Un d¨ªa con N¨¦stor en Gran Canaria
De la Casa de Vegueta al museo dedicado a su trayectoria art¨ªsica, un recorrido intenso que sigue las huellas del pintor simbolista en su isla natal
La figura de N¨¦stor Mart¨ªn-Fern¨¢ndez de la Torre, el m¨¢s virtuoso pintor canario, no puede entenderse sin la su hermano, Miguel, arquitecto. ?l materializ¨® muchas de sus visionarias propuestas. Por eso, la ruta de N¨¦stor en Las Palmas de Gran Canaria comienza en el bed & breakfast La Casa de Vegueta (Pedro D¨ªaz, 5; +34 928 339 318). Construida en 1913, conserva muebles originales de la familia y abri¨® para visitantes cien a?os despu¨¦s, en diciembre de 2012. El mobiliario, que el arquitecto conservaba en la casa familiar del interior de la isla ha sido cedido por uno de sus nietos, que actualmente reside en Berl¨ªn. Entre otros, cuatro camas, una mesilla de noche, la mesa de comedor con sus sillas, el menaje, la manteler¨ªa calada canaria y la alacena. Tambi¨¦n, las primeras reproducciones de los ocho cuadros del Poema del Atl¨¢ntico de N¨¦stor. M¨¢s tarde, nos asombrar¨¢n a tama?o real en el Museo N¨¦stor.
Tras el frugal desayuno, en cinco minutos a pie nos encontramos ante el Teatro P¨¦rez Gald¨®s. Se incendi¨® en 1918 y su reconstrucci¨®n fue encargada a Miguel Mart¨ªn-Fern¨¢ndez. N¨¦stor lo decor¨®. Su refinada mano est¨¢ detr¨¢s de la elecci¨®n de vidrieras, luminarias, artesonados y el trabajo de ebanister¨ªa. Gusta especialmente la exuberancia tropical de sus frescos del sal¨®n Saint-Sa?ns (en la primera planta). Tambi¨¦n dise?¨® el tel¨®n y pint¨® murales en el techo de platea y sobre la boca del escenario. El principal coliseo de Canarias se puede visitar por cinco euros. No hay que reservar. El recorrido dura 40 minutos e incluye camerinos y tramoyas.
Al salir, se puede caminar ¨Capenas son diez minutos¨C hasta el n¨²mero 13 de la perpendicular calle Bravo Murillo. Una placa en la fachada indica que el artista ten¨ªa aqu¨ª su estudio, edificio propiedad de la familia. Est¨¢ muy cerca del Cabildo Insular, cumbre racionalista del arquitecto Miguel, ampliado en 2011 seg¨²n un proyecto de Alejandro de la Sota. Desvi¨¢ndose despu¨¦s por la perpendicular calle Perojo se llega a la tienda de la dise?adora local Nuria Gonz¨¢lez (Cebri¨¢n, 27), especializada en ropa de ba?o. Piked Paintings, su colecci¨®n para el verano de 2016, se inspira en N¨¦stor. Ba?adores y bikinis de licra, caftanes, blusones, faldas pantal¨®n y vestidos de tul el¨¢stico que lo mismo sirven para ir a la playa que una salida nocturna. Todos con estampados que son fragmentos de cuadros de N¨¦stor, principalmente del Poema del Mar y el Poema de la Tierra.
Posteriormente, se puede coger la guagua de la l¨ªnea 1 en la estaci¨®n de la calle Rafael Cabrera y plantarse, en unos quince minutos, en el barrio residencial de Ciudad Jard¨ªn, donde se encuentra el templo del pintor canario.
El Museo N¨¦stor, ubicado junto al parque Doramas y el Pueblo Canario, plaza que los hermanos N¨¦stor y Miguel dise?aron como precursor meeting point de turistas, est¨¢ dirigido por Daniel Montesdeoca y expone m¨¢s de 100 piezas del artista. Desde las primeras, realizadas con diez a?os, hasta las ¨²ltimas Visiones de Gran Canaria, precedente del trabajo de C¨¦sar Manrique en Lanzarote d¨¦cadas despu¨¦s. Su obra cumbre es el Poema del Atl¨¢ntico (1912-1923), ocho arrebatadores lienzos simbolistas en una sala de inspiraci¨®n bizantina que deslumbraron a los artistas e intelectuales con los que comparti¨® vida en la Residencia de Estudiantes de Madrid, durante los a?os 20 del siglo pasado. La serie inspir¨® a Dal¨ª. El joven que flota sobre las aguas en Mar en reposo es su pareja de entonces, Gustavo Dur¨¢n, a quien Horacio V¨¢zquez Rial dedic¨® su novela El soldado de porcelana. El lugar ha sido destino de peregrinaje para, entre otros, Freddie Mercury, Yves Saint-Laurent y Jean-Paul Gaultier.
El almuerzo llega muy cerca, en La Terraza de Thomas del hotel Santa Catalina. Thomas Leeb es el nuevo chef de uno de los restaurantes m¨¢s antiguos de Espa?a. Su propuesta se construye a partir de productos de Gran Canaria y Austria (tierra natal del cocinero), que fusiona con ingredientes procedentes de pa¨ªses que han tenido especial relaci¨®n con Canarias. Por ejemplo, tartar de at¨²n rojo. O huevas de tobiko con achiote, al que le a?ade guacamole efervescente. La terraza ocupa la planta baja de este hotel cinco estrellas erigido en 1890 y reinaugurado en 1952, tras ser demolido y reconstruido por Miguel Mart¨ªn-Fern¨¢ndez en estilo neocanario. Est¨¢ declarado monumento hist¨®rico-art¨ªstico. La paz del lugar traslada al visitante a otros tiempos. Agatha Christie, Alfonso XIII, Winston Churchil, John Huston, Gregory Peck y Mar¨ªa Callas durmieron aqu¨ª.
Un taxi nos acercar¨¢ a la calle de Las Palmas de Gran Canaria dedicada a un t¨ªo del pintor, bar¨ªtono, el primer canario que cant¨® en la Scala de Mil¨¢n. En el n¨²mero 21 de la calle N¨¦stor de la Torre est¨¢ el hotel Fataga. Una r¨¦plica del autorretrato de 1904, realizado por el artista a los 17 a?os, preside la cafeter¨ªa N¨¦stor, tras cuyos ventanales podremos tomar un refrigerio. La calle paralela son las Ramblas de Mesa y L¨®pez, una de las principales zonas comerciales al aire libre de la ciudad. Una relajante sesi¨®n de compras sin prisas que se puede prolongar por la peatonal calle Ruiz de Alda, uno de las principales v¨ªas de tr¨¢nsito.
Al caer el sol hay que acudir al bodeg¨®n Casa Fataga (Parque Santa Catalina, s/n; +34 828 60 00 22), junto a la Casa del Turismo, principal punto de informaci¨®n tur¨ªstica de la capital grancanaria, construida por Miguel siguiendo los presupuestos est¨¦ticos de N¨¦stor e inaugurada en 1945 (fue ampliada en 1976). Adem¨¢s de los trajes t¨ªpicos de Gran Canaria, el artista dise?¨® las tartanas que durante d¨¦cadas trasladaron a los extranjeros por esa zona de la ciudad. Iv¨¢n Ortega es el anfitri¨®n del restaurante. A la luz de las velas, bajo un frondoso ficus elegiremos entre su amplia carta de arroces o platos que hacen una lectura avanzada de la gastronom¨ªa local. Almogrote gomero de aperitivo. De entrante, la ensalada N¨¦stor, con higos secos, queso de cabra, nueces garrapi?adas y ali?o de naranja. Despu¨¦s se puede elegir entre tartar de salm¨®n o at¨²n, este ¨²ltimo con wasabi y papaya caramelizada. El confit de conejo es con ciruelas y cusc¨²s aromatizado. Entre la carta de vinos gana el sencillo y chispeante Honoro Vega. Tras la cena, llegamos en cinco minutos a la playa de Las Canteras por la transversal calle Luis Morote. No deber¨ªamos desperdiciar la ocasi¨®n de estirar las piernas acariciados por la brisa marina. Oiremos las olas desplom¨¢ndose sobre la arena. La naturaleza de Las Canteras, sus rocas, peces y plantas, constituy¨® la gran inspiraci¨®n de N¨¦stor para su Poema del Atl¨¢ntico.
Una visita a la Gran Canaria de N¨¦stor no puede dejar de lado las bellezas naturales de la isla, que en el centro se conservan como en ning¨²n sitio. All¨ª, justo en la c¨²spide, acabaremos la ruta en el Parador de Tejeda, a 1.560 metros de altitud. Tomando la carretera del centro en direcci¨®n a San Mateo, se llega en coche en unos cincuenta minutos. Construido en 1937 por Miguel Mart¨ªn-Fern¨¢ndez sobre un dise?o de ambos hermanos, fue reabierto en 2009. El parador tiene talasoterapia, tambi¨¦n una piscina exterior que se adentra en el pinar cercano. Los alrededores est¨¢n surcados por caminos recuperados para el senderismo. Y desde sus habitaciones se divisan los roques Nublo y Bentayga, las dos banderas p¨¦treas de la isla, sagrados para los canarios prehisp¨¢nicos. Aqu¨ª durmi¨® Marcelo Mastroianni en el verano de 1954. Nosotros quiz¨¢s lleguemos de madrugada. Pero el esfuerzo habr¨¢ valido la pena. El parador de N¨¦stor y Miguel en Tejeda es tambi¨¦n un gran lugar donde amanecer.
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