En el vientre del caim¨¢n
A medio camino entre La Habana y Santiago de Cuba, Camag¨¹ey es la ciudad natal del c¨¦lebre poeta Nicol¨¢s Guill¨¦n. Del carism¨¢tico casco antiguo a la playa de Santa Luc¨ªa, puro sabor cubano
Situada en el vientre del caim¨¢n con que su ilustre oriundo Nicol¨¢s Guill¨¦n se figur¨® el mapa de Cuba, la recoleta y colonial Camag¨¹ey es uno de los enclaves geoestrat¨¦gicos de la isla. No solo por su equidistancia (unas siete horas por carretera) de la robusta cola de La Habana y las fauces de Santiago de Cuba, sino tambi¨¦n porque sus extensas y f¨¦rtiles llanuras se abren al mar por las dos costas. Codiciada por corsarios, eso motiv¨® que el n¨²cleo de Puerto Pr¨ªncipe (como se llam¨® hasta la independencia, en 1898) se erigiera tierra adentro, y con cierto abigarramiento protector en el trazado de sus callejuelas, hasta componer, como por aluvi¨®n, uno de los cascos hist¨®ricos m¨¢s carism¨¢ticos de Cuba, que este a?o celebra su 500? aniversario. Pr¨®diga en poetas ¡ªjunto a Guill¨¦n, Gertrudis G¨®mez de Avellaneda, Dulce Mar¨ªa Loynaz o Severo Sarduy¡ª, en esa capital se asentar¨ªa, a fines del siglo XVI, el grancanario Silvestre de Balboa ¡ªun aventajado disc¨ªpulo de la tertulia de Cairasco de Figueroa en Las Palmas¡ª, que, una vez trasterrado, escribe Espejo de paciencia (1604), el libro inaugural de la literatura cubana. En la provincia se encuentra la localidad de Cascorro, que le dio su nombre a la c¨¦lebre plaza del Rastro madrile?o. Fue all¨ª donde el soldado Eloy Gonzalo (homenajeado en acci¨®n en el monumento de Madrid) logr¨® ganar, ¨¦l solo, una batalla que se daba por perdida; voluntario, incluso, para arrastrarse con una cuerda (¡°por si, lo m¨¢s probable, habr¨ªan de halar para recuperar su cad¨¢ver¡±), sali¨® indemne tras incendiar in situun boh¨ªo con cientos de mambises.
8.00?Tres casas ilustres
Por su situaci¨®n neur¨¢lgica, y el contraste entre su estepa, de gran riqueza agropecuaria, y el laberinto de sus calles, Puerto Pr¨ªncipe fue una posici¨®n adelantada en la lucha por la independencia. Su m¨¢ximo h¨¦roe es el ilustrado Ignacio Agramonte (1841-1873), apodado el Mayor (c¨¦lebre canci¨®n de Silvio Rodr¨ªguez) y muerto joven en combate, como lo recuerda el expresivo monumento ecuestre del hermoso parque con su nombre (1). Concentra la vida de Camag¨¹ey, y es orientaci¨®n obligada en el vasto y asim¨¦trico casco hist¨®rico, declarado patrimonio mundial en 2008. Lo colindan la catedral y la conservada casona del Ayuntamiento, frente a terrazas animadas a toda hora. De inter¨¦s son los museos-casas natales de camag¨¹eyanos ilustres, empezando por la del Mayor (2)?(Agramonte, 459), de original hibridismo, entre neocl¨¢sico y rococ¨®; la de Nicol¨¢s Guill¨¦n (3)?(Hermanos Ag¨¹ero, 253), con enseres y manuscritos del poeta, o la del cient¨ªfico Carlos J. Finlay (4)?(calle del Cristo, 5), con interesantes testimonios de este insigne descubridor del origen de la fiebre amarilla.
10.00 El patio del historiador
Dos remansos coloniales: la plaza de San Juan de Dios (5)?y la del Carmen (6). La primera, monumento nacional, es uno de los espacios m¨¢s hermosos y mejor conservados de Camag¨¹ey; de esos recintos adoquinados que, de solo pasear por ellos, alimentan. Alberga el restaurante terraza m¨¢s selecto (1800); y en su entorno se celebran conciertos y eventos culturales, como el pujante Festival de Video-Arte al aire libre. La plaza del Carmen surgi¨® como respiradero de la hom¨®nima iglesia, que es, junto a la de Las Mercedes, de las m¨¢s se?eras de la ciudad; ambas con austeros y bellos frontispicios neocl¨¢sicos, de tonos pastel. Al borde de sus adoquines, animados con esculturas en bronce que semejan paisanos de tama?o natural, destaca la imponente casona con patio interior de la Oficina del Historiador de la Ciudad, erigida sobre el antiguo Convento de las Ursulinas.
11.00??Arena o piscina?
Un remoj¨®n aguarda (a hora y cuarto de carretera) en la flamante playa norte?a de Santa Luc¨ªa (7): 19 kil¨®metros de arena blanca y aguas transparentes, con una formidable barra de corales, ideal para el buceo. M¨¢s conocida a¨²n por lugare?os y corsarios que por turistas, cuenta con una incipiente infraestructura hotelera. Pero la f¨®rmula de acceso m¨¢s habitual es contratar un taxi de ida y vuelta con horas de permanencia (unos 40 euros), y hacer uso de los diseminados chiringuitos que ofrecen langosta y pescado fresco (unos 12 euros por comensal). No obstante, quienes opten por un remoj¨®n sin salir del casco hist¨®rico, disponen de varios bares-piscinas en la larga y vistosa calle de la Rep¨²blica (8), la principal v¨ªa comercial de Camag¨¹ey, reci¨¦n engalanada y peatonalizada para el V centenario de la ciudad.
18.00?Los garitos de Agramonte
Otra v¨ªa muy transitada, la calle de Agramonte (9), se conoce popularmente como ¡°la calle de los cines¡±, ya que ah¨ª se encontraban las dos ¨²nicas salas de la ciudad. Tambi¨¦n con motivo del 500? aniversario se han inaugurado ah¨ª media docena de establecimientos de m¨²sica en vivo, con nombres y decorados de pel¨ªculas y canciones de ¨¦poca (Casablanca, La Isla del Tesoro, Yesterday...). Otra atracci¨®n recomendable son las actuaciones del Ballet de Camag¨¹ey, cuya sede es el Teatro Principal (10)?(Padre Valencia, 64), una vetusta construcci¨®n, de 1850, que a¨²n hoy da una idea encantada de su lujo original. Y un curioso paseo ofrece, por su parte, el cementerio (11)?del Santo Cristo del Buen Viaje,?el m¨¢s antiguo en activo de Cuba (data de 1814), con vistosos mausoleos y chispeantes epitafios, tal que: ¡°Aqu¨ª yace sumergido?/?por una ley natural?/?todo lo que fue mortal?/?de don Fernando Garrido¡±; o el dedicado a un insigne trovador local: ¡°Te debemos un trozo de vida empapado en alcohol...¡±.
20.00?Un ajiaco, por favor
Entre la variada y asequible oferta gastron¨®mica de Camag¨¹ey, es rese?able el restaurante Papito Rizo (calle 13, entre 1? y 2?, Reparto Villa Mariana), un cl¨¢sico que ha abierto sucursal m¨¢s c¨¦ntrica, La Terraza de Papito Rizo (12)?(Santa Rosa, 8), cerca de Rep¨²blica. La peatonal calle de Maceo concentra varios restaurantes de nuevo cu?o, entre ellos, El Carmen (13), decorado con motivos del Ballet de Camag¨¹ey. Pero uno de esos lugares que se quisiera recomendar solo a los m¨¢s ¨ªntimos es El Solar (14)?(calle de la Independencia, 126): una recoleta paladar (restaurante familiar), muy econ¨®mica (funciona con pesos cubanos), donde todo resulta hogare?o, desde el trato a la deliciosa comida criolla. A probar: el excelente ajiaco, el t¨ªpico potaje originario de esta regi¨®n cubana.
22.00?Noches bailongas
La diversi¨®n nocturna de Camag¨¹ey aguarda en las inmediaciones del parque Agramonte; destacan la Casa de la Trova (15), para los m¨¢s bailongos, con m¨²sica en vivo, y, para los m¨¢s sedentarios, El Cambio (16), un vetusto garito con mucho sabor local y lleno de miradas c¨®mplices, entre paredes atiborradas de dibujos, grafitis y motivos aut¨®ctonos.
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