Las grandes capitales de China
De Anyang a Zhengzhou, visitamos las ocho ciudades que han logrado dicha distinci¨®n a lo largo de la historia del gigante asi¨¢tico
De las doce ciudades nombradas capital de China por los emperadores a lo largo de los siglos, algunas han logrado mantener dicho estatus hasta nuestros d¨ªas, mientras que otras, simplemente, fueron devoradas por la historia del gigante asi¨¢tico.
Cuatro de ellas (Luoyang, Nank¨ªn, Pek¨ªn y Xi'an) lograron convertirse en las grandes capitales del imperio, sin advertir que otras urbes crec¨ªan tambi¨¦n gracias al poder de las dinast¨ªas que se fueron sucediendo en el pa¨ªs. Los hallazgos arqueol¨®gicos realizados durante el siglo XX y XXI han permitido concluir que otras cuatro ciudades deb¨ªan unirse al distinguido grupo: Kaifeng, Hangzhou, Anyang y Zhenzhou. Visitamos las ocho, por orden cronol¨®gico.
Anyang
Yin, conocida en la actualidad como Anyang, fue la primera capital de China en asistir al florecimiento del emperador Yin, de la Dinast¨ªa Shang (1600 a.C.-1046 a.C.). Quien la visite en la actualidad, al norte de la provincia de Henan, puede deleitarse con las ruinas de Yin (ÒóÐæ o y¨©nx¨±, 10,50 euros), unos de los primeros vestigios de la Dinast¨ªa Shang. Declarado patromonio mundial por la Unesco en 2006, este sitio arqueol¨®gico consta de un palacio real, tumbas, objetos funerarios y numerosas fosas con m¨¢s de 10.000 huesos oraculares, en las que se leen inscripciones escritas en el chino de la ¨¦poca.
?M¨¢s curiosidades de Anyang? El museo de la Escritura China (entrada gratuita si se muestra el pasaporte), que ofrece amplia informaci¨®n sobre los sistemas de escritura chinos de todas las ¨¦pocas.
Los trenes bala tardan dos horas y media en llegar desde Pek¨ªn, por lo que es uns opci¨®n c¨®moda para visitar.
Hangzhou
La condici¨®n de capital le dur¨® a Hangzhou menos de ochenta a?os, pero la belleza de su generoso n¨²mero de lagos, canales y templos se grab¨® en la memoria de los emperadores de Pek¨ªn. Para ellos, Hangzhou significaba paz y tranquilidad, y aqu¨ª se retiraban a descansar durante sus vacaciones.
Hangzhou, con aeropuerto propio, queda a una hora y media en tren bala desde Shangh¨¢i, adem¨¢s de contar con diferentes rutas hacia al sur y norte del China.
Kaifeng
Marco Polo dej¨® su huella en este lugar durante sus viajes por todo el mundo. Kaifeng fue la sede imperial de diversas dinast¨ªas entre 907 y 1127, entre ellas la de Song del Norte, que la convirti¨® en la ciudad m¨¢s pr¨®spera de China. Formar parte de la Ruta de la Seda brind¨® a esta ciudad una mezcla racial que origin¨® nuevos grupos ¨¦tnicas: la minor¨ªa Hui (»Ø×å), entre ¨¢rabes y persas, as¨ª como los jud¨ªos o miembros del Tiaojiaojin (Ìô½î½Ì), tal y como se puede comprobar al visitar la sinagoga de la ciudad.
Kaifeng ofrece numerosos atractivos para el turismo monumental: el Pabell¨®n del Drag¨®n (Áúͤ o l¨®ngt¨ªng, 4,5 euros), perteneciente al palacio de la Dinast¨ªa Song y restaurado en diversas ocasiones; la Pagoda de Hierro (ÌúËþ o ti¨§ t¨£, 3 euros), incre¨ªble herencia de la Dinast¨ªa Song del Norte; y el Templo del Primer Ministro (´óÏà¹úË o d¨¤xi¨¡nggu¨®s¨¬, 3,5 euros), construido por las Dinast¨ªas del Norte y Sur en 555 y reconstruido durante la Dinast¨ªa Tang por el emperador Ruizong, quien rebautiz¨® con el nombre actual y lo convirti¨® en uno de los principales templos budistas de la historia de China.
Para llegar a Kaifeng existen trenes bala directos desde Zhengzhou (35 minutos), Shangh¨¢i (seis horas) y Hangzhou (siete horas). Si desea ir desde cualquier otro punto del pa¨ªs, puede coger un vuelo hasta el aeropuerto de Zhengzhou y, desde ah¨ª, el tren.
Luoyang
Diferentes dinast¨ªas se sucedieron en Luoyang, principal capital de la antigua China, para mostrar su poder. Las evidencias m¨¢s claras de este asentamiento las muestran las grutas de Longmen. Adem¨¢s, se trata de la primera capital china que pisaron soldados de la antigua Roma, en torno al 170 despu¨¦s de Cristo.
Centro geogr¨¢fico de China durante dos milenios y ciudad principal del Imperio m¨¢s de 500 a?os, Luoyang perdi¨® su importancia en paralelo al declive de las dinast¨ªas Tang y Song; mientras tanto florec¨ªan otras capitales, como Nank¨ªn y Pek¨ªn.
Actualmente, Luoyang no ofrece respiro al turista: las grutas de Longmen, el Templo del Caballo Blanco (°×ÂíËÂo b¨¢im¨£s¨¬, 50 yuanes), primer templo budista construido en China y uno de los m¨¢s antiguos del mundo, y el centro hist¨®rico de la ciudad, ideal para mezclar relax y compras. Los fans de los museos tienen su espacio en el de Luoyang, que recorre la historia de la ciudad, y el m¨¢s pintoresco museo de las Tumbas de la Dinast¨ªa Han.
El aeropuerto de Luoyang le permitir¨¢ llegar directamente a la ciudad desde cualquier zona del pa¨ªs. Tambi¨¦n existen trenes bala directos desde Xi¡¯an, Zhengzhou y Pek¨ªn.
Nank¨ªn
Una rivalidad enfrent¨® durante siglos a Pek¨ªn, la capital del norte, contra su rival Nank¨ªn, la capital del sur. El r¨ªo Qin Huai atraviesa la ciudad y en sus orillas se puede encontrar el Templo de Confucio (·ò×ÓR o f¨±z¨«mi¨¤o), especialmente recomendable para paseos nocturnos gracias a su impresionante iluminaci¨®n.
Nank¨ªn atesora hermosos templos como el de Jiming, Linggu, Jinghai y Qixia, cargados de belleza y espiritualidad, pero una de las principales atracciones tur¨ªsticas es el Mausoleo de Ming Xiaoling, primer emperador de la Dinast¨ªa Ming, cuyo impresionante despliegue art¨ªstico y monumental fue declarado patrimonio mundial, a pesar de que se desconoce la ubicaci¨®n exacta de la tumba. Tambi¨¦n merece la pena el Mausoleo de Sun Yat-sen, construido en la ladera de la Monta?a P¨²rpura entre 1926 y 1929 en homenaje a Sun Yat-sen, primer presidente de la Rep¨²blica de China.
La muralla que protege Nank¨ªn no impidi¨® a los japoneses destrozar la ciudad a principios de 1938, una de las principales causas de la tensi¨®n entre chinos y nipones. A ra¨ªz de este hecho se cre¨® el Monumento por la Masacre de Nank¨ªn, que conmemora la muerte de los miles de chinos que murieron a manos del Ej¨¦rcito Imperial Japon¨¦s durante la Segunda Guerra Mundial.
Pero no todo es historia en Nank¨ªn: quienes disfruten con la arquitectura moderna pueden subir a la Torre Zifeng (×Ï·å´óÏà o z¨«f¨¥ng d¨¤sh¨¤), el d¨¦cimo rascacielos m¨¢s alto del mundo, con 450 metros de altitud.
A Nank¨ªn se llega tanto por avi¨®n como por tren (r¨¢pido y lento) desde cualquier ciudad del pa¨ªs.
Pek¨ªn
Mil a?os como capital china contemplan a Pek¨ªn, la ciudad que los occidentales m¨¢s han visitado y comentado. Por esbozar algunas pistas, el viajero no debe perderse la Gran Muralla China (en una excursi¨®n de un d¨ªa), la Ciudad Prohibida, el Templo del Cielo, el Palacio de Verano, el Templo de Lama, los hutongs y las famosas instalaciones de los Juegos Ol¨ªmpicos de Pek¨ªn, entre otros.
Xi'an
Conocida anteriormente como Chang'an, Xi¡¯an es una de las antiguas capitales de China que con mayor fidelidad mantiene su atm¨®sfera hist¨®rica. Es la ciudad amurallada m¨¢s grande del mundo, por lo que un paseo en bicicleta por su fortaleza (Î÷°²³Çǽ o x¨©¨¡nch¨¦ngqi¨¢ng) nos brindar¨¢ unas vistas espl¨¦ndidas de ambos lados de la urbe.
Dentro de la muralla nos esperan la Torre de la Campana (ÖÓÂ¥ o zh¨ngl¨®u) y la Torre del Tambor (¹ÄÂ¥ o g¨³l¨®u), la cual da acceso al barrio musulm¨¢n que esconde la Gran Mezquita (´óÇåÕæË o q¨©ngzh¨¥ns¨¬) y donde se pueden probar todo tipo de delicias culinarias: desde el rou jia mo (Èâ¼ÐâÉ), una especie de hamburguesa de carne sazonada con todo tipo de especias, hasta yang rou pao mo (ÑòÈâÅÝâÉ), una sopa de cordero en la que debe partir una pieza de pan muy consistente en trozos muy peque?os para poder saborearla junto a la carne, fideos y mucho ajo.
Un Bosque de Estelas (±®ÁÖ o x¨©¨¡nb¨¥il¨ªn) con m¨¢s de dos mil bloques de piedra con inscripciones y epitafios aguarda al sur de la muralla, justo antes de salir en direcci¨®n a la Pagoda del Gran Ganso (´óÑãËþ o d¨¤y¨¤nt¨£) y a la Pagoda del Peque?o Ganso (СÑãËþ o xi¨£oy¨¤nt¨£).
Al este, en cambio, se halla el Templo de los Ocho Inmortales (°ËÏÉâÖ o b¨¡xi¨¡n'¨¡n), un peque?o templo dao¨ªsta en el que la paz y tranquilidad son los protagonistas. Cuenta con un jard¨ªn trasero y un peque?o restaurante en el que almorzar al sol, ajenos al bullicio de la ciudad.
Sin embargo, la joya de la corona de Xi¡¯an es el Ej¨¦rcito de Guerreros de Terracota y Caballos (±øÂíÙ¸ o b¨©ngm?y?ng, 150 yuanes), con tres pabellones en las que se custodian m¨¢s de ocho mil magn¨ªficas estatuas, hechas de terracota a tama?o real y con rasgos totalmente diferentes las unas de las otras. Fueron descubiertas en 1974 y declaradas patrimonio mundial en 1987. Entre una hora y una hora y media, dependiendo del tr¨¢fico, separan la estaci¨®n central de los guerreros, gracias a los autobuses 306, 914 o 915.
A dos kil¨®metros se completa el recorrido con el Mausoleo del Emperador Qin ShiHuang (ÇØʼ»ÊÁê o Q¨ªn Sh¨« hu¨¢ng l¨ªng), con acceso gratuito mostrando la entrada de los Guerreros de Terracota. Este emperador confiaba en que, enterrando estas figuras, seguir¨ªa al mando del ej¨¦rcito.
Se puede llegar a Xi'an tanto en avi¨®n como en tren (r¨¢pido y lento) desde cualquier ciudad del pa¨ªs.
Zhengzhou
Capital de la provincia de Henan, Zhengzhou se uni¨® a la lista en 2004 tras el descubrimiento de un sitio arqueol¨®gico de la dinast¨ªa Shang. Como ciudad de paso debido a sus excelentes conexiones con las principales n¨²cleos urbanos del pa¨ªs, su reclamo m¨¢s destacado es el ?rea Esc¨¦nica del R¨ªo Amarillo (3,5 euros), donde se encuentra la quinta estatua m¨¢s alta del mundo con los rostros de los emperadores Yan y Huang, que vigilan el r¨ªo Amarillo desde una posici¨®n privilegiada.
M¨¢s propuestas viajeras en China aqu¨ª
{ "active": true, "code": "298559", "elementType": "offerExtension", "id": 44, "name": "HANGZHOU", "service": "tripadvisor" }
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.