Escapada a Din¨®polis

Como alguien ha sugerido, este hotel es una nave tuneada en un pol¨ªgono industrial. Solo que, por avatares del destino, en lugar de acoger a una clientela de viajantes, suelen ser ni?os al borde de la adolescencia quienes corretean por los pasillos y comparten habitaciones con sus progenitores. Da la casualidad de que el parque tem¨¢tico de los dinosaurios, Din¨®polis, se encuentra en la ciudad, y los yacimientos en las proximidades. Teruel suma as¨ª otros atractivos con los que entretenerse por m¨¢s tiempo.

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Grandes cristaleras

De puertas adentro, el hotel se ve como un coloso. Amplio vest¨ªbulo, que hace peque?o el mostrador de recepci¨®n, corredores insondables, techos altos y desoladores, cristaleras enormes para que no falte luz y, al fondo, un patio ajardinado de vastas proporciones, algo desali?ado de d¨ªa y abarrotado por la tarde, cuando la vuelta de Din¨®polis en temporada alta lo convierte en el ¨¢gora imprescindible para el desahogo infantil.

Cierto es que las habitaciones no dan para mucho. Funcionales, neutras, algo exiguas para dos personas, con un colgador sin puertas para la ropa y una cama de colch¨®n mullido (tal vez fofo), resuelven la papeleta a quienes no est¨¢n por la labor de quedarse en el hotel m¨¢s de lo necesario. Su insonorizaci¨®n, en cambio, es ¨®ptima. Menos mal, porque desde el amanecer, en d¨ªas laborables, hay un constante trasiego de camiones en el pol¨ªgono industrial insoportable al hu¨¦sped insomne. Las vistas tampoco ayudan: gran parte de las ventanas dan al aparcamiento.

Unas m¨¢quinas de vending, operativas las 24 horas, resuelven cualquier incontinencia en el bar. As¨ª, el desayuno de estas m¨¢quinas puede satisfacer tanto como el de buf¨¦, muy modesto en calidad y variedad, con servicio de rancho, propio del car¨¢cter industrial del establecimiento.

Porque el m¨¢s com¨²n de los sentidos, aqu¨ª, es el que destila en colores, formas, olores, y hasta humedades, el DinoSpa. Casi 1.000 metros cuadrados de atracciones termales para los m¨¢s peque?os (si son menores de cinco a?os, acompa?ados por un monitor), con un universo multitem¨¢tico de piscinas, toboganes, cuevas, juegos de bolas y pozas donde tambi¨¦n chapotean los mayores sin excusa, quiz¨¢ porque en instalaciones as¨ª uno nunca deja de ser un ni?o.

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