C¨®mo sobrevivir al buf¨¦ n¨®rdico embarcado en el B¨¢ltico

Con la llegada de la primavera comienza el deshielo en el Mar B¨¢ltico. Las focas se suben a alg¨²n bloque de hielo y as¨ª disfrutan de los ef¨ªmeros rayos solares. Y tambi¨¦n se animan las rutas de los barcos de pasajeros. Seg¨²n las cifras de 2012, unos 13 millones de turistas surcaron las aguas del B¨¢ltico. La ruta m¨¢s popular es la que une las capitales de Finlandia, Helsinki y Estonia, Tallin.

Un cl¨¢sico de las rutas en el B¨¢ltico es sin duda el Buf¨¦ N¨®rdico. Todas las navieras se esmeran en ofrecer la mejor versi¨®n del m¨ªtico buf¨¦. Los precios oscilan entre 26 y 42 euros. Esto incluye gran variedad de comida, entrantes, platos calientes, postres, quesos, caf¨¦ y bebida. Esta ¨²ltima incluye cerveza local, sobre todo estonia, y vino pele¨®n, blanco y tinto de grifo, por lo general proveniente de Italia o de Espa?a. El comensal tiene dos horas para satisfacer su apetito y su sed. Todo transcurre bajo el protocolo del autoservicio.

Los entrantes pueden ser lo m¨¢s interesante del buf¨¦. ?ste contiene una buena cantidad de pescados fr¨ªos, como lucio, salm¨®n, farra y perca, tanto ahumados como y marinados. Otro entrante que llama la atenci¨®n es el caviar, o caviares, pues hay de trucha, de farra o incluso de esturi¨®n en cautividad. Estos caviares, en sus versiones negro, rojo y amarillo, pueden ser acompa?ados con smetana (nata agr¨ªa) y cebolleta. El aut¨¦ntico caviar de esturi¨®n del Mar Caspio es demasiado caro y exquisito como para formar parte de la mesa. Muchos comensales acompa?an sus entrantes con un trago de vodka, que se paga aparte.

Para el segundo plato, el buf¨¦ tambi¨¦n ofrece variedad. Por lo general habr¨¢ salm¨®n al horno, cerdo y ternera, acompa?ados de verduras, patatas y arroces. Aqu¨ª hay que tener en cuenta que la patata es unos de los principales ingredientes de la comida n¨®rdica; en cambio el arroz es casi un reci¨¦n llegado. As¨ª las cosas, las patatas son m¨¢s de fiar. En cuanto a las carnes, cuidado, por lo general la ternera estar¨¢ seca y demasiada cocida, lo mismo que las verduras.

La mesa de los quesos no es gran cosa, m¨¢s all¨¢ de alguna variedad azul y un brie no hay mucho que elegir. En cambio la mesa de la reposter¨ªa ofrece una gran cantidad de postres. Aqu¨ª se impone la tradici¨®n germana, donde la nata montada tiene un lugar privilegiado.

Para concluir la comida lo natural ser¨ªa un caf¨¦. Pero, ciudado de nuevo, el buf¨¦ ofrece solo caf¨¦ tipo americano de una m¨¢quina, por lo general no muy bueno. Algunos comensales prefieren terminar con un brandy, que por su puesto se paga aparte. Con suerte, la naviera ha puesto a la venta alg¨²n brandy espa?ol.

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