Ruta jugosa por las calles de San Sebasti¨¢n

Bu?uelos de pescado, pl¨¢tano y jam¨®n, hongos olorosos... En San Sebasti¨¢n, ya se sabe, "zurito" de cerveza y "pintxo". Hay mil rutas y cada local tiene su bar. El centro, 'lo viejo', es siempre apuesta segura para una ruta intensa. Sabores de San Sebasti¨¢n es el recorrido que propone la misma oficina de turismo de la ciudad. El trayecto se inicia en el mercado de la Bretxa, donde habitualmente compran cocineros como Pedro Subijana, Juan Mari Arzak y Mart¨ªn Berasategui. Un antiguo mercado de abastos en el que recientemente se han acometido obras de reforma y donde se siguen vendiendo pescados, frutas y todo tipo de alimentos. La venta no s¨®lo se hace en el interior, tambi¨¦n en el exterior. Una peculiaridad que hace especial este mercado.

El primer pincho se puede tomar nada m¨¢s salir del mercado. Muy pr¨®xima est¨¢ la calle de Aldamar, aqu¨ª se encuentran el bar Haizen, donde se puede degustar un bu?uelo de bacalao, y el bar Iturrioz, aqu¨ª una de las especialidades es el pincho de Lasa?a de anchoa.

Sabores de San Sebasti¨¢n contin¨²a por la calle de Ferm¨ªn Calbert¨®n, que pertenece a la zona vieja de la ciudad, y es aqu¨ª donde hay m¨¢s bares con pinchos por metro cuadrado en la ciudad vasca. En el n¨²mero 4 se sit¨²a Izki?a donde la especialidad caliente es el pincho de bacalao frito o al ajoarriero. Sin embargo si se prefiere uno frio, una buena elecci¨®n es el de pastel de pescado. El viajero tambi¨¦n puede subir al n¨²mero 15 de esta calle y probar las brochetas de Egosari. Existen de rape, mejill¨®n, pl¨¢tano con jam¨®n... Tambi¨¦n es muy recomendable el pincho de foie con mango, jam¨®n ib¨¦rico y frambuesa.

Una de las v¨ªas perpendiculares a Ferm¨ªn Calbeton es la calle Mayor y en el n¨²mero 31 los viajeros se encontrar¨¢n con la Casa Vergara. Cientos de pinchos decoran la barra de este local que tiene el orgullo de haber recibido en dos ocasiones el Premio Label Vasco de Calidad. Uno de los m¨¢s famosos pinchos es el Incomprendido que se sirve caliente y seprepara con una berenjena rellena de espinacas, zanahorias y una reducci¨®n de Martini. TAmbi¨¦n impresiona su purito, con forma de puro, cuyo incrediente principal es la morcilla.

Muy pr¨®xima a la calle Mayor se llega a la plaza de la Trinidad. En el n¨²mero 2 el restaurante Txuleta, que al igual que los anteriores es un establecimiento asociado a la ruta Sabores de San Sebasti¨¢n, tiene una amplia oferta de pinchos.Por ejemplo, la croqueta de chuleta y el pincho deesp¨¢rragos rellenos.

Para terminar con los bocaditos salados, los viajeros pueden pedir la brocheta de jam¨®n o la Presa ib¨¦rica, un solomillito de cerdo, en el restaurante-taberna Gandarias. Ya en la zona del puerto, y para degustar un pincho m¨¢s marino,Bernardo-Etxea preparala brocheta de gambas.

Y nada mejor para terminar la jornada gastron¨®mica que ir hacia la calle del 31 de agosto, la ¨²nica que qued¨® en pie tras un incendio del a?o 1813 con motivo de un asedio, donde en el bar-restaurante La Vi?a es tradici¨®n tomar una porci¨®n de tarta. Las especialidades son la de queso y la de manzana. En esta ocaci¨®n en vez de un "zurito", una buena elecci¨®n ser¨ªa una bebida caliente, por ejemplo un caf¨¦. A la salida de La Vi?a se puede continuar por esa misma calle y admirar la Bas¨ªlica de Santa Mar¨ªay la escultura de San Sebasti¨¢n, patr¨®n de la ciudad, que est¨¢ en su portada. El templo tambi¨¦n lucela imagen de un barco, s¨ªmbolo muy relacionado con la ciudad por su historia mar¨ªtima.

Para conocer m¨¢s puntos de inter¨¦s tur¨ªstico es recomendable acercarse a la plaza de la Constituci¨®n, el coraz¨®n de la ciudad y cercana tanto a la calle Ferm¨ªn Calbet¨®n y la calle del 31 de agosto. Muchos viajeros reconocer¨¢n este enclave por ser aqu¨ª donde se hace la Tamborrada donostiarra durante las fiestas. Adem¨¢s, llama la atenci¨®n la numeraci¨®n de ventanas y balcones que corresponden a los puestos que se alquilaban cuando aqu¨ª serealizaban corridas de toros. Tambi¨¦n se puede apreciar un edificio de estilo neocl¨¢sico que antiguamente era el ayuntamiento y que a?os m¨¢s tarde pas¨® a ser un casino.

Dentro de la ruta Sabores de San Sebasti¨¢n, otros enclaves quese visitanson la Iglesia de San Vicente, que data del siglo XVI y se enmarca en la corriente g¨®tica, y el museo San Telmo, un antiguo convento de dominicos con un claustro herreriano.

Arzak, Berasategui y Subijana, de ruta por Donosti