Yang¨®n, un museo colonial al aire libre
Ruta guiada y gratuita por el patrimonio arquitect¨®nico de la antigua capital birmana, en tiempos, un destacado puerto del Imperio Brit¨¢nico
Yang¨®n no es guapa, pero es muy simp¨¢tica y est¨¢ aprendiendo a presumir de su decadencia. La antigua capital birmana es una de las ciudades m¨¢s antiguas del sudeste asi¨¢tico, cuya agitada historia ha dejado su impronta en los edificios y el pavimento. Pero recientemente, un poquito de sombra aqu¨ª y otro de colorete all¨¢ est¨¢n haciendo que a esta urbe comiencen a cortejar pretendientes para invitarla a pasear.
Son las nueve de la ma?ana en el Parque Mahabandoola, s¨ªmbolo de la soberan¨ªa del pa¨ªs y todav¨ªa el coraz¨®n de Yang¨®n, aunque ya no su centro geogr¨¢fico, que s¨ª lo fue durante la ¨¦poca colonial brit¨¢nica, a la que la ciudad debe el trazado actual de su casco hist¨®rico. Al llegar, Gino saluda aludiendo al calor que hace ya a estas horas. Es lo que tiene el final del monz¨®n: se van las lluvias pero vuelve a brillar un t¨®rrido sol.
Gino es un enamorado de Yang¨®n, una relaci¨®n que ya dura ocho a?os. Cansado de ense?ar ingl¨¦s, este australiano ha comenzado a llenar un vac¨ªo que exist¨ªa aqu¨ª en forma de paseos tur¨ªsticos guiados. ¡°C¨®mo cualquier ciudad que se precie, Yang¨®n tambi¨¦n necesita de visitas guiadas a pie, que es la mejor manera de conocerla. Aunque pasear por estas calles requiere cierto cuidado por todos los agujeros que tiene¡±. Parece una broma f¨¢cil, ensayada y mejorada con la pr¨¢ctica, pero el asfalto yangonita tiene muchos agujeros y pocas aceras, que adem¨¢s suelen estar ocupadas por tenderetes y restaurantes callejeros alternados con precipicios que muestran sus entra?as.
Los cuatro pelos de Buda
En el parque, frente al majestuoso edificio del ayuntamiento, Gino explica que se considera un ejercicio de sincretizaci¨®n de la arquitectura colonial birmana, en el que destacan los elementos orientales, como el tradicional tejado en forma de chapiteles con gradas denominado pyatthat (habitual en pagodas, monasterios budistas y palacios), o las esculturas de dos dragones en la portada. En otra ¨¦poca el edificio fue de otro color, pero desde 2012 presenta un notable y delicado azul celeste que contrasta con el verde de las palmeras que lo rodea y el dorado de la pagoda Sul¨¦, situada enfrente, otro de los s¨ªmbolos de la ciudad. En ella, desde hace aproximadamente 2.500 a?os, se guarda uno de los cuatro cabellos de Buda que se conservan en la ciudad.
En seguida dejamos a nuestra espalda el obelisco situado en el centro del parque, actualmente llamado Monumento a la Independencia aunque durante la Segunda Guerra Mundial ondeara en su lugar la bandera japonesa y anteriormente ocupara el puesto una estatua de la reina Victoria de Inglaterra, para salir y transportarnos a la ¨¦poca colonial con la Corte de Justicia, todav¨ªa un majestuoso edificio que data de 1911 y cuya influencia brit¨¢nica resulta imposible de negar, sobre todo por la torre del reloj, reflejo lejano del ic¨®nico Big Ben londinense.
Todav¨ªa quedan en Yang¨®n m¨¢s de un centenar de edificios coloniales, muchos en ruinas y cerrados al p¨²blico, una olvidada herencia de los tiempos en los que Yang¨®n era uno de los puertos m¨¢s importantes del Imperio Brit¨¢nico, del que fue colonia desde 1852, primero como una provincia m¨¢s del Raj brit¨¢nico en India y ya en 1937 con su propia legislaci¨®n, justicia y administraci¨®n.
Gu¨ªa por vocaci¨®n
Existen, am¨¦n de los coloniales, otros edificios interesantes en Yang¨®n, como la sinagoga Musmeah Yeshua, la sede de la Compa?¨ªa de Ferrocarriles de Birmania, hoy en proceso de convertirse en un hotel de cinco estrellas, el popular Secretariado, donde fue asesinado Aung San, padre de la independencia del pa¨ªs, o el Hospital General de Yang¨®n. Por ubicaci¨®n se incluyen en otro paseo distinto tambi¨¦n dise?ado por este gu¨ªa australiano, a cambio de la voluntad.
Pero Gino no es el ¨²nico que realiza tours gratuitos en ingl¨¦s; actualmente, la fundaci¨®n Yangon Heritage Trustee, que desde hace varios a?os trabaja junto al gobierno para preservar estas joyas patrimoniales, tambi¨¦n ofrece este tipo de recorridos, aunque los gu¨ªas suelan insistir m¨¢s en la actividad que lleva a cabo la fundaci¨®n que en el propio legado colonial.
El edificio de la Corte de Justicia contin¨²a siendo utilizado aunque desde la fundaci¨®n en 2008 de la nueva capital, Nay Pyi Taw, su jurisdicci¨®n se ha reducido al ¨¢mbito regional y una parte del mismo se encuentra deshabilitada. Gino recuerda que pocos edificios coloniales de Yang¨®n est¨¢n en uso; solo algunos, como viviendas. La mayor¨ªa de estas edificaciones se encuentran abandonadas y, aunque est¨¢ prohibida la entrada a muchos de ellos, por un par de d¨®lares se puede llegar a echar una ojeada por dentro.
Pego's club
Es el caso del Pego's club, exclusivo para brit¨¢nicos y contados ciudadanos birmanos e indios de prestigio. Salvando las telara?as, todav¨ªa se pueden admirar los salones de baile, las mesas de juego, las salas de billar y hasta sentir el olor del tabaco consumido en las timbas que cada noche se celebraban en esta reliquia arquitect¨®nica de la entonces colonial ciudad de Rang¨²n.
Rodeando el parque en el sentido de las agujas del reloj encontramos, junto a la Corte de Justicia, dos edificios de ¨¦poca renovados. Ahora sedes centrales de nuevos bancos, uno de ellos acogi¨® una antigua iglesia anglicana de la que todav¨ªa se aprecian algunos detalles. Despu¨¦s, la Oficina de Inmigraci¨®n, la Compa?¨ªa de Transporte Fluvial Inland, la Autoridad Portuaria, el Hotel Strand, el edificio de Aduanas, algunos antiguos almacenes, arcaicas casas de impresi¨®n e incluso se?ales con los nombres de las calles en la ¨¦poca colonial, completan la visita.
Despu¨¦s de tres horas concluyo que, efectivamente, pasear por Yang¨®n no es lo m¨¢s c¨®modo y agradable, pero comienzo a mirar la ciudad de otra manera. Ya conoc¨ªa su simpat¨ªa, pero ahora tambi¨¦n la veo m¨¢s guapa.
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