Rabat desde el r¨ªo
Un recorrido fluvial por la desembocadura del Buregreg, que ba?a la capital de Marruecos y la vecina ciudad de Sal¨¦
?Qu¨¦ gran atractivo para una ciudad el poseer un r¨ªo! Rabat y Sal¨¦, en el centro de Marruecos, disponen de uno que las separa y al tiempo las cose entre s¨ª: el Buregreg.
Esta zona fue llamada durante el siglo XVII la rep¨²blica independiente del Buregreg, una especie de limbo jur¨ªdico fundado por moriscos provenientes de Hornachos (Extremadura) que se dedicaron a la lucrativa actividad del Corso, habida cuenta de la perfecta navegabilidad del r¨ªo. Hoy no queda nada de aquel pasado belicoso, salvo la silueta de un enorme dhow de madera (barco propio de la costa de Malabar, en India) atracado en la margen de Rabat, que contiene un restaurante de cocina francesa de temporada, un caf¨¦ situado en la proa y un pub con actuaciones en vivo en la bodega.
En la actualidad, la desembocadura del Buregreg constituye un bell¨ªsimo enclave rehabilitado durante los ¨²ltimos a?os, presidido en la margen rabat¨ª por la kasbah, o alcazaba de los Udaya, encantador barrio fortificado sobre un altozano; al otro lado, en la margen slawi (de Sal¨¦), est¨¢ dominada por la silueta de las murallas y puertas marinas.
Una ambiciosa intervenci¨®n urban¨ªstica ha saneado no solamente la r¨ªa, que hoy centellea de verdes jade y turquesa, sino que ha dotado a esta parte de la ciudad, rodeada de barrios populares, de un agradable paseo fluvial jalonado de chiringuitos de calidad y zonas verdes que aglutinan a los numerosos paseantes de la capital. Al caer la tarde el r¨ªo explota de color, con sus mujeres vestidas de chilabas estridentes, sus barcas azul a?il y la cal restallante de la alcazaba y la juder¨ªa, enmarcada por la piedra de arenisca de la fortaleza.
Por lo dem¨¢s, la margen septentrional de Sal¨¦ -ciudad populosa y marginal-, tambi¨¦n se ha embellecido notablemente con un complejo de viviendas de lujo firmado por Foster y colaboradores, futuras zonas de asueto, la rehabilitaci¨®n de la muralla y la construcci¨®n de un peque?o puerto de recreo al abrigo de los envites atl¨¢nticos.
Pero, probablemente, lo m¨¢s importante de esta intervenci¨®n capitaneada por la Agence pour l¡¯Am¨¦nagement de la vall¨¦e du Bouregreg sea la accesibilidad conseguida entre ambas ciudades, entre las que antiguamente solo mediaban las barcas a remo y que parec¨ªan eternamente re?idas. En 2011 se levant¨® un esbelto puente concebido por el ingeniero franc¨¦s Marc Mirman, se ha habilitado un tranv¨ªa y se ha mejorado el servicio de barcas, que hoy son un reclamo tur¨ªstico a¨²n poco explotado. Pero la cosa no acaba ah¨ª. A esta poderosa actuaci¨®n se suma la actual construcci¨®n de un gran teatro dise?ado por la arquitecta de moda: Zaha Hadid, a modo de una ballena varada.
Esta es la ruta que proponemos para pasar la jornada al borde del r¨ªo y disfrutar de la brisa y la historia:
10.00 T¨¦ en el caf¨¦ moro
Habr¨¢ que entrar en la kasbah de los Udaya y aventurarse por sus callejas para acceder a este m¨ªtico caf¨¦ tradicional que se balancea sobre las aguas desde la altura de sus terrazas: All¨ª, tomarse un t¨¦ con hierbabuena y alg¨²n dulce de almendra y agua de azahar.
11.00 Paseo en barca
A pie de alcazaba y en el paseo fluvial se encuentra el servicio de barcas de toda la vida, donde se pueden hacer recorridos a remo (desde 5 euros) a cargo de alg¨²n aguerrido barquero, para acercarse hasta el oc¨¦ano o adentrarse hacia el valle, disfrutando de la visi¨®n del alminar de Hassan y el mausoleo de Mohamed V.
13.00 Refrigerio en el Dhow
Es sabido que los aires marinos despiertan el apetito, as¨ª que nada mejor que subirse a cubierta en el Dhow y tomar alguna tapa acompa?ada de una bebida fr¨ªa. La decoraci¨®n oriental-colonial y el suave mecerse del r¨ªo ayudan a relajarse contemplando los nuevos atractivos del Buregreg.
14.00 Almuerzo mirando el r¨ªo
Las opciones son varias, no todas asequibles a bolsillos austeros. En la marina, o puerto de recreo, al que se accede desde Sal¨¦, est¨¢n los restaurantes Al Marsa, uno de estilo espa?ol con abundante pescado, y otro italiano refinado, con espl¨¦ndidas terrazas sobre el r¨ªo y frente a la torre Hassan. Otra opci¨®n m¨¢s econ¨®mica es comer en el restaurante griego Greek Style.
16.00 Caf¨¦ en el Club N¨¢utico
Situado en la margen de Sal¨¦ y r¨ªo adentro, se trata de un agradable establecimiento con restaurante, bar cafeter¨ªa con precios asequibles, una piscina de lujo frente a las aguas del Buregreg y todo un complejo de fitness y spa.
Queda ya el resto de la tarde para volver a la alcazaba y contemplar el mar ya liberado desde el fuerte, o pasearse con indolencia, como un rabat¨ª m¨¢s, por el flamante paseo fluvial.
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