Las arenas del marciano en Jordania

Dos siglos despu¨¦s de que Burkhardt visitara Petra disfrazado de sant¨®n, la ciudad perdida de los nabateos sigue siendo un laberinto de sorpresas. Es el destino m¨¢s conocido de Jordania, que une, a las ruinas milenarias, sus desiertos y sus playas. El pa¨ªs se recorre sin colas, sin aglomeraciones, sin palos de selfie. Como un rom¨¢ntico explorador del siglo XIX.

Petra

Dos d¨ªas se necesitar¨ªan para visitar con calma la antigua ciudad nabatea (solo tumbas, hay 500), pero tambi¨¦n uno solo, bien aprovechado, da para ver lo importante y disfrutar de dos momentos m¨¢gicos: el amanecer ante la fachada del Tesoro y el ¨²ltimo sol dorando las Tumbas Reales. Para subir al Monasterio, mejor en burro, sin discusi¨®n. El hotel M?venpick, pegado a la taquilla, es el lugar perfecto para refrescarse, cenar y descansar tras la caminata. Eso s¨ª: una cerveza cuesta 12 euros. La entrada a Petra, 64 euros (www.visitpetra.jo).

Wadi Rum

¡°Los paisajes son as¨ª de vastos y silenciosos en los sue?os de la infancia¡±. A Lawrence de Arabia le impresionaron los horizontes del desierto de Wadi Rum, con los riscos de arenisca aflorando de las arenas como islas de oro. Su plasticidad llev¨® a Ridley Scott a localizar aqu¨ª su ¨²ltima pel¨ªcula, El marciano. El director brit¨¢nico dijo que no tuvo que hacer nada en esa ¡°maravilla¡± de desierto salvo filmar en la hora adecuada y colocar bien la c¨¢mara para captar toda su belleza. Captain¡¯s Camp (www.captains-jo.com) ofrece jaimas, paseos en camello, en todoterreno y en globo.

Amm¨¢n

Amm¨¢n fue Filadelfia, una de las diez ciudades de la Dec¨¢polis romana, cuyas ruinas asoman en lo alto de la Ciudadela, germen y atalaya de la capital jordana. All¨ª arriba resplandece tambi¨¦n el palacio Omeya, y, al pie de la hist¨®rica colina, lo hacen el teatro y el ode¨®n romanos. El Museo de Jordania (www.jordanmuseum.jo), inaugurado en 2012, atesora varios rollos del mar Muerto, y el Museo Real de Autom¨®viles (www.royalautomuseum.jo), bastante desconocido, expone m¨¢s de 70 supercoches y motocicletas cl¨¢sicas del rey Hussein, que fue un forofo del deporte del motor y piloto de carreras.

Gerasa

Las ruinas romanas de Am¨¢n palidecen ante la magnificencia de las de Gerasa, a 50 kil¨®metros al norte de la capital. La antigua Gerasa ten¨ªa 20.000 habitantes y lujos inau?ditos, como el granito tra¨ªdo de Asu¨¢n, en el sur de Egipto. Cuatro horas, como m¨ªnimo, lleva explorar este yacimiento en el que afloran restos de un hip¨®dromo, dos teatros, dos termas, dos templos dedicados a Zeus y a Afrodita, 15 iglesias bizantinas, una calle mayor porticada de 800 metros y una plaza oval (el foro) rodeada de 63 mastod¨®nticas columnas j¨®nicas. Un terremoto en 747 aniquil¨® Gerasa, que permaneci¨® 1.000 a?os sepultada bajo la arena, intacta, para pasmo y gozo de quien hoy la visita.

Mar Muerto

Este gran lago endorreico, donde muere el b¨ªblico Jord¨¢n, ocupa el punto m¨¢s bajo de la superficie terrestre (-424 metros) y, a causa de la intensa evaporaci¨®n, tiene una salinidad exagerada (cercana al 30%) que impide hundirse en sus aguas. No hay playas p¨²blicas, pero s¨ª varias privadas en la orilla nororiental, a menos de una hora de Am¨¢n, donde por 20 o 25 euros se puede pasar el d¨ªa flotando sin esfuerzo y reboz¨¢ndose en barro, que dicen que es bueno para la piel. Para estar m¨¢s de un d¨ªa, una buena opci¨®n es el hotel Kempinski Ishtar (www.kempinski.com), con spa y tres piscinas.

Betania

Muy cerca del mar Muerto, r¨ªo Jord¨¢n arriba, se halla el lugar de Betania, donde Jes¨²s fue bautizado (www.baptismsite.com). El enclave, declarado patrimonio mundial este a?o, est¨¢ salpicado de ruinas venerables (la cueva de Juan Bautista, la casa de Mar¨ªa Egipciaca, iglesias paleocristianas¡­), pero la gran atracci¨®n es el propio r¨ªo Jord¨¢n, donde raro es el visitante que no se remoja la coronilla o el cuerpo entero.

Madaba y el monte Nebo

El mapa m¨¢s antiguo de Tierra Santa est¨¢ en el suelo de la iglesia ortodoxa de San Jorge, en Madaba (www.visitmadaba.org), a 30 kil¨®metros al sur de Am¨¢n. Es un gran mapa-mosaico elaborado en el a?o 560, donde aparecen 157 enclaves b¨ªblicos. Cerca, a 817 metros de altura, descuella el monte Nebo, desde donde Mois¨¦s avist¨® la Tierra Prometida.

Mar Rojo

Despu¨¦s de patear tanta ruina y tanto desierto, apetece un ba?o refrescante en Aqaba, en el mar Rojo. Sea Guard Aqaba (www.c-guard.net) ofrece por 50 euros salidas de un d¨ªa en barco para hacer snorkel ¡ªy ver los peces de colores¡ª en los arrecifes que bordean la costa hasta la frontera saud¨ª.

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