El Perugino y los raviolis
Una ruta, para ver y para comer, que sigue los pasos del pintor renacentista por Umbr¨ªa
Hay un tipo de viaje con el que disfruto especialmente al que prefiero llamar a la manera italiana antes que a la nuestra, viaje de autor. Quiz¨¢ porque la expresi¨®n percorso d¡¯autore incorpora al significado de itinerario el de trayecto, el de camino, o quiz¨¢ porque solo en Italia se pueden vivir recorridos tan intensos, tan secretos. ?Es posible hacer hoy una visita as¨ª, apenas a una hora de autopista de un aeropuerto internacional ¡ªpor ejemplo, Roma¡ª, y que baste con una peque?a desviaci¨®n para poderse extraviar entre solitarios pueblecitos impecablemente conservados que, como por casualidad, custodian frescos de un autor como El Perugino y cuentan con alg¨²n restaurante de primera?
Pietro di Cristoforo Vanucci, llamado El Perugino, famoso por la armon¨ªa de las composiciones, los colores delicados, la melancol¨ªa de las figuras y los fondos brumosos de sus paisajes. Un percorso sobre la ¨²ltima fase de un artista c¨¦lebre desde su juventud, que a los 26 a?os trabajaba en el Vaticano, siendo elegido para decorar la Capilla Sixtina junto a Boticelli y Ghirlandaio; despu¨¦s, cubierto de encargos, lleg¨® a compaginar dos talleres, en Perugia y en Florencia. Tras haber visto c¨®mo su lenguaje influ¨ªa en numerosos artistas, se encontr¨® con una competencia imposible en su madurez. ?C¨®mo se hace frente al talento de Miguel ?ngel, Rafael o Leonardo? ?C¨®mo no iba a preferir el papa Julio II a Rafael ¡ªdisc¨ªpulo de El Perugino¡ª para pintar las estancias del Vaticano? No fue el ¨²nico caso, tambi¨¦n Signorelli, Carpaccio o el mismo Boticelli tuvieron una crisis parecida, que El Perugino, con 50 a?os, resolvi¨® volviendo a Perugia y haciendo de la Umbr¨ªa, su regi¨®n natal, el destino de sus ¨²ltimos trabajos.
Casa y mulo
Nuestro viaje de autor comienza en Citt¨¤ della Pieve, el pueblo natal de El Perugino, donde los cofrades de la Compagnia dei Bianchi le encargaron un fresco para su oratorio que ¨¦l, ¡°chome paisano¡±, les ofreci¨® solo por 100 florines, aun cuando ¡°la giusta valutazione era di 200 fiorini¡±, eso s¨ª, siempre que le proporcionaran alojamiento y transporte, es decir, una casa y un mulo. El fresco describe la adoraci¨®n de los Magos sobre los campos y paisajes que circundan la ciudad, previos al lago Trasimeno, el m¨¢s grande de Italia. Un fresco en el que la tradici¨®n quiere que participara hasta el mismo Rafael ¡ªsuyos ser¨ªan la Virgen y un perrito en escorzo¡ª, y al que sugiero ir acerc¨¢ndose con atenci¨®n. El camino m¨¢s sencillo permite desviarse directamente en la autopista, pero yo prefiero invitarles a hacerlo en Monteleone d¡¯Orvieto, unos kil¨®metros antes, para internarse poco a poco en la Umbr¨ªa central, es decir, sobre la cuenca media del r¨ªo T¨ªber, discurrir sobre una carreterita local que atraviesa valles ondulados y verdes colinas, pasa al lado de la Scarzuola ¡ªuna ciudad a escala dise?ada como ¡°ideal¡± por Tomaso Buzzi con templos, fuentes, convento medieval, un teatro a la antigua y hasta una torre de Babel¡ª, y concluir en la v¨ªa Pietro Vanucci, el nombre y apellido original del pintor. Aqu¨ª, tras visitar el fresco de los Magos, se puede comprar una bolsita del azafr¨¢n de Citt¨¤ della Pieve pensando en el aderezo de unos futuros raviolis, o visitar un callej¨®n que se enorgullece de ser el m¨¢s estrecho de Italia, la anchura del beso de una mujer, como sugiere su nombre, Vicolo Bacciadonna.
Despu¨¦s, la misma ondulante carretera nos conducir¨¢ a Paciano y Panicale, ambos incluidos entre ¡°i borghi pi¨´ belli d¡¯Italia¡± (los pueblos m¨¢s bellos de Italia), restringido club en el que se ingresa despu¨¦s de una prueba que analiza la ¡°integridad del tejido urbano, la armon¨ªa arquitect¨®nica, habitabilidad, calidad art¨ªstico-hist¨®rica del patrimonio arquitect¨®nico p¨²blico y privado, servicios al ciudadano, etc¨¦tera¡±, cuya simple enumeraci¨®n evita innecesarios adjetivos. En esta ¨²ltima villa, Panicale, en la plaza de Umberto I, cuya fuente renacentista vierte vino durante la semana de las fiestas de abril, se encuentra el bar y la oficina tur¨ªstica que custodian la llave del oratorio de San Sebasti¨¢n, propiedad comunal que un vecino nos abrir¨¢ amablemente comentando la delicadeza con la que El Perugino retrat¨® el martirio del santo romano. Situado en un promontorio sobre el lago, Panicale es un laberinto de peque?as callejuelas en espiral en torno a tres plazas, con altas casas torre, vecinos ilustres, un teatro del siglo XVIII y un restaurante ¡ªLillo Tatini¡ª de acogedora atmosfera donde Patrizia y Vittorio te invitan a degustar pato con frutos del bosque o una buena pasta con trufas negras.
El percorso deber¨ªa terminar en Fontignano, la villa donde El Perugino, despu¨¦s de terminar una Virgen con el Ni?o en el oratorio de la Anunciada, fue devorado por la peste y enterrado precipitadamente en terreno no consagrado, por lo que la tumba que se ense?a es con toda probabilidad falsa. Pero no es razonable concluir todav¨ªa, pues apenas diez kil¨®metros al norte se alza el fortificado perfil de Castiglione del Lago, otro de los pueblos del club de i pi¨´ belli, frente al lago Trasimeno, y hay que dejarse llevar por una de sus calles asfaltadas en pizarra hasta la orilla, detener la vista en las aguas tranquilas y sobre la falsa paz del paisaje aromatizarse con el perfume del boj, de la flor de naranjo, de las acacias, las higueras y las retamas.
Gu¨ªa
Comer y dormir
? Locanda della Pica (+39 0578 29 94 03). Il Poggio, 2-4[TEXT-GUIA], Citt¨¤ della Pieve. Con panor¨¢micas, a la entrada de la ciudad. El chef Nicola di Chieco conjuga tradici¨®n y creatividad. 30 euros.
? Ristorante Lillo Tatini (+39 075 83 77 71). Piazza Umberto I, 13. Panicale. Trattoria en un viejo palacio sobre la placita de entrada al centro hist¨®rico. Cocina local con atenci¨®n al pescado del lago, desde las anguilas hasta las gambas del Trasimeno. Buena carta de vinos. 35 euros.
? L'Acquario (+39 0759 65 24 32). Corso Vittorio Emanuele, 69. Castiglione del Lago. Especialidades locales; imperdibles stracci con gambas del lago y pr¨ªmulas. 30 euros.
? Il Lido Solitario (+39 075 95 18 91). Via Lungolago, 16. Castiglione del Lago. Sobre la orilla del lago, cocina casera, buenas pastas. 20 euros.
? Le Grotte di Boldrino. (+39 075 83 71 66) Via Virgilio Ceppari, 30. Piazza Regina Margherita. Panicale. Once habitaciones con muebles antiguos sobre la muralla de la ciudad. 160 euros.
? Hotel Aganoor (+39 075 95 38 37). Via Vittorio Emanuele, 91. Castiglione del Lago. En el centro hist¨®rico, en el segundo piso de un palacio del siglo XVIII. 90 euros.
Informaci¨®n
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