A caballo por la escalera de caracol
El palacio Farnese, la belleza renacentista cerca de Roma
Las villas italianas del Renacimiento establecieron los modelos de la arquitectura palaciega occidental. Desde el Veneto, las portadas aristocr¨¢ticas de las villas de Palladio exportaron a Inglaterra y Estados Unidos las virtudes clasicistas y la exaltaci¨®n del poder agr¨ªcola. Toscana impuso otro paradigma, el de la nostalgia por el campo, conformado por largos edificios de estuco sobre onduladas colinas cubiertas de arbustos, pinos y cipreses. Pero fue desde Roma y sus alrededores desde donde se elabor¨® el modelo definitivo, el m¨¢s hermoso, el m¨¢s ideol¨®gico, el m¨¢s tr¨¢gico. No hab¨ªa territorio que pudiera competir con el romano para evidenciar el poder temporal, renovar el culto a la antig¨¹edad y organizar est¨¦ticamente el orden irracional de la naturaleza. Hoy tampoco hay mejor lugar para perderse que estas villas de Frascati, T¨ªvoli o los alrededores de Viterbo. Atravesando sus salones cubiertos de frescos, sus inmensos jardines colmados de fuentes y esculturas, no solo se puede entender la cultura del Cinquecento, sino que es posible acceder a otro ¨¢mbito en el que la arquitectura y el paisaje se transforman en literatura, en papeles, en ese punto de melancol¨ªa tan querido por los viajeros literarios, el lugar donde alguna vez nos hemos sentido ¡ªcasi todos¡ª medio inmortales consiguiendo unir, aunque solo fuera un instante, el placer con la belleza.
Son las excursiones inolvidables desde Roma. El viaje de ahora tiene como destino Caprarola, presente en todos los manuales de historia del arte gracias al palacio Farnese, una de las obras maestras de la arquitectura italiana. No conviene apresurarse; poco antes de llegar, la carretera ¡ªla antigua v¨ªa consular Cassia¡ª te sorprende con un anfiteatro etrusco del siglo I antes de Cristo sobre tu lado izquierdo, y debe recorrerse alguna de sus muchas grutas y concluir en la de Santa Mar¨ªa del Parto, en realidad un mitreo de ¨¦poca romana decorado con frescos del siglo XIV que representan a peregrinos en direcci¨®n a Roma por la Via Francigena, el otro nombre de la Cassia. Luego, una v¨ªa local, la Farnesiana, sobre la cuenca externa del cr¨¢ter del lago de Vico, nos conducir¨¢ a Caprarola bajo una b¨®veda de ramas de casta?os y avellanos.
Via Diritta
El enorme palacio domina el poblado por su tama?o y posici¨®n, al fondo de una calle dise?ada expresamente, en ligero ascenso, la Via Diritta (calle Recta). Su singularidad viene determinada por la historia; iniciado por el papa Pablo III en torno a 1530 bajo la direcci¨®n de Antonio de Sangallo, la construcci¨®n se interrumpi¨® hasta que otro Farnese, Alejandro, nieto del promotor, encarg¨® las obras a Vignola, el arquitecto de la iglesia del Jes¨²s en Roma y las c¨²pulas menores del Vaticano. Vignola transform¨® la estructura militar manteniendo la famosa planta de cinco lados que imit¨® en Washington el Pent¨¢gono, con un programa arquitect¨®nico basado en formas puras y ornamentos imprescindibles.
En el interior insert¨® un patio redondo del que parte una escalera en caracol decorada con columnas j¨®nicas por la que, seg¨²n dicen, el cardenal sub¨ªa a caballo. Con cinco pisos, el palazzo es un estupendo ejemplo de lo que podr¨ªamos llamar arquitectura en plenitud, esa sensaci¨®n que se advierte con la experiencia directa del espacio. Cuando asciendan por la ampl¨ªsima espiral de la escalera, bajo los frescos del mismo Vignola, entender¨¢n a qu¨¦ me refiero. En la planta noble hay varias sorpresas espa?olas, los rostros reconocibles de Carlos V y Felipe II en las pinturas de Zuccari (Sala de los Fastos Farnesianos), y el detalle topogr¨¢fico de la Am¨¦rica novohispana, tal y como era conocida a mediados del siglo XVI (Sala del Mapamundi), cuyas paredes albergan el atlas del universo habitado. Por encima, en la b¨®veda pintada al fresco, las esferas celestes y las constelaciones del Zodiaco.
El palacio tiene un jard¨ªn espl¨¦ndido, uno de los mejores ejemplos del manierismo. Dise?ado como huerto bot¨¢nico, con un sistema de plantaciones en cuadr¨ªcula, la estructura de terrazas y puentes articula m¨²ltiples niveles entre el jard¨ªn y las colinas. Al recorrerlo se advierte el tratamiento del agua como un elemento vers¨¢til, pl¨¢stico, tanto por la variedad de estanques como por el uso de superficies que sirven de espejo del agua quieta y en movimiento. Las estatuas son el otro contrapunto, con las cari¨¢tides del jard¨ªn secreto abriendo paso a una gruta donde se interpretaban escenas de poes¨ªa pastoral. A su alrededor manda la geometr¨ªa, los parterres perfectamente recortados, la subordinaci¨®n de los detalles, la ausencia de flores, la monocrom¨ªa, y por encima, los efectos de luces y sombras, el claroscuro.
Pero ven¨ªamos tambi¨¦n a comer y a disfrutar de cierta melancol¨ªa literaria. As¨ª que les sugiero dirigirse a la Antica Trattoria del Borgo y pedir la mesa de las vistas. Es la hora del vino de la tierra, los colli etruschi viterbesi, es decir, uno de las colinas etruscas de Vierbo, pongamos un canaiolo, para acompa?ar una pasta hecha a mano o bien un risotto, siempre con funghi porcini (Boletus edulis). Despu¨¦s del paseo de los jardines se impone el lado desestructurado de la escapada. Justo a la vuelta del palacio se encuentra el m¨¢s sugestivo de los lagos volc¨¢nicos del Lacio, el de Vico, inmerso desde 1982 en un parque regional de 3.300 hect¨¢reas. Presidido por una de las bocas del antiguo volc¨¢n, el monte de Venus, el lago cuenta, si tienen tiempo, con coquetos hotelitos en las orillas cuyas propuestas incluyen excursiones a caballo entre los bosques o navegar sobre sus aguas perfumadas.
- Pedro Jes¨²s Fern¨¢ndez es autor de la novela Pe¨®n de rey.
Gu¨ªa
Dormir
Comer
- Azienda Agrituristica La Valle di Vico (www.lavalledivico.it). Lago di Vico, Viterbo. Nueve apartamentos con cocina y un peque?o sal¨®n a la orilla del lago. 90 euros.
- Azienda Agrituristica La Vita (www.agriturismolavita.it). Caprarola (Viterbo). Junto al lago. Habitaciones muy cuidadas. 80 euros.
- La Bella Venere (www.labellavenere.it). Caprarola (Viterbo). Complejo de hotel, restaurante y salones de celebraci¨®n. 80 euros.
- Antica Trattoria del Borgo di Nardi Alessandro (www.anticatrattoriadelborgo.it). Via Borgo Vecchio, 107. Caprarola (Viterbo). Estupenda carta de vinos; especialidad, funghi porcini arrosto (boletus asado). Buenas pastas con boletus, jabal¨ª o trufa negra. Precio medio, unos 20 euros.
- Azienda Agricola Vazianello. Por la carretera del cementerio. Strada di Vasiano, kil¨®metro 2,5. Vazianello, Caprarola (Viterbo).? En mitad del bosque, sin indicaciones, pero siempre lleno. Solo fines de semana. Pasta hecha a mano, cochinillo al horno. Unos 20 euros.
- Trattoria del Cimino (trattoriadelcimino.jimdo.com). Via Filippo Nicolai, 44. En el palacio Riario, en mitad del pueblo. Especialidades de caza. 20 euros.
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