C¨®mo alquilar una casa por d¨ªas en Berl¨ªn

Si uno va a visitar Berl¨ªn, una alternativa para alojarse es alquilar una casa por d¨ªas. No se trata de recurrir en un impersonal apartamento para turistas o a una casa de hu¨¦spedes con casero incluido. Tampoco consiste en pedir prestado un sof¨¢ por medio de couchsurfing, si no en ser due?o y se?or por unos d¨ªas de un verdadero hogar, con sus comodidades e inconvenientes. Para la mentalidad berlinesa no es ninguna locura. Es en realidad una opci¨®n viable. Algunos residentes de la ciudad realquilan de forma legal sus propias casas, incluso cuando van a ausentarse por menos de una semana. Para el visitante es una buena alternativa al hotel, m¨¢s espaciosa e ¨ªntima, aunque sin servicio de habitaciones.

Esta opci¨®n es posible a trav¨¦s de una modalidad de alquiler llamada Zwischenmiete. El inquilino de un inmueble puede alquilarlo sin ser el propietario del mismo, siempre y cuando no exceda un determinado n¨²mero de semanas por a?o. Webs como www.wg-gesucht.de/en cuentan con doble versi¨®n en alem¨¢n e ingl¨¦s y en ellas se pueden encontrar apartamentos, estudios o habitaciones a precios que mejoran a los de un hotel e incluso a los de los recurridos Bed & Breakfast. Otra opci¨®n, solo en alem¨¢n, es www.studenten-wg.de.

Al no haber intermediarios tampoco hay comisiones de por medio. Se trata directamente con la persona que vive en la casa quien, por lo general, no intenta hacer mayor negocio que el afrontar el alquiler de un lugar que no va a utilizar y cuyos costes son muy inferiores a los del resto de capitales europeas. La web tampoco entiende de temporadas alta y baja y la oferta se mantiene en condiciones similares durante todo el a?o.

La desventaja para el viajero es que este tipo de alojamiento se rige por la oferta y no por la demanda, por lo que hay que amoldarse al periodo de ausencia del propietario o inquilino del lugar. A mayor flexibilidad de fechas en el viaje m¨¢s posibilidades de aprovecharse de esta modalidad de alojamiento.

Un ejemplo de ganga real: piso de 60 metros cuadrados y dos habitaciones, en la mejor zona de Kreuzberg, bien decorado y amueblado, con wifi, disponible para ocupar durante 26 d¨ªas ¨Co menos¨C entre diciembre y enero cuesta 30 euros al d¨ªa. Algunos espacios est¨¢n libres solo para unos d¨ªas y otros durante semanas o meses enteros ¨Ccuyo precio oscila entre los 300 y los 800 euros¨C. Hay propietarios que incluso proponen intercambiar viviendas, como hac¨ªan Juliette Binoche y William Hurt en la pel¨ªcula Romance en Nueva York, aunque seguramente con menos glamour e ¨ªnfimas expectativas amorosas.

No es una opci¨®n convencional pero puede verse como una oportunidad para completar la experiencia de estar en Berl¨ªn viviendo como lo hace la gente local.

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