Muelles a dos alturas
Las terrazas de verano se asoman a los canales de Utrecht, ¨²nicos por sus paseos a pie de calle y casi a ras del agua. Arquitectura moderna, flores y mucho encanto holand¨¦s
Dos espadas cruzadas doblan sus hojas hasta formar con ellas un coraz¨®n. Es el emblema que luce en banderolas y muros de Utrecht, como s¨ªmbolo del tratado de paz que all¨ª se firm¨® en 1713. El que dibujaba nuevas fronteras para Europa y Am¨¦rica tras dos siglos de guerras; la ¨²ltima de ellas, la de Sucesi¨®n al trono espa?ol. A escasa media hora de tren de ?msterdam, Utrecht celebra el tricentenario de la mejor manera posible: mostr¨¢ndose al mundo como escaparate de vida urbana ejemplar, casi id¨ªlica y hasta jocunda. Con m¨¢s de 300.000 vecinos (la cuarta parte de ellos, estudiantes universitarios), sus muelles y canales se llenan de animaci¨®n, y el rico legado arquitect¨®nico del centro hist¨®rico se va ligando mejor a la zona moderna mediante un ambicioso plan que fija su horizonte en 2030 (www.cu2030.nl) y contar¨¢, entre otras cosas, con nueva estaci¨®n ferroviaria, biblioteca, palacio de la m¨²sica, casino, hoteles, oficinas y apartamentos: todo pura vanguardia.
10.00 El campanario y el hurac¨¢n
La banda sonora de Utrecht son las campanas. El carill¨®n de la catedral (1) suena a todas horas, incluso durante la noche. El campanario que las aloja, el m¨¢s alto de Holanda, se cierne desde cualquier calle; conviene subir a esa torre y contemplar el plano real de la ciudad, para orientarse. La parte central de la catedral fue abatida por un hurac¨¢n en 1674, as¨ª que la torre est¨¢ separada por una calle del ¨¢bside y claustro, que resistieron la furia celestial. En torno a la catedral se recoge el n¨²cleo m¨¢s vetusto. A un paso de la torre puede verse en el pavimento por d¨®nde pasaba la muralla romana del castellum Traiectum. Un antiguo templo metodista, m¨¢s all¨¢, aparece empapelado con vocablos espa?oles: es el Instituto Cervantes (2). En la misma calle, un secreto: una iglesia escondida. Llamaban as¨ª a las iglesias cat¨®licas que no se pod¨ªan ver desde la calle, al estar prohibido su culto por el oficialismo protestante. Pues esta iglesia oculta de San Willibrord es la m¨¢s coqueta y vistosa de la ciudad, neog¨®tica y pintada de colorines. M¨¢s sobria, cruzando Jansstraat, es la iglesia Jan (3); frente a ella, una estatua de Ana Franck pareja a la de ?msterdam preside el mercado de flores de los s¨¢bados (el precio de las flores es hasta cinco veces inferior al que se paga en Espa?a).
12.00 El Tratado de Utrecht
Cerca tambi¨¦n de la catedral, pero en direcci¨®n opuesta, se refleja en un canal la Paushuize (4), o sea, ¡°residencia papal¡±: es la casa de Adriano VI, tutor y regente de nuestro emperador Carlos, y ¨²ltimo papa no italiano hasta el polaco Wojtyla. Ese barrio es el m¨¢s evocador de Utrecht. Las casas del antiguo beguinaje, en Niewstraat, nos llevan al Central Museum (5) (www.centraalmuseum.nl). Al margen de sus colecciones de pintura, este a?o podr¨¢ verse all¨ª una exposici¨®n conmemorativa del Tratado de Paz (www.vredevanutrecht2013.nl). ?Por qu¨¦ se firm¨® all¨ª? Por su f¨¢cil acceso por tierra y agua, y como gesto amistoso hacia el rey franc¨¦s, parece ser. Pero sobre todo porque aquella guerra viral se hac¨ªa insostenible: mantener ej¨¦rcitos de 100.000 hombres, con comida, armas y munici¨®n, salarios, m¨¢s lo que se perd¨ªa en destrozos o mano de obra desperdiciada..., mejor hacer las paces. Aunque a Espa?a le costara Gibraltar (y Menorca, Sicilia, N¨¢poles, Cerde?a y otros enclaves). El Museo de la Universidad (6) (www.museum.uu.nl), que est¨¢ al lado, tambi¨¦n vale la pena.
13.00 Una casa con estilo
Con la misma entrada del Museo Central se puede visitar la Casa Rietveld Schr?der (7) (www.rietveldschroderhuis.nl), a un par de minutos en bici. La Unesco la ha incluido en su lista de patrimonio por ser obra maestra del arquitecto Gerrit Rietveld, miembro del grupo De Stijl (El Estilo). Este se form¨® en torno a la revista hom¨®nima que lanz¨® en 1917 el pintor Theo van Doesburg, y al que se asoci¨® Piet Mondrian. Rietveld construy¨® esta casa en 1924 para su amiga Truus Schr?der; cuando esta enviud¨®, el propio Rietveld se fue a vivir con ella. La vivienda se ha mantenido tal cual, con todos sus muebles y cachivaches, y es buena muestra del ideario de De Stijl: racionalidad, funcionalismo, colorido (colores primarios capturados en estructuras geom¨¦tricas). Hay otros buenos ejemplos de arquitectura moderna, como el macizo edificio de Correos (8), de 1924 (no saben qu¨¦ hacer con ¨¦l), o el Ayuntamiento (9), intervenido en 1995 por el catal¨¢n Enric Miralles. Para almorzar algo ligero, algunos locales en torno al Ayuntamiento y la catedral ofrecen un men¨² a unos 15 euros por barba.
15.00 Los secretos del agua
Antes de que avance la tarde, no estar¨¢ mal echarse al coleto alg¨²n otro museo imprescindible (sobre todo porque cierran a las cinco). Por ejemplo, el de Relojess (10), en una exiglesia de la calle Steenweg. Es m¨¢s de lo que su nombre indica: la colecci¨®n de ¨®rganos mec¨¢nicos, verdaderas orquestas enlatadas, es una delicia para cr¨ªos y mayores. Luego, ya sin prisas, se puede acometer el obligado paseo por los canales. En barco tur¨ªstico, barca a pedales o incluso kayak. Una visi¨®n distinta, a ras de agua, que permite invadir la intimidad de casas y jardines ribere?os. Los muelles de Utrecht son ¨²nicos porque tienen dos niveles: uno alto, orillando la calzada, y otro bajo, a la altura de los s¨®tanos-almac¨¦n de las viviendas. Ambos niveles est¨¢n atestados de bares y terrazas, y el ambiente (si el tiempo acompa?a) es el de una kerm¨¦s bruegeliana.
18.00 De copas y tiendas
No solo invaden los muelles: las terrazas hacen dif¨ªcil transitar calles como Drieharingstraat, o la inmensa Neude, explanada frente a Correos, dos de los lugares favoritos para libar al aire libre. La Twijnstraat es de las arterias comerciales con m¨¢s solera; al cabo de la misma, una antigua comisar¨ªa es ahora el multicine Louis Hartlooper (11). El vecino centro comercial Hoog Catharijne (12), construido en los setenta, quedar¨¢ totalmente renovado en 2019 dentro del plan urban¨ªstico ya citado. Junto al puente de Maartensbrug (13) se enuentra la helader¨ªa m¨¢s c¨¦lebre y veterana, y en Korte Nieuwstraat, 14, la que fue elegida hace un par de a?os como mejor terraza de Holanda. Lo mismo que hay iglesias ocultas, existen jardines secretos, deliciosos oasis de paz; por un par de euros se obtiene en la oficina de turismo (Domplein, 9) un folleto con los mejores recorridos.
20.00 La noche encendida
Cenar bien, pero en sitios singulares, es la especialidad de Utrecht. Por ejemplo, dentro de una iglesia: el Caf¨¦ Olivier (14) ocupa una iglesia escondida en Achter Clarenburg, 6. Otro sitio trendy es el Grand Caf¨¦ Lebowski (15), lleno de jaulas, animales y objetos kitsch. El Winkel van Sinkel (16), al lado del Ayuntamiento, no es menos extravagante. Estos locales, cuando cierra la cocina, se transmutan en lugar de copas. Para paladares exigentes, las deliciosas (y justitas) recetas del Grand Hotel Karel V (17) son la cima gastron¨®mica de la ciudad. El hotel es, adem¨¢s, el mejor y m¨¢s evocador alojamiento del casco hist¨®rico (Geertebolwerk, 1). El club m¨¢s de moda se llama Poema (18) (Drieharingstraat, 22); por fuera pasa desapercibido, como las iglesias escondidas, pero en sus s¨®tanos act¨²an estrellas, y los erasmus y profesores se mezclan con currantes de todo tipo. Desde 2010, el proyecto art¨ªstico Trajectum Lumen anima las noches de Utrecht con instalaciones lum¨ªnicas en 14 puntos clave del casco antiguo; el folleto-gu¨ªa incluye un cup¨®n para acabar el recorrido con premio: una jarra de la cerveza local De Leckere en el Caf¨¦ Van Velsen (19) de Mariaplaats.
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