El ascensor m¨¢s divertido de Fr¨¢ncfort

Frente a la torre de Eschenheimer Tor, cercana a la c¨¦ntrica Hauptwache, se encuentra el m¨ªtico hotel Fleming¡¯s Deluxe, uno de los m¨¢s carism¨¢ticos de Fr¨¢ncfort. Antigua f¨¢brica de medicamentos, la historia de este hotel se remonta a los a?os cincuenta, y su decoraci¨®n a¨²n destila el aire t¨ªpico de la est¨¦tica de esta ¨¦poca. Pese a estar catalogado como un cinco estrellas, el Fleming¡¯s es ignorado injustamente por las gu¨ªas de viajes, que niegan al mundo, de esta manera, la posibilidad de descubrir el curioso ascensor patern¨®ster que esconde en su interior, y que por s¨ª solo justifica una visita a este lugar.

El patern¨®ster triunf¨® en pr¨¢cticamente toda Europa desde el momento de su invenci¨®n, a finales del siglo XIX, hasta la llegada de los a?os setenta, cuando las voces que alarmaban sobre la fiabilidad de su seguridad fueron haci¨¦ndose m¨¢s fuertes. Esto provoc¨® un desmantelamiento masivo de estos elevadores en pr¨¢cticamente la totalidad de los pa¨ªses del continente, a excepci¨®n de algunos, como es el caso de Alemania, donde, si bien no pueden construirse m¨¢s desde 1974, a¨²n quedan unos cuantos en funcionamiento.

El origen de esta obsesi¨®n por borrar todo rastro de los patern¨®ster se debi¨® precisamente al propio funcionamiento de este tipo de ascensor, que consiste en un elevador c¨ªclico compuesto por una cadena de cabinas sin puertas que se mueven a lo largo de las plantas sin detenerse, lo que implica cierto riesgo y destreza en su utilizaci¨®n, a fin de evitar accidentes indeseados. Montarse (y bajarse) de uno de estos curiosos ascensores despierta un c¨®ctel de miedo y entusiasmo y se presenta como una divertida propuesta a realizar en Fr¨¢ncfort. Con la excusa de acceder a la cafeter¨ªa-restaurante situada en la azotea del Fleming¡¯s (que ofrece unas excelentes vistas sobre la zona financiera de la ciudad), est¨¢ permitido utilizar libremente el patern¨®ster del hotel, sin necesidad de ser cliente del mismo, siempre y cuando se respeten unas medidas de seguridad m¨ªnimas, como no intentar bajarse antes de lo debido.

Para seguir explorando el mundo de los patern¨®ster, es posible dirigirse al edificio donde se desarroll¨® el tristemente conocido gas Zyklon B, hoy en d¨ªa convertido en facultad del campus de Westend de la Universidad Johann Wolfgang Goethe, donde se encuentra otro m¨ªtico ascensor francfort¨¦s de estas caracter¨ªsticas. Eso s¨ª, para poder hacer uso de este ejemplar es indispensable disponer de un Paternoster-F¨¹hrerschein, o carnet que autoriza su empleo, que se puede obtener en la conserjer¨ªa del edificio.

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