Para estar en Babia
La comarca leonesa ofrece mucha tranquilidad e imponentes pe?as rodeadas de verdes valles
Para estar en Babia y olvidarse de las prisas de la urbe solo hace falta acercarse a esta comarca del noroeste de la provincia de Le¨®n y contemplar sus pe?as, valles, bosques de robles y r¨ªos trucheros como el Luna; caminar con calma por sus peque?os pueblos de casonas s¨®lidas, de piedra y tejados de pizarra, como Torre de Babia, Vega de Viejos y La Cueta, donde nace el r¨ªo Sil. Tambi¨¦n, probar la tradicional caldereta de cordero, como la que com¨ªan antiguamente los pastores, y tomar de postre una tarta babiana (a base de miga de pan) o unos frisuelos, con su forma de rosca, para mojar en chocolate.
Si queremos conocer mejor c¨®mo se formaron cumbres de la zona como Pe?a Ubi?a (2.417 metros de altitud), que linda con Asturias, y qu¨¦ animales y plantas habitan estos valles, se puede visitar desde finales de junio en Riolago ¡ªuno de los pueblos m¨¢s bonitos y cuidados del lugar¡ª la Casa del Parque Natural de Babia y Luna (dependiente de la Fundaci¨®n Patrimonio Natural, entidad de la Consejer¨ªa de Fomento y Medio Ambiente, de la Junta de Castilla y Le¨®n). La Casa del Parque se encuentra en el rehabilitado palacio renacentista de los Qui?ones, del siglo XVI, con su muralla del XIV. Su recuperaci¨®n y reapertura ha supuesto una inversi¨®n de 1,6 millones.
En el interior del palacio, recibe a los visitantes una breve pel¨ªcula animada en la que, con un delicioso texto del escritor Pablo Andr¨¦s Escapa, dos viejos lugare?os hablan en torno a la lumbre de la paz babiana y de la dureza de su clima. Esa charla despu¨¦s de la cena es conocida en la zona como filand¨®n. En el recorrido por los paneles expositivos de la Casa del Parque, se pueden aprender palabras del pachuezu, el dialecto asturleon¨¦s, en el que el lobo es chobu y las grosellas, gurrubillas.
Si subimos a la primera planta, nos recibe el "espacio herbario", en el que se muestran especies vegetales de la zona que podemos oler y encontrar en los senderos, como el t¨¦ de roca genciana, cuyas ra¨ªces se utilizan para elaborar verm¨² por su amargor. M¨¢s adelante se explica la historia geol¨®gica de las altas monta?as babianas, que coronan terrenos duros y pedregosos. La anchura de sus valles se debe a la ¨¦poca de los glaciares, cuando estas moles de hielo se abrieron paso entre las laderas. Despu¨¦s, el hombre con la tala de bosques, el fuego y la ganader¨ªa transform¨® el paisaje. Un ejemplo de la huella humana en este entorno es el impresionante embalse de Los Barrios de Luna, con su club n¨¢utico, que en ¨¦poca de escasez de lluvias deja ver en su fondo la torre de la iglesia del pueblo sacrificado para almacenar el agua.
La gran tradici¨®n trashumante de la zona merece en la Casa del Parque un apartado en el que se cuenta el peso que tuvo el Concejo de la Mesta, que controlaba la actividad ganadera en Castilla desde su creaci¨®n en el siglo XIII. Si hablamos de ovejas merinas y vacas no pueden faltar los grandes mastines, de enorme papada y andar aparentemente lento pero ¨¢giles cuando se los necesita. Estos perros son imprescindibles para proteger al ganado de enemigos como el lobo. De este temido animal se explica como curiosidad que en la nana Cinco lobitos, la parte que reza "detr¨¢s de una escoba" se refiere al nombre con el que tambi¨¦n se conoce a los piornos, los arbustos que abundan en la zona.
Las 57.628 hect¨¢reas del parque natural de Babia y Luna, que albergan parajes espectaculares como el sabinar de Mirantes de Luna, son el hogar de golondrinas, zorzales, alimoches y, en zonas m¨¢s altas, rebecos, adem¨¢s de ser ¨¢rea de paso del oso pardo. Menos fieros son los bellos caballos babianos, de peque?a alzada y que uno puede ver trotar por los praos. En los meses de invierno todo se cubrir¨¢ de nieve, el elemento que torna blanco el paisaje babiano, del que el escritor leon¨¦s Luis Mateo D¨ªez escribi¨®: "Hay como una huella de nieve en el recuerdo primitivo de esta tierra".
Gu¨ªa
C¨®mo ir
Para alojarse y comer
Compras
El Parque natural de Babia y Luna se asienta sobre territorios de los municipios leoneses de San Emiliano, Cabrillanes, Sena de Luna y Los Barrios de Luna. Se puede acceder por la AP-66 Le¨®n-Asturias, que lo cruza de norte a sur.
- Hotel restaurante Valle de San Emiliano (San Emiliano).
- La Casona de Babia (San Emiliano).
- Posada Real D¨ªas de Luna (Sena de Luna).
- Panader¨ªa Alonso, en Riolago (pan, empanadas y pastas tradicionales).
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