Un milagro para Tonino
Paseo por Valencia con el presentador de televisi¨®n, con paradas en un convento, una librer¨ªa de lance y un restaurante japon¨¦s
Nadie puede escapar a su condici¨®n humana, y Tonino, el irreverente entrevistador televisivo caracterizado por sus surrealistas preguntas, ni lo intenta. Al contrario, lo enfrenta al m¨¢s puro estilo Almod¨®var de Entre tinieblas. Nacido en el burgu¨¦s barrio del Eixample de Valencia, el c¨®mico, showman y creador de innumerables sketches, sale de su casa en la c¨¦ntrica calle de Cirilo Amor¨®s dispuesto a la reconversi¨®n espiritual en la siguiente esquina, entre la modernista calle de Hern¨¢n Cort¨¦s casi con el cruce con la Gran V¨ªa valenciana. Una parada en el convento de la orden de las Adoratrices Esclavas del Sant¨ªsimo Sacramento, adonde Tonino acudi¨® de peque?o en busca de la sanaci¨®n por un problema ¨®seo. "Yo estuve aqu¨ª, en la cama donde muri¨® en 1865 la beata Mar¨ªa Micaela, m¨¢s conocida como La Santa".
Tras un caf¨¦ en el Gin Club 12, de Conde Altea, prosigue una ma?ana soleada de paseo, an¨¦cdotas de barrio, visitas a viejas librer¨ªas y ultramarinos novecentistas, convertidos en aut¨¦nticas tiendas de delicatessen. El trayecto finaliza con una comida en el Manga Sushi Bar, seducido Tonino por "la amabilidad de las camareras, los ingredientes cuidados y el sushi, que preparan en el momento".
01 En la cama-jerg¨®n
La antigua casa de acogida de mujeres Madre Sacramento es hoy un monumento con toques kitsch. Nos abre sor Regina, y muy amable nos ense?a el bel¨¦n con el lema Jes¨²s en el mundo. Y el mundo es, como no pod¨ªa ser de otra manera, una aut¨¦ntica y enorme bola del mundo con luz y todo. Una donaci¨®n de una creyente. "En el siglo XIX, sor Micaela, La Santa, retiraba a las criadas embarazadas por los se?oritos, que no pod¨ªan volver al pueblo humilladas, y las pon¨ªa a coser para que no acabaran descarriadas", relata Tonino. "A m¨ª, de peque?o, me pusieron en la cama-jerg¨®n para que me curara". Ahora llegan en peregrinaje de todo el mundo: Filipinas, Honduras, de todos los pa¨ªses del mundo, atra¨ªdos "por sus poderes de curaci¨®n", explica sor Regina. Desconocida para la mayor¨ªa de los comunes mortales que circulan por la ciudad, la capilla con los restos incorruptos de La Santa nos adentra en una experiencia almodovariana.
02 El ultramarinos
En el mismo cuadrante, siguiendo hacia Conde Altea esquina con Almirante Cadarso, aparece el imponente ultramarinos de 1927 que Dan Gill compr¨® hace ocho a?os con su socio y due?o del restaurante Riff, Bernd Kn?ller. Sin alterar el sabor a?ejo de las estanter¨ªas originales de madera, ambos le dieron un nuevo impulso. "La idea de Bueno para Comer es vender productos importados de peque?a producci¨®n artesana. Champ¨¢n, productos italianos e ingleses, vinos alemanes especializados, pasta fresca, salsas", explica Gill. A Tonino le fascinan las molduras de la tienda. "?Qu¨¦ viejas! Tienen un sabor antiguo. Un sabor que no se puede mejorar con dise?o. Yo lo conoc¨ª como el ultramarinos de la esquina". "Anteayer compramos un tempranillo con bobal de cuatro euros", recomienda Tonino, que recuerda que llev¨® a una cena tem¨¢tica sobre Mozart "una bebida sin alcohol hecha de frutas naturales, jengibre, lim¨®n, sa¨²co y frutos rojos, que se puede combinar para hacer un ponche".
03 Entre la vida y el arte
La Librer¨ªa de Ocasi¨®n est¨¢ en la calle del Maestro Gozalbo, entre el n¨²mero 4 y el 6. Presidido por un enorme ventilador de madera de cuatro aspas, es un local peque?o donde los libros se amontonan en estanter¨ªas de madera. Su due?o, Jos¨¦ Luis Boado, se la compr¨® a un librero hace 15 a?os. Puedes encontrar desde cuadros hasta c¨®mics, novelas del coraz¨®n, libros de autoayuda o ediciones antiguas. En el escaparate conviven un cat¨¢logo de Equipo Cr¨®nica junto a un ejemplar de Cocina simplemente deliciosa o la biograf¨ªa de Virginia Wolf Entre la vida y el arte, del poeta ingl¨¦s John Lehmann, por dos euros.
04 Pasteles de siempre
La saga confitera La Rosa de Jeric¨®, en Hern¨¢n Cort¨¦s, 14, "es una pasteler¨ªa de toda la vida" que parece una bombonera. Se pueden comprar marcos para fotos, cajitas de porcelana, juegos de caf¨¦, trineos para adornar con caramelos, dulces de todo tipo y lo que m¨¢s le llama la atenci¨®n: una vajilla decorada con los dibujos que Saint-Exup¨¦ry hizo para El principito. "Tiene m¨¢s de 100 a?os, primero estuvo en la calle de la Paz, luego en Comedias y ahora aqu¨ª".
05 Joyas antiguas
Tonino sigue el paseo por su "barrio de toda la vida". Su madre se crio en una sastrer¨ªa situada en los bajos de una imponente finca modernista del siglo XIX de la calle de Cirilo Amor¨®s y acab¨® montando la primera tienda vintage de la zona, una tienda de antig¨¹edades. La entrada de m¨¢rmol y estuco est¨¢ situada casi enfrente de la Joyer¨ªa Vend?me, de "joyas antiguas recuperadas". Tonino se?ala un broche de principios del siglo pasado, cuya mec¨¢nica hace que los rosetones puedan cambiar de posici¨®n.
06 Alga crujiente
"Aqu¨ª estaba la lecher¨ªa, ah¨ª la carboner¨ªa, y hab¨ªa una planchadora, oficio que siempre me fascin¨®". Tonino revive el barrio de su ni?ez, con sus rostros y sus oficios a la antigua, ahora transformado por la presi¨®n inmobiliaria en una zona moderna de tiendas y oficinas. "Se ha convertido en un barrio de poblaci¨®n flotante, de noche aparcas sin problemas". Llegamos al final de nuestra ruta, el Manga Sushi Bar, en Conde Altea, 13. Un peque?o y acogedor restaurante, atendido por Elena Garrido y su ayudante, D¨¦borah Vigo, en el que cualquier delicia construida sobre una fina arquitectura de manjares es posible. "En el temaki es esencial que el sushi est¨¦ enrollado a mano, ya que el alga nori que lo recubre tiene que estar crujiente. Si se elabora con antelaci¨®n, tiene un sabor completamente distinto", aprecia Tonino. Un desfile de sopa tailandesa, uramaki de at¨²n crujiente y picante y ostras rebozadas con toque de wasabi hacen que la cocina tradicional japonesa, "enriquecida con los viajes" de sus creadoras, se convierta en un placer tan mediterr¨¢neo como literario. Tanto como lo es la fachada del antiguo cine Metropol, que inaugur¨® el t¨ªo de Tonino en los a?os treinta con la entonces actriz infantil prodigio Pilar¨ªn Llorca. Todav¨ªa suena en su cabeza el ritmo fox de "Mam¨¢, mam¨¢, / yo quiero un patinete / porque este juguete / de moda est¨¢".
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