo es tambi¨¦n al sentarse a la mesa: sus m¨²ltiples restaurantes permiten degustar la excelente cocina vietnamita. Recorrido en diez pasos por la ciudad que nunca duerme.

01 CHCM o Saig¨®n

Antes de adentrarse en semejante enjambre urbano, hay que detenerse en su nombre, por una pr¨¢ctica cuesti¨®n de entendimiento. Aunque rebautizada como Ciudad Ho Chi Minh (CHCM) en 1975 en honor al l¨ªder y s¨ªmbolo de la independencia del pa¨ªs (incluso 40 a?os despu¨¦s de su muerte), su antiguo nombre de pila sigue vivo entre sus gentes. Quiz¨¢ porque el r¨ªo, la cerveza y el tabaco locales siguen llam¨¢ndose as¨ª, Saig¨®n, referencia que sigue poblando los abundantes reclamos de ne¨®n que inundan el centro urbano. Por algo ser¨¢.

02 Recuerdos de guerra

Hay una visita imprescindible en Ciudad Ho Chi Minh, el Museo de Recuerdos de la Guerra. Sin grandes recreaciones de cart¨®n piedra, consiste en una sencilla muestra fotogr¨¢fica que retrata la otra cara de la Guerra de Vietnam: la visi¨®n de los vencedores. "Miren, miren el destrozo que hicieron en nuestro pa¨ªs...". Una de las gu¨ªas que ejercen en el museo sentencia de este modo al hilo de las fotograf¨ªas que ilustran las torturas de tropas americanas durante las controvertidas operaciones search and destroy (b¨²squeda y destrucci¨®n), o las consecuencias del uso indiscriminado de napalm sobre la selva (y sus aldeas).

No son las im¨¢genes m¨¢s duras. Las que muestran malformaciones gen¨¦ticas heredadas hasta en tercera generaci¨®n debido al uso de herbicidas y defoliantes experimentales -el terror¨ªfico agente naranja- por los americanos durante la guerra, las superan con creces. El silencio de los visitantes que desfila ante ellas es absolutamente revelador.

03 Huida por la azotea

Las referencias a la victoria vietnamita contin¨²an en el Palacio de la Reunificaci¨®n. En su interior claudic¨® el gobierno de Vietnam del Sur ante los "libertadores" del norte, y fue tambi¨¦n el ¨²ltimo reducto norteamericano en el pa¨ªs: la r¨¦plica de un helic¨®ptero de la US Army, supuestamente olvidado por los estadounidenses en su precipitada huida, se mantiene como recuerdo.

El edificio es setentero, por fuera y por dentro. Enmoquetados salones, una sala lounge ( "de juegos" concretamente) ideal para una fiesta ye-y¨¦, as¨ª como unos s¨®tanos que devuelven al visitante a las ¨²ltimas horas del conflicto: grises pasillos subterr¨¢neos, la sala de guerra del presidente (catre incluido en la estancia anexa), el centro de transmisiones con vetustos equipos de radio y hasta una vitrina con la bandera vietnamita izada en el balc¨®n de la cuarta planta aquel 30 de abril de 1975, junto a un simb¨®lico Kalashnikov.

04 La milla del mochilero

Pham Ngu Lao es un punto de referencia en Ciudad Ho Chi Minh, especialmente para el viajero de corte mochilero. Hoteles low cost, restaurantes y bares para turistas y tiendas de todo tipo (aunque predomina el souvenir) se agolpan en esta calle y sus aleda?as.

Adem¨¢s, infinidad de agencias de tours ofrecen visitas organizadas de uno o varios d¨ªas al cercano delta del Mekong o los llamativos (y tur¨ªsticos) t¨²neles de Cu Chi, al norte de la ciudad. Aunque son una alternativa f¨¢cil, r¨¢pida y econ¨®mica si se dispone de poco tiempo, hay que tener claro que, por lo general, impiden cualquier tipo de libertad de movimiento al viajero. Contratemos o no una excursi¨®n, la incesante y bulliciosa actividad de esta c¨¦ntrica manzana merece al menos un peque?o paseo.

05 Mercado de Ben Thanh

El centro neur¨¢lgico de Ciudad Ho Chi Min es un mercado donde se puede comprar (casi) de todo. Telas, especias, olorosos productos desecados, art¨ªculos de higiene o limpieza, chucher¨ªas, excelente caf¨¦ vietnamita, las flores m¨¢s vistosas, un juego de damas chinas, postales, camisetas de todo a 100, imitaciones de moda made in vietnam... Todo cabe en Ben Thanh.

Si el downtown no es suficientemente aut¨¦ntico, por toda la ciudad hay alternativas m¨¢s callejeras, como el mercadillo de Huynh Thuc Khang, a dos pasos del centro. Carism¨¢tico, fue el mercado negro de la electr¨®nica hasta su legalizaci¨®n. Hoy ofrece de todo, desde carne fresca y pescado vivito y coleando, hasta posters o unas Converse All Star de dudosa imitaci¨®n.

06 Un paseo colonial

Sin salir del c¨¦ntrico Distritito 1, Dong Khoi supone un contraste absoluto respecto al mochilero ambiente de Pham Ngu Lao. Hacia el otro lado de Ben Thanh, sus amplias, tranquilas y limpias calles alternan bellos edificios de estilo colonial como el H?tel de Ville (sede actual del Comit¨¦ Popular), con los hoteles m¨¢s lujosos de la ciudad: Sheraton, Rex o el hist¨®rico Continental. No falta un distinguido surtido de restaurantes, bares y comercios, que incluyen las mejores firmas internacionales.

Merece atenci¨®n la sede central de correos, edificio de estilo franc¨¦s cuya c¨²pula de acero y cristal data de mediados del siglo XIX. En su interior, adem¨¢s de cabinas de madera en serie para conferencias internacionales, un plano gigante muestra la extensi¨®n de la ciudad en 1892.

07 Chol¨®n

Est¨¦ticamente, el barrio chino no es un chinatown al uso como sus hom¨®logos de Nueva York o San Francisco, pero el compulsivo pulso que respiran sus calles y aceras lo hace sumamente atractivo. Se puede encontrar refugio en las innumerables y tranquilas pagodas (y buscar esv¨¢sticas en la de Quan Am), y afinar el olfato en las herborister¨ªas naturales de Hai Thuong Lan Ong.

08 Pagoda Emperador de Jade

Alejada del centro, la pagoda del Emperador de Jade es una de las m¨¢s grandes y visitadas de la ciudad. Monstruosas estatuas de varios metros de altura abordan al visitante cuando accede al santuario principal, dedicado al dios tao¨ªsta supremo y siempre envuelto por el incesante humo de las varillas de incienso prendidas por los fieles.

El toque curioso lo aportan los vendedores de peces y tortugas que hay en la entrada, animales que se ofrendan a las deidades en un peque?o estanque ubicado en el patio de acceso al templo.

09 'Pho' presidencial

Gastron¨®micamente, Ciudad Ho Chi Minh no desentona respecto al resto del pa¨ªs. Sin llegar a la exquisitez de Hu¨¦ o Hoi Anh, es posible comer bien (y barato) en las calles de la antigua Saig¨®n. Por ejemplo, un tradicional Pho (sopa con ternera, brotes y noodles de arroz) en Pho 2000, c¨¦lebre desde que el mismo Bill Clinton lo hiciera. Quienes eviten los restaurantes callejeros, la cadena Pho 24 es una buena (y as¨¦ptica) alternativa, de d¨ªa y de noche.

Resultan tambi¨¦n recomendables los restaurantes que cada noche se montan (y desmontan) en torno al mercado de Ben Thanh. Cuando ¨¦ste cierra sus puertas, bajo improvisadas carpas se pueden degustar delicias como el banh xeo, o excelentes pescados y mariscos a la parrilla sacados directamente del acuario. M¨¢s fresco imposible.

10 Saig¨®n desde arriba

Toda gran urbe requiere una panor¨¢mica lo m¨¢s a¨¦rea posible. La mejor opci¨®n es tomarse un c¨®ctel en el Level 23, exquisita terraza ubicada en lo alto del Hotel Sheraton. Por el precio de una copa en un bar cualquiera de Madrid tendremos una hermosa panor¨¢mica nocturna del coraz¨®n de la ciudad. A dos pasos, se encuentra el hist¨®rico Hotel Continental, en el que se alojaban los corresponsales de prensa durante la guerra de Vietnam. Aunque su hall haya cambiado, su ice milk coffee sigue siendo, probablemente, el mejor de la ciudad.

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