El mundo es una plaza
Del gigantesco cuadril¨¢tero del Z¨®calo mexicano al encantador tri¨¢ngulo del Grote Markt, en la belga Amberes
En el mundo hay miles y miles de plazas espectaculares, casi tantas como pueblos o ciudades. Son el coraz¨®n de la vida ciudadana, un im¨¢n que atrae a los turistas, el punto neur¨¢lgico de muchas ciudades y pueblos. Sirven como punto de encuentro a sus habitantes, como un acogedor espacio de descanso y refrigerio al visitante, para ver pasar a la gente, hacer algunas compras o tirar fotograf¨ªas. Seguramente cada viajero tiene su propia y personal selecci¨®n, pero estas son, probablemente, algunas de las m¨¢s atractivas del mundo.
01 Un tesoro medieval a prueba de guerras
PLAZA DEL MERCADO (CRACOVIA, POLONIA)
A la Rynek Glowny (plaza del mercado) de Cracovia, en Polonia, debieron de protegerla durante la Segunda Guerra Mundial con alg¨²n conjuro m¨¢gico. Esta joya de la arquitectura medieval situada en la antigua capital de la realeza polaca, frente a la impresionante bas¨ªlica de la Asunci¨®n de Nuestra Se?ora, est¨¢ considerada como la plaza medieval m¨¢s grande de Europa (40.000 metros cuadrados) y, desde luego, la m¨¢s importante del pa¨ªs.
Est¨¢ rodeada de casas burguesas y palacios de origen medieval, dominados por la Lonja de los Pa?os, del siglo XVI, donde hay puestos de artesan¨ªa y recuerdos que mantienen una tradici¨®n comercial que se remonta a la Edad Media. Los vendedores de flores y los artistas callejeros mantienen viva la magia de la plaza. Frente a los mercaderes, el toque civil la pone la Torre del antiguo ayuntamiento, tambi¨¦n del siglo XVI, que hoy sirve de espectacular mirador tur¨ªstico. A?aden un toque religioso la Bas¨ªlica de Santa Mar¨ªa, con sus dos torres de alturas dispares, y la modesta iglesia de San Adalberto, del siglo X.
Se recomienda visitar la plaza durante el festival de teatro callejero del mes julio o durante las fiestas navide?as para ver los belenes. Adem¨¢s, en dichas fechas se instala en Cracovia un mercado que dura un mes y cuyos puestos se disponen frente a la Lonja de los Pa?os.
02 Mosaicos, m¨¢rmoles, palomas y turistas
PLAZA DE SAN MARCOS (VENECIA)
Para no sucumbir al rom¨¢ntico encanto de La Seren¨ªsima hay que tener el coraz¨®n de piedra. En el centro de Venecia, la plaza de San Marcos sintetiza el esplendor del pasado de la ciudad y tambi¨¦n su presente. Est¨¢ siempre abarrotada de bandadas de palomas y turistas, aunque todas las miradas se dirigen hacia la asombrosa bas¨ªlica de San Marcos. Nadie se escama con los exorbitantes precios de sus caf¨¦s, pues desde ellos uno puede deleitarse con su batiburrillo arquitect¨®nico de destellantes agujas, c¨²pulas bizantinas, mosaicos y m¨¢rmol, junto con su exquisito vecino de color rosa y blanco, el Palacio Ducal.
Para crear una maravilla arquitect¨®nica como la bas¨ªlica de San Marcos se necesitaron m¨¢s de 800 a?os de laborioso trabajo y un barril de manteca: cuenta la leyenda que en el a?o 828 los astutos comerciantes venecianos sacaron el cad¨¢ver de San Marcos a escondidas de Egipto dentro de un barril de manteca de cerdo para evitar la inspecci¨®n de los aduaneros musulmanes. Las autoridades eclesi¨¢sticas de Roma no ve¨ªan bien la inclinaci¨®n de Venecia por glorificarse a s¨ª misma tanto como a Dios, pero la ciudad les desafi¨® levantando la bas¨ªlica a su propia imagen, con bulbosas c¨²pulas bizantinas, planta de gruz griega, un roset¨®n g¨®tico y paredes de marmol egipcio. Desde lo alto de su campanile los turistas se deleitan con las vistas panor¨¢micas de la laguna veneciana.
La otra gran obra de la plaza es el Palazzo Ducale, con su elegante y refinado revestimiento rosa. Fue la sede del gobierno durante casi siete siglos y sobrevivi¨® a guerras, conspiraciones y crisis econ¨®micas. Para los amantes de las intrigas palaciegas y las historias truculentas, el palazzo ofrece un fascinante Itinerari Segreti para descubrir los altos secretos de estado que esconde su ¨¢tico (incluidas salas de interrogatorio, celdas, sala de juicios¡).
Pero en la plaza hay m¨¢s: el museo Correr con su pinacoteca y su gran joya, la Librer¨ªa Nazionale Marciana, del siglo XVI, cubierta de enormes retratos de fil¨®sofos pintados por El Veron¨¦s, Tiziano y Tintoretto. La cara moderna de San Marcos la pone el Negozio Olivetti, bajo las arcadas de la plaza, un comercio que en su d¨ªa, cuando fue abierto en 1957, fue considerado una provocaci¨®n. Olivetti, pionera de la alta tecnolog¨ªa, transform¨® una estrecha y oscura tienda de recuerdos en un escaparate para sus elegantes m¨¢quinas de escribir, abriendo amplias cristaleras a la plaza. Hoy los visitantes pueden recorrer suelos de azulejos de cristal de Murano en llamativos colores, suben por una escalera flotante de m¨¢rmol blanco y pasan frente a paredes de estuco satinado, todo en un gui?o a las tradicionales acquae alte (mareas altas) que suelen inundar la ciudad en oto?o y primavera.
Y puestos a hacer un alto, el Caf¨¦ Florian es uno de los mejores de la plaza, con pinturas rom¨¢nticas, grandes espejos y una agradable orquesta por la noche. Merece una visita por s¨ª mismo.
03 Bajo la mirada de Lenin
PLAZA ROJA (MOSC?)
Entrar en la plaza que re¨²ne los edificios emblem¨¢ticos de Rusia en torno a una amplia zona peatonal adoquinada es siempre una experiencia genial. Por separado, los edificios de la Plaza Roja son impresionantes, pero en conjunto son electrizantes (m¨¢s a¨²n por la noche, cuando est¨¢n iluminados). Los muros y torres de ladrillo rojo del inmenso Kremlin bordean el extremo oeste de la plaza. Frente a ¨¦l podremos presentar nuestros respetos a Lenin, entrar despu¨¦s en el GUM, el hist¨®rico centro comercial de la capital que acoge ahora a las grandes marcas occidentales, y visitar tambi¨¦n el museo Estatal de Historia de la catedral de San Basilio, un edificio que expresa mejor que ning¨²n otro la idea de Rusia.
La plaza separa el Kremlin, la fortaleza real donde reside el presidente de Rusia, del hist¨®rico barrio comercial de Kital-g¨®rod. Adem¨¢s, desde aqu¨ª parten tambi¨¦n las principales calles de Mosc¨² y, m¨¢s all¨¢, las autopistas que conectan la capital con el resto del pa¨ªs. Se considera, por tanto, el kil¨®metro cero moscovita y el centro del pa¨ªs. Una curiosidad: su nombre no se debe a los rojos ladrillos que la rodean, ni es una referencia al comunismo; proviene de una palabra rusa que significa bonita y que se aplic¨® al principio solo a San Basilio y despu¨¦s, por extensi¨®n, al toda la plaza.
La vista al Kremlin es casi obligatoria; sus instalaciones y museos est¨¢n abiertos de viernes a mi¨¦rcoles.
04 Belleza neocl¨¢sica
PLAZA STANISLAS (NANCY, FRANCIA)
En Nancy se respira un ambiente de refinamiento acorde con su dulce y femenino nombre, especialmente en la plaza Stanislas. Este gran espacio neocl¨¢sico data de cuando Nancy era la capital de los duques de Lorena y es mundialmente conocida como una plaza de extra?a e inusual belleza. Las fuentes rococ¨®, las deslumbrantes puertas doradas de hierro forjado y los opulentos edificios que la rodean forman uno de los conjuntos m¨¢s elegantes de la arquitectura del siglo XVIII de toda Francia, incluidos el ayuntamiento y la ?pera Nacional de Lorraine, el Hotel de la Reina y el Museo de Bellas Artes.
La plaza fue proyectada por Emmanuel H¨¦r¨¦ en 1750 y la preside, en el centro, la estatua del hombre que le da nombre, Stanislas, el culto duque de Lorena que la encarg¨® construir para conectar la nueva ciudad que se hab¨ªa ido levantando desde el siglo XVII con la antigua zona medieval.
Stanislas es una buena excusa para visitar Nancy, una refinada ciudad del departamento de Lorena con buenos museos, jardines y tiendas de cristal Daum y Baccarat, que durante mucho tiempo se ha beneficiado de una curiosa mezcla de innovaci¨®n y sofisticaci¨®n. Aqu¨ª floreci¨® el movimiento Art nouveau impulsado por el espiritu rebelde de los artistas locales, quienes demostraron que los objetos cotidianos tambi¨¦n pod¨ªan ser maravillosamente bellos. Hay un museo dedicado a esta Escuela de Nancy en una casa de campo a unos dos kil¨®metros al suroeste del centro.
Merece especialmente la pena visitar el museo de Bellas Artes, en el lado oeste de Stanistas.
05 Ambiente estudiantil y vinos para todos
PLAZA MAYOR DE SALAMANCA
Como buena ciudad estudiantil, en Salamanca saben bien c¨®mo organizar un buen ambiente de marcha nocturna; uno de los lugares perfectos para ello es su concurrida Plaza Mayor, considerada por muchos como la m¨¢s hermosa de Espa?a. Iluminada por la noche o ba?ada por el sol a medio d¨ªa, siempre hay algo especial que cautiva al visitante en ese cuarto de estar dorado de la ciudad, rodeado por una estructura de tres pisos proyectada por el arquitecto Churriguera, en un armonioso estilo barroco, entre 1729 y 1756.
Las mesas de las terrazas son perfectas para ver pasar a la gente y maravillarse con la belleza de su arquitectura. La poblaci¨®n estudiantil (que frecuenta los bares y olvida los libros, como manda la tradici¨®n desde hace siglos) garantiza que el ambiente no sea demasiado serio. Entre los caf¨¦s est¨¢ el centenario Novelty, que al estilo del madrile?o caf¨¦ Gij¨®n ha sido un lugar de encuentro habitual de literatos y artistas desde 1905. Uno de sus m¨¢s ilustres clientes fue Unamuno, que ten¨ªa aqu¨ª su tertulia diaria.
Junto a la plaza Mayor se encuentra el mercado central de Salamanca, repleto de puestos con excelentes productos.
06 D¨ªa de mercado
PLAZA DE LA CIUDAD VIEJA (PRAGA)
Los magn¨ªficos colores pastel tan caracter¨ªsticos de Centroeuropa son la gran atracci¨®n de la Starom¨§tsk¨¦ n¨¢m¨§st¨ª (plaza de la Ciudad Vieja) de Praga, uno de los enclaves urbanos m¨¢s bellos del viejo continente que se utiliz¨® como mercado central de la capital checa durante siglos. Es casi imposible no dejarse cautivar por las agujas gemelas de la iglesia de Nuestra Se?ora de Tyn o ante el barroco pastel de bodas de la iglesia de San Nicol¨¢s. El punto estrat¨¦gico de la plaza que no se pierde ning¨²n turista es la torre del antiguo ayuntamiento, cuyo reloj astron¨®mico, todo un mito en Praga, cobra vida cada hora. Se dice que a su creador, Master Hanus, lo dejaron ciego para que no pudiera repetir la obra en otro lugar.
La otra joya de la plaza es la iglesia de Nuestra Se?ora de Tyn y sus inconfundibles agujas g¨®ticas del siglo XVI, como salidas de un cuento de hadas. Se alzan tras la escuela Tyn, de cuatro pisos, que eclipsa el resto del edificio. La iglesia solo abre para los servicios religiosos, pero se puede mirar por las puertas de vidrio. Detr¨¢s est¨¢ el adoquinado patio Tynsky dvur.
S¨ª, ya lo sabemos: la plaza es comercial y est¨¢ abarrotada. Pero es muy bonita y resulta imposible no disfrutar del espect¨¢culo. Adem¨¢s es un centro de referencia imprescindible para descubrir la laber¨ªntica Ciudad Vieja, el coraz¨®n de Praga, con sus calles adoquinadas en las que no queda otro remedio que disfrutar callejeando sin intentar orientarse; resulta casi imposible.
Estamos en el territorio de Kafka, que engloba tambi¨¦n el antiguo gueto jud¨ªo, sus sinagogas y el cementerio.
07 Un tri¨¢ngulo renacentista
GROTE MARKT (AMBERES, B?LGICA)
Bruselas tiene la fama de tener la plaza m¨¢s bonita de B¨¦lgica, la Grand Place, pero la Grote Markt de Amberes es tan encantadora y animada como aquella, pero en un espacio m¨¢s ¨ªntimo. Lo m¨¢s sensacional de esta plaza triangular es el stadhuis (ayuntamiento), de estilo renacentista, original del siglo XVI. En su enorme fachada presenta una combinaci¨®n fant¨¢stica del estilo flamenco y el renacimiento italiano.
Tiene m¨¢s hitos: la fuente, los ornamentados guildhalls o casas gremiales (la m¨¢s alta y merecedora de una foto es la n¨²mero 7) y la aguja de la catedral g¨®tica, que se alza por encima. La estatua del m¨ªtico fundador de la ciudad, el romano Silvio Brabo, preside la plaza. Es una estampa t¨ªpicamente europea que se disfruta mejor en su sector central, sentados en una terraza al aire libre con una buena cerveza belga en la mano. O quiz¨¢ unos gofres: un buen sitio para probarlos es D¨¦sir¨¦ de Lille (Shrijnwerkersstraat 14-18).
Junto a la Grote Markt, al sur, hay otra peque?a plaza triangular (Handschoenmarkt) que conduce a la Catedral, donde se pueden contemplar obras de Rubens y otros pintores del barroco flamenco. Y hacia el oeste se levanta el barrio de la moda, donde despuntan los nuevos dise?adores locales que han convertido Amberes en una ciudad muy innovadora. Hay circuitos especiales para descubrir esta otra cara de la ciudad, en contraste con el centro renacentista y medieval.
08 A la sombra de los aztecas
EL Z?CALO (M?XICO DF)
Quiz¨¢s esta gran plaza de cemento no est¨¦ entre las m¨¢s bonitas, pero merece la pena visitarla por la vitalidad de su gente y porque representa, como ning¨²n otro sitio en esta ciudad, la fusi¨®n de culturas que marc¨® la formaci¨®n del pa¨ªs. Aqu¨ª se alz¨® el gran templo de los aztecas y se instal¨® el centro pol¨ªtico y religioso de M¨¦xico-Tenochtitlan, capital de los mexicas. Por eso fue escogida por los conquistadores espa?oles para levantar su propio centro de poder civil y religioso y all¨ª est¨¢n, rodeando el enorme espacio de la plaza, la Catedral Metropolitana, el Palacio Nacional, el Antiguo Palacio del Ayuntamiento y el Edificio del Gobierno. Al oeste, la plaza est¨¢ rodeada por edificios administrativos y comerciales, como el Portal de Mercaderes.
El coraz¨®n hist¨®rico de Ciudad de M¨¦xico, oficialmente llamada plaza de la Constituci¨®n (aunque todo el mundo la conoce como el Z¨®calo), ha servido tambi¨¦n como foro de protestas y conciertos, tablero de ajedrez humano y galer¨ªa de altares durante el D¨ªa de los Muertos. Destaca la arquitectura monumental que la rodea pero sobre todo el constante ajetreo diario de su interior: urbanitas que beben c¨®cteles, miles de turistas y hasta bailarines aztecas.
No faltan conciertos de grandes estrellas; las fiestas en El Z¨®calo pueden reunir a 200.000 personas.
09 Las Mil y una Noches
PLAZA DEL IM?N (ISFAH?N, IR?N)
La perla de Persia es la incomparable plaza del Im¨¢n de Isfah¨¢n, del siglo XVII (m¨¢s conocida como plaza de Naghsh-i Jahan), en torno a la cual se despliega una colecci¨®n majestuosa de edificios isl¨¢micos, como sacados de una f¨¢bula. La plaza es enorme (m¨¢s de 500 metros de largo) y est¨¢ jalonada de exquisitos tesoros de color turquesa. La joya principal es la mezquita del Im¨¢n, cubierta por las t¨ªpicas tejas de porcelana azul, en el extremo meridional, y al otro lado de la plaza est¨¢ el portal de Qeysarieh, enorme puerta por la que se puede hacer una entrada triunfal al gran bazar de Isfah¨¢n. En medio se hallan la hermosa y delicada mezquita de Sheikh Lutfullah (con la c¨²pula m¨¢s bella y la decoraci¨®n m¨¢s refinada de todo el pa¨ªs) y el palacio de Ali Qapu, donde nos odemos hacer una buena idea de c¨®mo como viv¨ªan los sultanes en la ¨¦poca de los sav¨¢fidas, el siglo de oro de los persas. Desde el sexto piso del palacio, donde se encuentra el sal¨®n de los banquetes reales, las vistas sobre la plaza son espl¨¦ndidas.
Se recomienda visitar este impresionante escenario por la tarde y mezclarse con los lugare?os; cuando la luz se dulcifica, la arquitectura se ilumina y entran en funcionamiento las fuentes de la plaza. En uno de sus extremos, justo sobre la puerta de entrada al bazar, hay un encantador caf¨¦ con una terraza que es el lugar perfecto para sentarse a contemplar la que presume de ser la plaza m¨¢s grande de Ir¨¢n y una de las mayores del mundo.
10 El gran teatro del mundo
DJEM¡¯A EL-FNA (MARRAQUECH)
Para resucitar cada noche la historia oral de Marruecos, la Unesco declar¨® la plaza D¡¯jema el-Fna patrimonio mundial en 2001. Desde cualquier parte que se mire este teatro al aire libre de Marraquech se descubre un espect¨¢culo. Encantadores de serpientes, tatuadores con henna y vendedores de agua ofrecen sus mercanc¨ªas; los mochileros sorben zumo de naranja reci¨¦n exprimido y los m¨²sicos gnawi acaparan la atenci¨®n con sus alegres ritmos que hacen bailar las bolas de los fez y sonre¨ªr a los paseantes.
La plaza est¨¢ a escasos metros de la mezquita Kutub¨ªa, que con su alminar parece dominar todo el espacio, aunque hay varios templos m¨¢s modestos que tambi¨¦n rodean la plaza. Si la tarde es fresca podemos calentar el est¨®mago con una taza de t¨¦ ginseng y canela de cualquiera de los carritos que pululan por D¡¯jema el-Fna, porque lo m¨¢s recomendable es estar dentro cuando cae sol y brotan cientos de peque?os restaurantes en el meollo de toda este bullicio.
Desde las 18.00 la plaza se llena de cocinas desmontables con mesas y bancos ofreciendo una velada de comida callejera que no tiene parang¨®n en el mundo. Los tentadores aromas empiezan a flotar por la plaza y no resulta f¨¢cil decidirse. Hay cabezas de cordero, caracoles, kebabs, tajines, pescado, cusc¨²s y ensaladas de todo tipo. Tampoco olvidemos la bebida: toda la plaza est¨¢ rodeada de puestos que venden aseer limoon (zumo de naranja) reci¨¦n exprimido.
M¨¢s informaci¨®n en la gu¨ªa Lonely Planet 1000 lugares ¨²nicos y en www.lonelyplanet.es
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