15 aventuras para redescubrir Cuba
Desde recorrer Sierra Maestra, hist¨®rico escenario revolucionario, hasta la paradisiaca Isla de la Juventud, refugio de pr¨®fugos, piratas y g¨¢nsteres
Un pa¨ªs es m¨¢s que una ciudad y Cuba es mucho, much¨ªsimo m¨¢s que La Habana, Varadero o los Cayos. Estos son algunos de los rincones para que el viajero (verdadero) pueda presumir de conocer bien la isla. Desde ascender a su pico m¨¢s alto hasta alimentar tiburones en las c¨¢lidas aguas caribe?as o alojarse en la casa particular de un cubano. Tambi¨¦n podremos pasearnos a caballo entre cafetales, vivir ritos africanos ancestrales o descubrir que aqu¨ª est¨¢n algunos de los mejores fondos submarinos del planeta. ?Cuba es mucha Cuba!?
01 Cima en el pico Turquino
SIERRA MAESTRA?
Alcanzar la cima del pico Turquino, el m¨¢s alto de la isla con 1.972 metros, es un raro privilegio. Pocos se animan a esta caminata fuera de ruta, pero tiene recompensas (y muchas). Los gu¨ªas son obligatorios para emprender esta dura excursi¨®n de dos a tres d¨ªas por los empinados bosques de la sierra Maestra, que sirven a la vez de clase de historia, sendero natural y espectacular enclave de observaci¨®n de aves. De subida, los entusiastas revolucionarios deben hacer un desv¨ªo al que fuera cuartel general de Fidel Castro en la jungla durante la guerra.
La ascensi¨®n suele comenzar en Las Cuevas, en la remota carretera litoral, 130 kil¨®metros al oeste de Santiago, o desde el otro punto de la ruta, Santo Domingo, desde donde la subida es m¨¢s r¨¢pida, c¨®moda y con mejores comunicaciones con el resto de la isla.
A los aventureros que, adem¨¢s de subir monta?as, disfruten de sumergirse, en esta zona se encuentra hundido el crucero espa?ol Crist¨®bal Col¨®n, que se hundi¨® en 1898 a solo 30 metros de la costa pr¨®xima a La Mula. Es el pecio m¨¢s grande del pa¨ªs, un vestigio de la guerra entre Cuba, Estados Unidos y Espa?a, y solo hacen falta unas gafas y un tubo para verlo.?
02 Senderismo con sorpresa
BARACOA?
Sobre colinas y apartada en el extremo m¨¢s oriental de la provincia de Guant¨¢namo se encuentra Baracoa, un peque?o enclave hist¨®rico que resulta extra?o incluso para Cuba por su cambiante clima atl¨¢ntico, sus exc¨¦ntricos habitantes y su deseo de ser diferente. En Baracoa se puede ver a los lugare?os escalar a los cocoteros, escuchar a las bandas tocar kirib¨¢ (versi¨®n local del son cubano) y, sobre todo, disfrutar de su gastronom¨ªa picante, pesada e imaginativa.
Para bajar la comida hay diversas opciones, pero la mejor es recorrer alguno de sus enclaves naturales, esos que muy pocos viajeros se animan a descubrir. En este remoto extremo del pa¨ªs est¨¢ el parque nacional de Alejandro de Humboldt, el m¨¢s espectacular y diverso de los parques nacionales cubanos, bautizado en honor del explorador alem¨¢n, que visit¨® el lugar por vez primera en 1801. Desde 2001es patrimonio mundial y sus escarpadas monta?as alfombradas de pinares y sus brumas matutinas protegen un ecosistema completamente original que, seg¨²n la Unesco, es ¡°uno de los enclaves insulares tropicales m¨¢s diversos biol¨®gicamente del mundo y sin duda el h¨¢bitat m¨¢s diverso del Caribe por su vegetaci¨®n¡±.
La reserva tiene sorpresas naturales como Salto Fino, la cascada insular m¨¢s alta del Caribe, desconocida incluso para la mayor¨ªa de los cubanos. La encontramos rodeada de espesa selva tropical, inaccesible por carretera y rara vez visitada a pie. No fue medida y cartografiada hasta 1966 y la primera expedici¨®n cient¨ªfica que abri¨® un agreste sendero entre la maleza hasta ella se hizo hace apenas 20 a?os, en 1996.?
03 Dar de comer a los tiburones
CAMAG?EY
No es occidente ni oriente. Camag¨¹ey es una provincia cubana a contracorriente, una regi¨®n que pasa de habaneros y santiagueros y va a su aire. Los viajeros que recorren la isla paran sobre todo para ver su capital, Camag¨¹ey, una ciudad de antiguos piratas, tinajones de barro, iglesias y calles laber¨ªnticas que nos recordar¨¢n a una medina marroqu¨ª pero con iglesias cat¨®licas, plazas escondidas y secretos art¨ªsticos en cada rinc¨®n.
El resto de la provincia mezcla ambientes puramente cubanos, como los de sus ciudades azucareras, con espacios naturales que merecen una escapada, como los archipi¨¦lagos que la flanquean, casi v¨ªrgenes, perfectos para entusiastas de la naturaleza. Santa Luc¨ªa, al norte, es una aislada playa de arena blanca con algunos resorts que rivaliza con Varadero por la m¨¢s larga de Cuba. Refugio de submarinistas, cuenta con uno de los mejores arrecifes de coral de esta costa y hasta 35 puntos para practicar inmersiones con pecios y abundante fauna marina. Uno de los atractivos tur¨ªsticos de la zona, aunque no practiquemos buceo, es ver c¨®mo los instructores de submarinismo alimentan a los tiburones (cuando los hay) entre junio y enero.?
04 Dormir en una casa palaciega (particular)
SANTA CLARA
Otra aventura siempre apasionante es la de conocer a los cubanos, mezclarse con ellos y alojarse en sus casas. Es f¨¢cil si estamos dispuestos a renunciar a alguna de las comodidades que nos brindar¨ªa un hotel convencional. A cambio, podremos tener experiencias ¨²nicas, como las de compartir una botellita de ron con el propietario en un porche colonial con una m¨²sica alegre de fondo, o disfrutar de una larga tertulia entre amigos. Es la Cuba m¨¢s espont¨¢nea.
La mayor oferta de casas particulares en alquiler se encuentra en La Habana y, en Santa Clara, las m¨¢s ¡°palaciegas¡±. Las habitaciones privadas son la mejor opci¨®n para viajeros independientes y una forma excelente de conocer la vida cotidiana de los cubanos. Los propietarios suelen ser gu¨ªas tur¨ªsticos excelentes.
Las casas se reconocen por el cartel azul de Arrendador Divisa colgado en la puerta. Est¨¢n disponibles por todo el pa¨ªs (m¨¢s de mil en La Habana, m¨¢s de 500 en Trinidad), son baratas y aunque en alg¨²n caso los propietarios tratan de sacar todo el provecho (y todas las divisas) de sus hu¨¦spedes, en general son amables y acogedores. La mayor¨ªa sirven tambi¨¦n desayunos y cenas por un suplemento, aunque si lo que queremos es ducharnos con agua caliente, deberemos pedirla con antelaci¨®n.
Hay varias webs que ofrecen infinidad de casas por todo el pa¨ªs y permiten reservar online, como www.cubacasas.net y www.casaparticularcuba.org?
05 Redescubrir la gastronom¨ªa cubana
LA HABANA
En la actualidad asistimos a una audaz revoluci¨®n culinaria en la isla: los cubanos no quieren quedarse atr¨¢s cuando el resto de pa¨ªses latinoamericanos est¨¢n redescubriendo el valor de la gastronom¨ªa como se?a de identidad.
Desde 2011, cuando las nuevas leyes de privatizaci¨®n destaparon la olla creativa, hay una revoluci¨®n culinaria en marcha. El pa¨ªs ha redescubierto sus posibilidades con un sinf¨ªn de nuevos restaurantes que experimentan con especias, fusi¨®n y una grata reevaluaci¨®n de su cocina nacional. La Habana lidera el panorama por n¨²mero y variedad de locales, pero tambi¨¦n por servir los platos m¨¢s creativos de la isla; Vi?ales ofrece las mejores recetas tradicionales, como su famoso cerdo asado; en Trinidad se han abierto en los ¨²ltimos a?os m¨¢s de 90 nuevos restaurantes privados y la apartada Baracoa destaca por su originalidad regional y por servir la cocina m¨¢s condimentada y dulce.
Prueba de este resurgir son algunos restaurantes habaneros donde se come cada vez mejor, como el Caf¨¦ Laurent, el Rancho Blanco, Le Chanssonier, la Moneda Cubana o La Guarida, pionero de la nueva cocina cubana y muy popular porque acogi¨® el rodaje de la pel¨ªcula Fresa y chocolate.?
06 Por los cayos en plan Robinson
ISLA DE LA JUVENTUD
Una de las excursiones t¨ªpicas desde La Habana es ir a la Isla de la Juventud. Refugio de pr¨®fugos, piratas y g¨¢nsteres ¨Centre sus pinos se han ocultado muchos fugados de la justicia¨C, es una zona como parada en el tiempo que en su d¨ªa acogi¨® famosas escuelas a las que acud¨ªan estudiantes extranjeros. Eso s¨ª, actualmente atrae, sobre todo, a buceadores, artistas, aventureros e inconformistas. Junto a la isla est¨¢ el Cayo Largo del Sur, con sus playas paradisiacas de estilo caribe?o y otros refugios remotos y escurridizos, como los cayos de San Felipe. A estos parajes casi v¨ªrgenes solo se puede llegar en excursiones organizadas desde Cayo Largo o desde la Isla de la Juventud. Este peque?o conjunto de diminutos islotes est¨¢ deshabitado y solo alg¨²n que otro investigador medioambiental se deja caer por ellos. Son lenguas de arena repletas de manglares, donde habitan tortugas y numerosas especies de aves.
La principal raz¨®n para visitar el lugar es el submarinismo, pues la zona cuenta con hasta 22 puntos de inmersi¨®n casi sin gente. Las islas son irresistibles y los fondos a¨²n m¨¢s. Incluso se puede organizar un viaje de varios d¨ªas navegando por los diferentes cayos. Informan de ello en la Marina Internacional de Cayo Largo o en el Hotel Colony de Pinar del R¨ªo?
07 Playas y cine pobre
GIBARA
Antes de la invasi¨®n de tumbonas y chiringuitos a pie de playa, Col¨®n describi¨® este tramo de la costa norte de la isla como ¡°el lugar m¨¢s hermoso en el que se hab¨ªan posado sus ojos¡±. Hoy, en general, los visitantes siguen estando de acuerdo. Son playas muy populares como destino tur¨ªstico porque no le faltan razones: arenales tropicales, frondosas colinas verdes y arrecifes coralinos de abundante actividad marina. Un litoral silueteado de playas id¨ªlicas (y complejos tur¨ªsticos) m¨¢s extenso que Varadero pero menos aislado que Cayo Coco. Adem¨¢s, el mundo rural no queda muy lejos de sus referencias m¨¢s famosas: Playa Pesquero, Playa Esmeralda y Guardalavaca, todas con fant¨¢sticas posibilidades para el buceo en aguas claras y poco profundas.
Para los m¨¢s curiosos, desde estas playas se puede dedicar una jornada al interior para conocer Gibara, un lugar comparable solo a Baracoa, donde la geograf¨ªa, la meteorolog¨ªa y la cultura han conspirado para crear algo impetuoso y ¨²nico. All¨ª, cada mes de abril se celebra uno de los festivales de cine m¨¢s originales del mundo: el Festival Internacional de Cine Pobre, que congrega a directores de todo el mundo. Todo lo que le falta de glamour, lo suple con nuevos talentos emergentes.?
08 Los secretos del Abaku¨¢
MATANZAS
Una de las experiencias que m¨¢s llama la atenci¨®n a quienes recorren Cuba es la relaci¨®n de sus habitantes con otras culturas y religiones africanas. En Matanzas, la Atenas cubana, podremos buscar los secretos del abaku¨¢, uno de los pocos cultos de origen africano que todav¨ªa sobreviven. En plena fase de renovaci¨®n, se est¨¢ lavando la cara a sus plazas, bulevares y malec¨®n, incluso se est¨¢ construyendo un Palacio de la Rumba, ya que en esta ciudad naci¨® este g¨¦nero musical. Pero una de sus se?as de identidad es el abaku¨¢, una sociedad secreta masculina que utiliza simb¨®licamente el leopardo africano como muestra de poder. El abaku¨¢ es una complicada mezcla de iniciaciones, bailes, cantos y tambores, ceremonias que dan fe de la supervivencia de la cultura africana en Cuba desde la ¨¦poca de los esclavos.
En La Habana hay algunos sitios ligados a la santer¨ªa y las religiones africanas de visita casi obligada. Por ejemplo, el Callej¨®n de Hamel, donde adem¨¢s de vistosos murales callejeros y psicod¨¦licas tiendas de arte se encuentra el templo supremo de la cultura afrocubana del Centro Habana. All¨ª podremos escuchar la fren¨¦tica rumba que arranca cada s¨¢bado en torno a mediod¨ªa.
Hay otras dos referencias habaneras m¨¢s que nos llevar¨¢n al mundo de la santer¨ªa: uno es Regla, un barrio al otro lado del puerto, frente a la Habana vieja, cuya popular iglesia est¨¢ siempre abarrotada tanto de devotos cat¨®licos como de otras tradiciones africanas. El otro punto de obligada visita es Guanabacoa, un peque?o municipio engullido por la gran ciudad que sin embargo conserva un aire algo buc¨®lico de pueblo peque?o. Los aut¨®ctonos lo llaman el pueblo embrujado por sus fuertes tradiciones santeras, aunque tambi¨¦n hay conexiones ind¨ªgenas. Podemos, por ejemplo, ir a comer al Centro Cultural Recreativo los Orishas, donde muchos fines de semana ofrecen rumba en directo y una buena selecci¨®n de comida en un jard¨ªn rodeado de estatuas de deidades de la santer¨ªa.
En Santiago podemos conocer tambi¨¦n los secretos del Palo Monte, culto diferente a la santer¨ªa, pues mientras que esta gira en torno a sus deidades, el Palo Monte rinde culto a los ancestros y a la creencia en poderes terrenales naturales, como el agua, las monta?as y sobre todo, los palos. El viajero sabr¨¢ que est¨¢ en un templo dedicado al Palo Monte cuando vea en el altar un caldero repleto de palos, piedras y huesos de difuntos, a menudo con un crucifijo encima. Sus bastiones son Santiago de Cuba, Regla y Guanabacoa, Matanzas, Bah¨ªa Honda y Palmira (Cienfuegos).?
09 Parrandas y lujo colonial
SAN JUAN DE LOS REMEDIOS
Camino de convertirse en pocos a?os en el segundo destino de Cuba, Remedios, pintoresca ciudad colonial cercana a los cayos del norte, se est¨¢ desarrollando a gran velocidad. Hay que visitarla ya si queremos disfrutar de sus encantos sin demasiado trasiego de turistas. La regi¨®n es famosa por el legado del Che Guevara y porque en Remedios se celebra en Nochebuena la fiesta popular m¨¢s desenfrenada del pa¨ªs: las parrandas.
Remedios fue el segundo asentamiento m¨¢s antiguo de Cuba (1613) y tiene un encanto evidente, a pesar de que no suele figurar en los itinerarios que hacen los turistas por ciudades tradicionales cubanas. Una olvidada joya colonial que alberga, no obstante, algunos de los mejores hoteles boutique de Cuba, a los que probablemente se sumar¨¢n algunos m¨¢s en breve tiempo. Entre este tipo de alojamientos podemos decidirnos por La Estancia, construida en 1849, con un exquisito mobiliario, magn¨ªficos techos con vigas vistas, un elegante sal¨®n con piano y cuatro habitaciones en torno a la ¨²nica piscina de la ciudad. Otra buena elecci¨®n es el hotel Mascotte, con tres pisos en torno a un patio interior emparrado y toda la elegancia de la cuba de anta?o, ubicado junto a la plaza principal. Recrea a la perfecci¨®n el estilo colonial de Remedios.?
10 Visitar un ¡®ecopueblo¡¯
LAS TERRAZAS
La austera y blanca villa de Las Terrazas ya practicaba un estilo de vida respetuoso con el medio ambiente mucho antes de las urgencias del Per¨ªodo Especial o de la apuesta de pr¨¢cticas ecol¨®gicas en el mundo exterior. Actualmente sigue como siempre: tranquilo, confiado y, sobre todo, sostenible. Todo comenz¨® en 1968, cuando el incipiente movimiento verde no era m¨¢s que un grupo de protesta formado por estudiantes con melena y trenca. Los prof¨¦ticos cubanos ¨Cpreocupados por el coste ecol¨®gico de la deforestaci¨®n¨C dieron con una buena idea. Tras salvar hect¨¢reas de bosque despu¨¦s un desastre ecol¨®gico, un grupo de esforzados trabajadores construyeron su propio pueblo ecol¨®gico, Las Terrazas, y acogieron en ¨¦l a artistas, m¨²sicos, cultivadores de caf¨¦ y el singular hotel Moka, respetuoso con el medio y considerado como el resort ecol¨®gico m¨¢s genuino del pa¨ªs.
Esta comunidad, de unos 1.200 habitantes, es un complejo autosuficiente y sostenible donde hay tiendas de artesanos, un restaurante vegetariano y el mencionado alojamiento, y donde se practican t¨¦cnicas agr¨ªcolas de cultivo ecol¨®gico a peque?a escala. Cercana a La Habana y Varadero, Las Terrazas tiene docenas de plantaciones medio ocultas por la selva, mientras que en la cercana localidad de Artemisa podemos ver el Antiguo Cafetal Angerona, mayor y m¨¢s refinado, aunque igual de maltrecho; aqu¨ª donde llegaron a trabajar 500 esclavos. Llegar hasta aqu¨ª es una forma de contemplar la Cuba m¨¢s rural y aut¨¦ntica. En su d¨ªa fue uno de los primeros cafetales de Cuba; hoy es Monumento Nacional. La finca aparece en novelas de Alejo Carpentier o James A. Michener. Tranquilo y pintoresco, parece una ruina romana de la actualidad.
El proyecto medioambiental de Las Terrazas tuvo tanto ¨¦xito que en 1985 la cercana Sierra del Rosario, en los alrededores del pueblo, fue la primera Reserva de la Biosfera de la Unesco en Cuba. La zona funciona tambi¨¦n como centro de educaci¨®n medioambiental y de investigaci¨®n ecol¨®gica.
11 Espeleolog¨ªa y escalada
VI?ALES
El Valle de Vi?ales ha sido escogido como una de las mejores regiones para viajar en 2016 por los viajeros de Lonely Planet. En los 150 kil¨®metros cuadrados que abarca este parque nacional no encontremos solo flora, fauna y paisajes. Aqu¨ª viven 25.000 personas, repartidas en una serie de enclaves salpicados de mogotes, donde se cultiva caf¨¦, tabaco, ca?a de az¨²car, naranjas, aguacates y pl¨¢tanos. Vi?ales acoge tanto a algunos de los pueblos m¨¢s antiguos de Cuba como a los nuevos deportes que se practican en la naturaleza, como, por ejemplo, la espeleolog¨ªa en la Cueva de San Miguel, situada a las puertas del valle de San Vicente, o en la Cueva del Indio, muy popular ente los turistas. Todav¨ªa queda mucho todav¨ªa por hacer para que la zona se consolide como destino de peregrinaje para espele¨®logos, pero las posibilidades son infinitas. Prueba de ello es la Gran Caverna de Santo Tom¨¢s, en Moncada, al oeste del valle: se trata del mayor sistema cavernario de Cuba (y segundo del continente americano), formado por ocho niveles y m¨¢s de 46 kil¨®metros de galer¨ªas, de los que uno est¨¢ abierto a visitantes.?
El parque nacional ofrece muchas excursiones oficiales, pero no siempre se puede conseguir un gu¨ªa, requisito indispensable para hacer determinadas actividades. Salpicado de escarpados mogotes y dotado de unas espectaculares vistas, Vi?ales es tambi¨¦n un aut¨¦ntico para¨ªso para escaladores de todo el mundo, que acuden a este lugar desde hace m¨¢s de una d¨¦cada, aunque se trate de una pr¨¢ctica deportiva no autorizada todav¨ªa por el Gobierno cubano. No hay mapas impresos ni ning¨²n tipo de informaci¨®n oficial al respecto, as¨ª que los que quieran escalar en esta zona pueden consultar la web Cuba Climbing y comprar online la gu¨ªa de escalada local. Eso s¨ª, mientras se ultima la regularizaci¨®n de la actividad, cabe recordar que nos encontramos en un parque nacional y sin la existencia de una normativa espec¨ªfica al respecto se puede da?ar la flora y ecosistemas amenazados, por lo que se debe proceder con precauci¨®n y cautela al practicar dicha actividad. Tampoco existen centros donde alquilar material ni dispositivos de seguridad y rescate adecuados en caso de accidente (cada viajero acude por su cuenta y riesgo), pero el valle cuenta ya con excelentes v¨ªas cortas de escalada deportiva, como la conocida Wasp Factory (dificultad 7b), as¨ª como l¨ªneas que surcan muros m¨¢s altos en varios largos de cuerda, como la pionera Mr. Mogote (200 metros, 4 largos, 7a+).?
12 Exploraci¨®n en aguas v¨ªrgenes
JARDINES DE LA REINA
El mejor ejemplo de todo lo que est¨¢ por descubrir en Cuba lo encontramos en los Jardines de la Reina, un parque marino ubicado en el centro de la costa septentrional de la isla, que cuenta con espacios v¨ªrgenes pr¨¢cticamente intactos desde la ¨¦poca de Col¨®n. Se trata de un bosque de manglares de 120 kil¨®metros de longitud y una isla con sistema coralino, a unos 80 kil¨®metros al sur del litoral de la provincia de Ciego de ?vila (las Islas Caim¨¢n quedan 120 kil¨®metros hacia el norte). No existe una poblaci¨®n permanente en la zona y los visitantes deben alojarse en el hotel flotante La Tortuga, un barco de dos pisos y siete dormitorios, o entrar por el puerto de Embarcadero de J¨²caro. Dentro del agua la principal atracci¨®n son los tiburones (ballena y martillo), que junto a corales y aguas cristalinas atraen a submarinistas de todo el planeta.
Llegar a los jardines no es f¨¢cil ni barato. Hay excursiones organizadas que incluyen el equipo, el alojamiento, el permiso del parque y las inmersiones. Otra opci¨®n es navegar desde Cienfuegos.?
13 Pasi¨®n por la pelota
LA HABANA
En la Cuba revolucionaria se quedaron para siempre muchas cosas de los norteamericanos, pero la m¨¢s destacada es su pasi¨®n por la pelota (el b¨¦isbol), mayor incluso que por el f¨²tbol. El b¨¦isbol es, realmente, el deporte rey, y el mejor lugar para comprobarlo es el Parque Central de la Habana, un diminuto espacio verde presidido por la estatua de Jos¨¦ Mart¨ª que sirve como refugio para escapar del ruido de los autobuses y taxis que circulan por el paseo de Mart¨ª (Prado). En este microcosmos de la vida cotidiana en La Habana es f¨¢cil reparar en un grupo de aficionados al beisbol que se re¨²ne en la famosa Esquina Caliente para hablar de t¨¢cticas y de las posibilidades de los equipos de La Habana en las eliminatorias.
El pa¨ªs vive momentos de aut¨¦ntica pasi¨®n durante la temporada, de octubre a marzo, y llega a su punto ¨¢lgido en abril con las series finales. La afici¨®n se desborda en la plaza principal de las capitales de provincia, donde los aficionados debaten hasta el m¨ªnimo detalle de los partidos en las llamadas pe?as deportivas o esquinas calientes.?
14 De pesca con Hemingway
CAYO GUILLERMO
El escritor americano no estaba equivocado. Cuba era su para¨ªso para pescar y es el de muchos aficionados porque, gracias al paso de la r¨¢pida corriente del Golfo por la costa norte de la isla, la pesca deportiva puede practicarse casi todo el a?o. Est¨¢ garantizada la captura de pez vela, at¨²n, caballa, pez espada, barracuda, marl¨ªn azul y tibur¨®n. Pescar en aguas profundas es una manera de relajarse, hacer amigos, beber cerveza, ver puestas de sol y olvidarse de los problemas. Y si llevamos para releer El viejo y el mar, de Hemingway, m¨¢s todav¨ªa.
El mejor centro de pesca de Cuba es Cayo Guillermo una peque?a isla de la costa norte, accesible en excursi¨®n desde el tur¨ªstico Cayo Coco. Otra buena apuesta es La Habana, que tiene dos puertos: Taran¨¢ y, hacia el oeste, Marina Hemingway. En el resto de la isla hay otros muchos puntos para hacer una inmersi¨®n en aguas profundas.
Otra escapada para pescadores mit¨®manos es acercarse a Cojimar, peque?a ciudad pesquera ubicada a 10 kil¨®metros al este de La Habana, famosa porque aqu¨ª se encuentra atracado El Pilar, el yate de pesca de Hemingway, a bordo del que se paseaba por estas aguas en los a?os 40 y 50 del siglo pasado. Su casa, Finca Vig¨ªa, es hoy un museo que se conserva tal y como estaba cuando el escritor viv¨ªa en ella, con sus libros, discos y miles de cachivaches. Podremos ver incluso la piscina donde Ava Gadner se ba?¨® una vez desnuda.?
15 El Valle de los Ingenios
TRINIDAD
En 2014, la ciudad de Trinidad cumpli¨® 500 a?os de historia, desde su fundaci¨®n por los espa?oles. Sigue teniendo un aire inequ¨ªvocamente espa?ol, y si no fuera por los turistas que la visitan, parecer¨ªa que el tiempo se hubiera detenido en 1850, momento ¨¢lgido de la industria azucarera, cuando se amasaron enormes fortunas en esta ciudad y, sobre todo, en el contiguo Valle de los Ingenios. Se ve en las ilustres mansiones coloniales y en la elegancia de sus calles. Trinidad es como un museo al aire libre, pero no hay que olvidar que tambi¨¦n est¨¢ rodeada de maravillas naturales; desde playas incre¨ªbles, como la de Anc¨®n, hasta sierras, como la del Escambray, un verde territorio de aventura.
Para empaparse de la historia y el paisaje se puede hacer una excursi¨®n a caballo de varios d¨ªas por el Valle de los Ingenios, ubicado a 8 kil¨®metros al este de Trinidad. Aqu¨ª se mantienen las ruinas de numerosos complejos azucareros del siglo XIX, que incluyen almacenes, maquinaria, barracones de esclavos, casas se?oriales y hasta un tren de vapor en funcionamiento. Declarado patrimonio mundial por la Unesco, sus buc¨®licos prados, palmeras reales y desconchadas ruinas coloniales forman un bell¨ªsimo cuadro que se aprecia estupendamente en este tipo de circuitos, entre cuyas paradas obligatorias est¨¢ el Mirador de la Loma del Puerto, en la carretera a Sancti Spiritus, que brinda la mejor vista panor¨¢mica del valle e incluso, con un poco de suerte, del tren de vapor que lo cruza.
Las rutas a caballo est¨¢n organizadas, entre otros, por el Centro Ecuestre Diana de Trinidad.?
M¨¢s informaci¨®n en la nueva gu¨ªa Cuba de Lonely Planet y en www.lonelyplanet.es
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