Cinco aventuras con los ni?os en Florida
Un asombroso ba?o entre manat¨ªes en Crystal River, visita a las naves espaciales en el Kennedy Space Center, la playa de Miami Beach, los Everglades y los Cayos de Florida
Cuando pensamos en viajes en familia a Florida, lo primero que nos viene a la mente son los parques tem¨¢ticos de Orlando. No es para menos, uno podr¨ªa pasarse d¨ªas y d¨ªas saltando de uno a otro, del Walt Disney World a los Universal Studios, de Legoland a Sea World. Entre tem¨¢ticos, acu¨¢ticos y de animales, Orlando y su entorno suman ya 15 parques, y por la ciudad pas¨® el 60% de los 105 millones de personas que visitaron Florida en 2015. Pero estas tierras soleadas esconden otras muchas aventuras, experiencias salvajes, divertidas y aut¨¦nticas, que pueden articular un viaje por s¨ª solas. Proponemos cinco planes con los que una ni?a de siete a?os y un ni?o de cuatro disfrutaron tanto como sus padres. A ella lo que m¨¢s le gust¨® fue nadar con los manat¨ªes. Y a ¨¦l, ver las naves espaciales. Vayamos paso a paso, de norte a sur, de los manantiales de Crystal River a los Cayos de Florida, la punta sur de Estados Unidos.
Mi vaca marina
Kings Bay y Three Sisters Springs
¡°?Feliz?¡±, pregunta nuestro capit¨¢n, Andy. Con el traje de neopreno a¨²n puesto, las gafas y el tubo de buceo colgados del brazo, la peque?a aventurera Luna responde con una gran sonrisa que delata su emoci¨®n. Acaba de flotar durante 20 minutos a un metro de un enorme manat¨ª que no paraba de pastar. Por algo reciben el nombre de vacas marinas. ¡°Se escuchaba c¨®mo arrancaba la hierba y cuando sal¨ªa a respirar lo ten¨ªa justo al lado¡±, dice la ni?a. Kings Bay, a unos 120 kil¨®metros al norte de la ciudad de Tampa, en la costa del golfo de M¨¦xico, es un lugar privilegiado para observar en su h¨¢bitat natural a estos gordinflones mam¨ªferos de cara simp¨¢tica, cuerpo redondo, dos aletas delanteras y una fuerte cola trasera (que inspir¨® las antiguas leyendas de las sirenas). Estos tranquilos herb¨ªvoros son familia de los elefantes ¡ªde hecho, su hocico recuerda a una trompa¡ª y pueden llegar a superar los tres metros de largo y los 500 kilogramos de peso. Cada d¨ªa comen el equivalente al 10% de su peso corporal.
Andy Sheets y Cindi Guy (www.majesticmanateetours.com) llevan una de la treintena de peque?as empresas que ofrecen excursiones para nadar junto a los manat¨ªes en Crystal River. ¡°Cada salida es distinta. Los manat¨ªes son animales salvajes y nunca sabemos qu¨¦ nos vamos a encontrar¡±, dice Cindi. Pero la emoci¨®n est¨¢ garantizada casi siempre. Alrededor de 30 o 40 manat¨ªes permanecen todo el a?o en la bah¨ªa, y entre noviembre y marzo se refugian aqu¨ª m¨¢s de 800 ejemplares (de los 6.000 que se calcula viven en aguas de Florida). Al no contar con una importante capa de grasa bajo su piel, necesitan aguas templadas para pasar el invierno. ¡°No hay otro lugar en Florida que combine dos elementos clave para estos animales en peligro de extinci¨®n: una temperatura del agua que no baje de 22 grados y zonas tan extensas de poca profundidad; de ah¨ª la importancia de la bah¨ªa¡±, explica Iv¨¢n Vicente, ranger (vigilante) del refugio nacional de vida silvestre de Crystal River. El parque cuenta con siete zonas de protecci¨®n especial para los manat¨ªes, ¨¢reas donde el hombre no puede entrar.
¡°Es muy raro que un animal en su h¨¢bitat natural quiera acercarse a las personas. Lo bonito de la experiencia con los manat¨ªes es que son muy curiosos y, especialmente a las cr¨ªas, les encanta investigar. Aun as¨ª, no debemos dejarnos llevar, ya que hay unas normas que seguir durante estos encuentros. El bienestar de los animales es primordial¡±, dice Cristina Garc¨ªa, una viajera apasionada del mundo animal salvaje cuyo blog travel4wildlife.com gan¨® el a?o pasado la medalla de plata de los World Responsible Tourism Awards. Las normas son claras (y en Crystal River se multa su incumplimiento): nada de tocar, perseguir ni interferir en el comportamiento de los animales. ¡°Y si un manat¨ª decide acercarse a nosotros, lo mejor es mantenerse lo m¨¢s quieto posible y disfrutar de ese privilegio como observador¡±, recomienda Iv¨¢n Vicente.
Cuando el fr¨ªo aprieta, Three Sisters Springs, uno de los manantiales de agua dulce de la bah¨ªa, congrega a tantos manat¨ªes que en momentos puntuales las autoridades cierran el acceso a los turistas para preservar la tranquilidad de los animales (el invierno pasado, en unas 30 ocasiones). A partir de marzo, los manat¨ªes se dispersan por la bah¨ªa y Three Sisters Springs invita a los visitantes a nadar a sus anchas en esta incre¨ªble piscina natural donde la manida expresi¨®n de aguas cristalinas tiene todo el sentido. Buceando nos cruzamos con un banco de peque?os pargos y con alguna que otra tortuga marina que ni se inmuta con la presencia de los nadadores.
¡°Quiero ser astronauta¡±
Kennedy Space Center y Cabo Ca?averal
¡°Five, four, three, two, one¡¡±. Siguen unos segundos de silencio que se hacen interminables y, de repente, a lo lejos, sale verticalmente de Cabo Ca?averal el cohete, dejando tras de s¨ª una fina estela blanca. Siguen los aplausos y las expresiones de admiraci¨®n. ¡°Yo tambi¨¦n quiero ir a la Luna¡±, exclama Max, nuestro peque?o aspirante a astronauta. En realidad se trata de un vuelo no tripulado que transporta un sat¨¦lite de comunicaciones. El ¨²ltimo hombre que pis¨® la Luna fue Eugene Fernan, comandante del Apolo 17, y era 1972.
Con un poco de suerte y planificaci¨®n, se puede combinar el lanzamiento de un cohete (en junio y septiembre est¨¢n programados los pr¨®ximos) con la visita al Kennedy Space Center, el parque tem¨¢tico del espacio donde los cohetes, los trajes espaciales y los veh¨ªcu?los expuestos son piezas originales (aqu¨ª un peque?o v¨ªdeo). Tambi¨¦n hay muchas reproducciones para tocar y experimentar, desde mandos de control hasta estrechos t¨²neles como los que comunican los m¨®dulos de la Estaci¨®n Espacial Internacional. Y hasta se puede charlar con astronautas de la NASA ya retirados. Jon McBride es uno de ellos. Pas¨® m¨¢s de ocho d¨ªas en el espacio, en octubre de 1984, a bordo del transbordador espacial Challenger. ¡°Ver la Tierra desde ah¨ª arriba es simplemente fant¨¢stico. Por mucho que te lo cuentan, uno no se lo puede imaginar en toda su envergadura. En estas misiones no hay mucho tiempo libre, pero cada vez que pod¨ªa me acercaba a una ventana para disfrutar de la gran belleza del mundo¡±. Cuando se re¨²ne con los visitantes, suele ense?ar la que dice es la fotograf¨ªa m¨¢s bonita que hizo de la Tierra. La tom¨® sobrevolando Espa?a y abarca todo el Mediterr¨¢neo, parte de Europa y ?frica y la mitad del Atl¨¢ntico.
El espacio preferido de Jon McBride en el Kennedy Space Center es el edificio que acoge al transbordador Atlantis, una de las estrellas del parque. ¡°Mam¨¢, como ya era muy viejito, lo colgaron all¨ª¡±, dice Max. Efectivamente, tras recorrer m¨¢s de 200 millones de kil¨®metros en 33 misiones que han dejado su huella, brilla desde el verano de 2013 como una pieza de museo ¨²nica en el mundo. La otra gran atracci¨®n es el cohete Saturn V, uno de los modelos del programa espacial Apollo que se expone en un gran hangar con sus 110 metros de largo y 2,9 toneladas de peso. Aunque este cohete en concreto nunca lleg¨® a despegar, s¨ª lo hace en la ficci¨®n de la pel¨ªcula de animaci¨®n Atrapa la bandera (2015), que es, por cierto, la documentaci¨®n infantil perfecta para preparar la visita, ya que su trama transcurre entre el Kennedy Space Center y la Luna. ?Y qu¨¦ debe hacer un ni?o que quiere convertirse en astronauta? ¡°Concentrarse en sus estudios¡±, dice McBride.
Vigilantes y agua de coco
Miami Beach y Miami
¡°A los ni?os les encanta subir a las torres de vigilancia. Algunos quieren conocer los detalles de un rescate y otros se hacen fotos con las boyas salvavidas o montados en los quads¡±. Oliver Medina, alicantino de 40 a?os, es uno de los 127 salvavidas (13 mujeres y 114 hombres de muchas nacionalidades) que velan por la seguridad de los ba?istas desde las 35 torres de Miami Beach. Aunque las primeras casetas se levantaron en los a?os veinte, las que vemos hoy son de construcci¨®n m¨¢s moderna. Reci¨¦n repintadas con motivo del primer centenario de la ciudad, en 2015, sus vivos colores, del rosa chicle al amarillo pollito, confieren un toque juguet¨®n a este arenal de m¨¢s de 12 kil¨®metros (aqu¨ª un peque?o v¨ªdeo de la playa y sus casetas).
La franja de la playa cercana a South Point es la m¨¢s ancha y concurrida. All¨ª se sit¨²a una de las torres famosas, la Jetty, que se asemeja a un faro con sus rayas rojas y blancas. M¨¢s al norte, la franja de arena se hace m¨¢s estrecha. Entre las calles sesenta y pico y setenta y pico, por ejemplo, se extiende ¡°una zona muy tranquila y buena para ba?arse con ni?os¡±, dice Oliver Medina, quien ha salido recientemente en los telediarios locales por rescatar del agua a dos extras mientras se rodaban en la playa secuencias de Baywatch. El largometraje, con Pamela Anderson y Dwayne Johnson (La Roca), es una secuela de la famosa serie de televisi¨®n Los vigilantes de la playa cuyo estreno est¨¢ previsto para 2017.
En South Beach nos espera Ocean Drive, el famoso paseo que concentra algunos de los edificios art d¨¦co m¨¢s conocidos de Miami Beach, como los hoteles Carlyle, Cardozo, The Tides o Colony, todos construidos en los a?os treinta (sigue leyendo aqu¨ª sobre los hoteles art dec¨®). Hay un peque?o museo en la calle 10 desde el cual salen rutas guiadas. Aunque a los ni?os quiz¨¢ les guste m¨¢s otro plan: hacerse con un coco fresco para sorber su agua sentados bajo una palmera y ver pasar los Ferrari, Lamborghini, Porsche y dem¨¢s coches deportivos de lujo que, sobre todo al caer la tarde, desfilan con parsimonia exhibicionista por este animado paseo mar¨ªtimo repleto de restaurantes, bares y turistas.
Para llenar una ma?ana o una tarde en Miami, al otro lado de la bah¨ªa de Biscayne, un buen plan es visitar el Children¡¯s Museum, el museo de los ni?os, con un estudio de grabaci¨®n musical, supermercado en formato infantil, cami¨®n de bomberos y otras reproducciones infantiles de la vida cotidiana. Para algo m¨¢s art¨ªstico, el P¨¦rez Art Museum propone visitas para ni?os y talleres en su edificio de aires tropicales proyectado a orillas de la bah¨ªa por los arquitectos suizos Herzog y De Meuron. Muy cerca de ah¨ª y del estadio Arena (sede del equipo de baloncesto Miami Heat), en los muelles de Bayside, salen los barcos tur¨ªsticos que recorren la bah¨ªa. Seg¨²n la edad de los ni?os, y las ganas de los padres, existe la versi¨®n tranquila o en lancha r¨¢pida.
Exploradores de metro y pico
Parque nacional de los Everglades
¡°Los Everglades son el ¨²nico lugar del mundo donde se pueden observar en libertad cocodrilos y alig¨¢tores en un mismo entorno¡±. A Phillip Greenwalt, supervisor de Shark Valley, una de las zonas del parque nacional de los Everglades, al oeste de Miami, no le faltan argumentos para entusiasmar a los m¨¢s peque?os con la naturaleza. Se calcula que m¨¢s o menos una cuarta parte de los 1,5 millones de alig¨¢tores de Florida est¨¢n concentrados en los Everglades. ¡°Tambi¨¦n se pueden observar 11 especies animales que tienen aqu¨ª su ¨²ltimo reducto, como el rat¨®n de algod¨®n de Cayo Largo o el milano caracolero de los Everglades¡±, apunta Greenwalt. Para ni?os a partir de 12 a?os existen los wet walks, excursiones senderistas por zonas h¨²medas, una aventura infantil fuera de ruta que dura entre dos y tres horas. Los tres parques del sur de Florida ¡ªEverglades, Biscayne y Big Cypress¡ª editan un folleto para ni?os a partir de cinco (existe en espa?ol y se consigue en cualquier centro de visitantes) en el que los exploradores de metro y pico pueden descubrir detalles de los animales e ir tachando retos de observaci¨®n y escucha. Al final, con las tareas hechas y tras un juramento, reciben la insignia oficial de guardabosques juveniles de la mano de un ranger.
Desde el mirador de Shark Valley, hasta donde alcanza la vista, se suceden manglares y humedales. Los Everglades, cuyo nombre significa algo as¨ª como la ci¨¦naga eterna, abarcan 6.104 kil¨®metros cuadrados. Es el gran ¡°r¨ªo de hierba¡± del que hablaba Marjory Stoneman Douglas, escritora, ecologista y gran defensora de este espacio natural en el siglo XX. Para visitar la zona conviene evitar la ¨¦poca de lluvia (de junio a octubre), cuando la humedad y las temperaturas suben. Adem¨¢s de las rutas del parque, existen granjas de alig¨¢tores (una especie de zoos donde estos saurios de agua dulce alcanzan tama?os considerables viviendo en cautividad), por ejemplo la de los indios miccosukee. Y para adentrarse en el paisaje acu¨¢tico, la mejor opci¨®n es una excursi¨®n en airboat, hidrodeslizadores que encantan a los ni?os.
La carretera del oc¨¦ano
Los Cayos de Florida
Unas 1.700 islas coralinas forman el archipi¨¦lago de los Cayos de Florida, un arco que nace al sur de Miami y se adentra en el golfo de M¨¦xico. En coche, el primero que se pisa es Cayo Largo, desde donde se avanza hasta Cayo Hueso, 156 kil¨®metros por una carretera que, entre isla e isla, vuela literalmente sobre el agua turquesa gracias a una sucesi¨®n de puentes, el m¨¢s largo de casi 11 kil¨®metros. En los cayos se suceden los hoteles, las playas, los restaurantes y las tiendas de souvenirs repletas de conchas y caracoles marinos. Cada cual encuentra aqu¨ª su refugio, m¨¢s hippy o en plan resort.
En algunos hoteles se ofrecen encuentros con delfines, como en Hawks Cay, cuyo complejo ocupa un peque?o cayo con una laguna interior de agua marina donde vive en cautividad un peque?o grupo de delfines mulares. Los ni?os aprenden sobre los animales y el lenguaje que sus entrenadores usan para comunicarse con ellos, y pueden tocarlos desde un muelle. Una opci¨®n para ver delfines salvajes es apuntarse a una excursi¨®n de avistamiento en catamar¨¢n o kayak. ¡°Un sitio donde es muy f¨¢cil verlos es Cedar Key¡±, apunta Cristina Garc¨ªa. Tambi¨¦n se puede visitar el hospital de tortugas del cayo de Marathon, donde se curan ejemplares heridos antes de devolverlos al mar.
Superh¨¦roes, magos y princesas
Para sumergirse en el mundo de la ficci¨®n y las atracciones, Orlando es un para¨ªso. La elecci¨®n del parque depender¨¢, sobre todo, de los personajes favoritos de los ni?os. Entre los parques de una misma compa?¨ªa existen entradas combinadas.
Walt Disney World cuenta con dos parques acu¨¢ticos y cuatro tem¨¢ticos: Magic Kingdom (el cl¨¢sico, residencia de las princesas Disney), Epcot (dedicado a la innovaci¨®n tecnol¨®gica), Hollywood Studios (tematizado con pel¨ªculas como Star Wars o Toy Story) y Animal Kingdom (de naturaleza).
Universal Orlando cuenta con tres recintos: Universal Studios Florida (con atracciones tem¨¢ticas de Harry Potter y los Transformers), Islands of Adventure (casa de los superh¨¦roes de Marvel, Harry Potter y Jurassic Park) y el parque acu¨¢tico Wet'n Wild (literalmente mojado y alocado).
SeaWorld suma? a su cl¨¢sico parque zool¨®gico marino el Discovery Cove (de delfines) y el parque acu¨¢tico Aquatica. A poca distancia de Orlando est¨¢n adem¨¢s Busch Gardens y Legoland, con su propio parque acu¨¢tico.
Quien quiera todav¨ªa m¨¢s puede zarpar desde Miami o Port Ca?averal en un barco de crucero Disney rumbo al Caribe (disneycruise.com).
{ "active": true, "code": "34439", "elementType": "offerExtension", "id": 40, "name": "MIAMI BEACH", "service": "tripadvisor" }
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Cohetes espaciales
- Piscinas naturales
- Cabo Ca?averal
- Turismo familia
- Miami
- Turismo naturaleza
- Parques acu¨¢ticos
- Sector aeroespacial
- Playas
- Orlando
- Florida
- Parques tem¨¢ticos
- NASA
- Destinos tur¨ªsticos
- Sector aeron¨¢utico
- Espacio exterior
- Estados Unidos
- Agencias espaciales
- Parques atracciones
- Espacios naturales
- Viajes
- Astron¨¢utica
- Norteam¨¦rica
- Ofertas tur¨ªsticas
- Turismo