A la nieve desde los tres meses

La temporada se anima tras las ¨²ltimas nevadas y algunas estaciones podr¨¢n por fin abrir despu¨¦s de un comienzo de invierno at¨ªpico y con pocas precipitaciones. Buen momento para ir a esquiar en familia aprovechando que a partir de ahora las temperaturas deber¨ªan suavizarse. Como en otros aspectos, las estaciones espa?olas han mejorado mucho en los ¨²ltimos a?os en guarder¨ªas y parques infantiles de nieve. Disponen de instalaciones perfectamente acondicionadas para los peque?os incluso de pistas exclusivas para que empiecen a deslizarse. Y cuando pasan de los cuatro a?os, escuelas y monitores especializados les ense?an a evolucionar r¨¢pido en uno de los pocos deportes que se puede practicar en familia. Hemos hecho un repaso de las mejores instalaciones de Espa?a y sus precios, y a?adimos adem¨¢s algunos consejos b¨¢sicos para esquiar con ni?os.

Jardines de nieve

Mezcla de guarder¨ªas convencionales y peque?os espacios al aire libre, los jardines de nieve son las instalaciones adecuadas para los ni?os m¨¢s peque?os en una estaci¨®n de esqu¨ª. Aqu¨ª pueden estar desde que tienen solo unos meses hasta los cinco o seis a?os, siempre a resguardo de las inclemencias del tiempo en locales cerrados y bien acondicionados, equipados con zonas para dormir y descansar, comer o jugar. La mayor¨ªa disponen tambi¨¦n de zonas exteriores, aisladas y protegidas de las pistas convencionales, donde los que son un poco mayores pueden dar sus primeros pasos en la nieve; suelen tener una mini-pista de suave inclinaci¨®n equipada con una cinta remontadora y objetos infantiles como mu?ecos, colchonetas o casitas. Quienes trabajan en estos centros son profesionales m¨¢s especializados en atenci¨®n y educaci¨®n infantil que en ense?anza de las t¨¦cnicas de esqu¨ª.

Baqueira Beret, en el valle de Ar¨¢n (Lleida), es la estaci¨®n que acoge a ni?os m¨¢s peque?os. Su parque de nieve en la cota 1.500 (pr¨¢cticamente una guarder¨ªa) acepta beb¨¦s a partir de tres meses y hasta los dos a?os y medio. Cada invierno se juntan aqu¨ª hijos de empleados de la estaci¨®n con ni?os de clientes que gracias a este tipo de instalaciones pueden practicar su deporte favorito con la tranquilidad de que los peque?os van a estar bien cuidados. Est¨¢ ubicado muy cerca del hotel Montarto y a unos metros de uno de los aparcamientos principales por lo que su acceso es muy c¨®modo incluso con carrito de beb¨¦; a los ni?os les da de comer pero los padres han de aportar la comida. M¨¢s adelante, a partir de dos a?os y medio y sin pa?al, se puede elegir alguno de los otros tres jardines de nieve que tiene esta estaci¨®n. Est¨¢n en la cota 1.800, en Beret y en Bonaigua (¨¦ste ¨²ltimo abierto solo en fines de semana) y la gran diferencia es que adem¨¢s de tener instalaciones cerradas disponen de peque?as pistas para aprender a deslizarse (los esqu¨ªs y las botas son gratuitos); a partir de cuatro a?os se puede contratar un programa combinado con la escuela de esqu¨ª mediante el cual los profesores recogen a los ni?os en el jard¨ªn de nieve y despu¨¦s de las clases los devuelven.

El grupo Aram¨®n dispone de jardines de nieve en todas sus estaciones. En Formigal (valle de Tena, Huesca) la novedad este a?o es que guarder¨ªa y jard¨ªn de nieve se han unido en una ¨²nica instalaci¨®n situada en plenas pistas, en la zona de Anayet, lo que supone m¨¢s comodidad para los padres que pueden ir a por sus hijos pr¨¢cticamente con los esqu¨ªs puestos. Los m¨¢s chiquitines (a partir de cuatro meses) tienen zonas especialmente acondicionadas; los mayores, de tres a?os en adelante, reciben sus primeras nociones de esqu¨ª en una pista exclusiva en donde aprenden el descenso directo y los giros en cu?a. Los ni?os de 4 a 6 meses pueden estar aqu¨ª un m¨¢ximo de cuatro horas al d¨ªa (no se les da la comida). La vecina Panticosa, tambi¨¦n en el valle de Tena y conectada por autob¨²s con la anterior, tiene igualmente un jard¨ªn para ni?os a partir de dos a?os en la cota 1.900, junto a la llegada del telecabina. Cerler, en el valle de Benasque, ha ampliado su oferta para ni?os y ofrece ya dos jardines en las dos entradas de la estaci¨®n: uno en El Molino (ni?os de 2 a 6 a?os) y otro en El Ampriu (de 1 a 6 a?os). En ambos se les da de comer si los padres llevan los alimentos ya cocinados.

Candanch¨², en el valle del Arag¨®n, en Huesca, tiene una larga tradici¨®n en la ense?anza del esqu¨ª y del acogimiento de peque?os; Candanchulandia es un ¨¢rea de 3.000 metros cuadrados que incluye una caba?a de estilo n¨®rdico para resguardarse del mal tiempo, con distintos ambientes, y una zona exterior equipada con setas de nieve, aros, trineos y tumbonas en donde empezar a esquiar o s¨ªmplemente jugar. Muy cerca, en el mismo valle, Ast¨²n tambi¨¦n recibe ni?os de 1 a 6 a?os; para los m¨¢s peque?os es preceptivo que los padres aporten pa?ales y toallitas as¨ª como ropa de recambio, guantes, gorro y un traje y calzado adecuados para salir al exterior. Los padres esquiadores que visiten La Molina, en el Pirineo de Girona, encontrar¨¢n tambi¨¦n donde dejar a sus hijos bien atendidos en un parque infantil a partir de los 6 meses.

Una de las estaciones espa?olas con m¨¢s servicios especializados en ni?os es Sierra Nevada, en Granada. En su guarder¨ªa de Pradollano, a pie de pistas, reciben ni?os de 4 meses a 6 a?os; aqu¨ª pueden comer, jugar y participar en los talleres los de mayor edad. En Borreguiles, en plenas pistas, hay una jard¨ªn alpino infantil en donde los futuros esquiadores de 3 a 6 a?os y sin pa?al aprender¨¢n a deslizarse, girar y frenar jugando en una pista exclusiva para ellos dotada de una cinta remontadora que all¨ª denominan "alfombra m¨¢gica". En esta misma zona, el Chiki Club es un restaurante decorado con elementos infantiles, servicio de comidas r¨¢pidas y ¨¢reas de juego. La estaci¨®n ofrece igualmente un servicio de babysitter para quienes prefieran una atenci¨®n en el propio hotel o apartamento (informaci¨®n y reservas, 902 70 80 90).

Aprender a esquiar

Cuando los jardines de nieve se quedan cortos y de lo que se trata ya es de aprender a esquiar en serio es el momento de dar el salto a las escuelas de esqu¨ª. Todas las estaciones disponen de uno o varios centros de profesores especializados en las diferentes formas de deslizarse sobre la nieve. Lo habitual es elegir el esqu¨ª tradicional aunque hay padres que prefieren ver a sus hijos desde el principio sobre una tabla de snow.

Se puede empezar a los cuatro a?os, pero es a partir de los seis cuando los ni?os comprenden mejor las explicaciones y tienen m¨¢s fuerza para llevarlas a cabo. Hay clases particulares y colectivas pero los especialistas aconsejan los cursillos en grupo porque son m¨¢s divertidos para los ni?os que aprenden por imitaci¨®n y jugando con sus iguales. A esa edad, tres horas de clase al d¨ªa, con alguna parada para descansar, es lo aconsejable. Lo ideal es buscar, si es posible, d¨ªas de mucho sol y poco fr¨ªo para que su primera experiencia sea positiva.

Si todo va bien, en cuatro o cinco jornadas podr¨¢n bajar pistas f¨¢ciles con giros en cu?a; haciendo un cursillo por a?o, en tres inviernos estar¨¢n en condiciones de bajar con un paralelo b¨¢sico por pistas azules y verdes. Y es aqu¨ª donde los padres tienen un papel importante. Muchos esperan que sus hijos puedan seguirles enseguida por cualquier tipo de pista que para ellos es f¨¢cil; es el momento de la prudencia. "A los ni?os no hay que forzarles, los padres debe tener, ante todo, sentido com¨²n", dice Joaqu¨ªn del Rinc¨®n, director de marketing de Formigal-Panticosa. "Si quieren esquiar con ellos cuando est¨¢n aprendiendo deben hacerlo por zonas que est¨¢n reguladas, con la velocidad controlada y especialmente indicadas para las familias; m¨¢s adelante ya evolucionar¨¢n y podr¨¢n ir juntos sin problema. Ante todo, prudencia", recomienda.

Claro que tambi¨¦n hay padres que pecan de lo contrario: temen lo que les pueda pasar a sus hijos y ans¨ªan el momento de verles regresar sin un rasgu?o; a ellos hay que decirles que para los profesores de esqu¨ª lo primero es, ante todo, la seguridad, y despu¨¦s el aprendizaje y la diversi¨®n. Como ellos mismos dicen "somos conscientes de que con nosotros va lo mejor de cada casa".

En cuanto a precios, algunos ejemplos servir¨¢n para hacerse una idea. 15 horas de clase repartidas en 5 d¨ªas cuestan 140 euros por alumno en Formigal (974 49 01 35), 130 euros en La Molina (972 14 51 16) y 144 euros en Sierra Nevada (902 70 80 90). En Baqueira Beret, el precio de 12 horas de clase durante 4 d¨ªas es 138 euros con Era Escola (902 218 228); seis horas en fin de semana (s¨¢bado y domingo) cuestan entre 70 y 80 euros en estas cuatro estaciones.

Quienes crean que en la familia tienen un Bode Miller o una Lindsey Vonn en potencia, o simplemente quieran que sus hijos alcancen un nivel excelente, pueden tantear los clubes de esqu¨ª. Los hay enfocados a la competici¨®n y a sacar futuros campeones y otros, m¨¢s relajados, en los que prima la ense?anza y el divertimento. En casi todas las zonas de monta?a los hay y valen la pena si realmente se va a esquiar con frecuencia y regularidad: pongamos un fin de semana si y otro no, al menos. El Formigal Ski Club, por ejemplo, cuenta con unos 350 ni?os socios que han de pagar entre 700 y 800 euros por temporada (forfait y seguro, aparte). El 80% de sus asociados busca aprender a esquiar muy bien y al mismo tiempo seguir un programa multiactividad con otro tipo de deportes; solo una minor¨ªa se focaliza en entrenamientos para competici¨®n (informaci¨®n: www.formigal-panticosa.com y 974 490 000).

Otro ejemplo es el Ski Camp de Era Escola, en Baqueira Beret; aqu¨ª la intenci¨®n es que los ni?os o j¨®venes adquieran la destreza suficiente para defenderse en cualquier tipo de nieve y condiciones y aprender buen comportamiento en las pistas esquiando siempre con el mismo monitor. Hay grupos especiales para ni?os de 4 y 5 a?os, con una atenci¨®n m¨¢s personalizada, y grupos de media temporada para quienes no pueden subir con mucha frecuencia al valle (informaci¨®n: www.eraescola.com)

Bien equipados, como los adultos

La monta?a en invierno, aunque se est¨¦ en una estaci¨®n de esqu¨ª, puede ser muy dura para los ni?os y conviene no escatimar en la equipaci¨®n. La ropa debe ser la adecuada para protegerles del fr¨ªo y de la humedad teniendo en cuenta tambi¨¦n que un exceso de prendas acabar¨¢ por causarles excesivo calor. Lo ideal, como para los adultos, es una primera capa t¨¦rmica en contacto con la piel, camiseta y pantalones, para mantener el calor; aqu¨ª conviene evitar el algod¨®n porque no transpira. Sobre estas primeras prendas se puede llevar un forro polar ajustado al cuerpo y no demasiado grueso (si hace realmente mucho fr¨ªo se puede incorporar una tercera capa, como un chaleco por ejemplo). Y sobre todo ello, una chaqueta y unos pantalones impermeables y que transpiren. Es la parte m¨¢s importante y cara de la ropa de esqu¨ª; como los ni?os crecen de un a?o para otro habr¨¢ que buscar aqu¨ª un compromiso entre la calidad y el precio. Hay que recordar que la funda que llevan todos los pantalones de esqu¨ª en la parte baja ha de ponerse siempre por encima de la bota porque es lo que evita que entre la nieve. Los calcetines que sean de lana o fibras sint¨¦ticas y mejor con protecciones en talones y espinillas y no excesivamente gruesos.

Los complementos son tambi¨¦n muy importantes. El buff, por ejemplo, protege la garganta incluso las orejas y evita las posibles rozaduras con la correa del casco; los guantes han de ser impermeables y transpirables y no est¨¢ de m¨¢s un segundo par para que se cambien cuando jueguen en la nieve despu¨¦s de esquiar (que es lo que realmente les gusta). En ni?os muy peque?os, las manoplas son m¨¢s adecuadas porque mantienen mejor el calor y son m¨¢s f¨¢ciles de colocar.

Casco y gafas son imprescindibles y contribuyen a la seguridad. El primero no ha de estar ni muy ajustado (acabar¨¢ causando dolor de cabeza) ni muy suelto; protege de los golpes en la cabeza y tambi¨¦n en la cara porque la separan de la nieve en caso de ca¨ªda. Las gafas llamadas de m¨¢scara (como las de los corredores) a¨ªslan mejor del viento y el fr¨ªo que las convencionales de sol y las hay especiales para llevar debajo unas graduadas si se necesita. Todas deben cumplir con los niveles de protecci¨®n a los rayos ultravioleta que en monta?a son especialmente intensos.

En cuanto a esqu¨ªs y botas, lo normal es alquilar porque su talla va a cambiar cada a?o. En ni?os peque?os, los esqu¨ªs deben llegar a la barbilla o incluso menos. Las botas estar¨¢n bien, como m¨¢ximo, un n¨²mero m¨¢s que el del pie; en el momento de alquilarlas hay que probarlas con tranquilidad y comprobar, sobre todo, que no hacen da?o. En general, no es buena idea aceptar los esqu¨ªs del primo, viejos y desajustados, por ahorrarse unos euros.