En el coraz¨®n de Shangh¨¢i
De la ciudad vieja al paseo del Bund, ruta por la zona m¨¢s genuina de la megal¨®polis china
En el centro de Shangh¨¢i, la gran urbe futurista, la de los altos y modernos rascacielos, perdura la ciudad de siempre, la que tiene como s¨ªmbolo a los dragones, en cuyas calles se juega al mah jong y en sus templos se reza a los dioses. Nos adentramos en dos de los barrios m¨¢s tradicionales de la megal¨®polis para descubrir la aut¨¦ntica y genuina vida china.
El Barrio Antiguo de Shangh¨¢i, conocido por los locales como Nanshi (ciudad del sur), es una zona fascinante con una atm¨®sfera antigua y viejos templos. Es una de las zonas preferidas por los visitantes. Su forma circular todav¨ªa refleja la huella de la vieja ciudad amurallada, levantada en el siglo XVI para defenderse del saqueo de los piratas japoneses. Encontramos jardines encantadores que son un remanso de paz, como los de Yuyuan, callejuelas para perderse, mercadillos de antig¨¹edades y lugares para comer que esconden agradables sorpresas.
El viejo Shangh¨¢i se completa, al norte, con uno de sus barrios m¨¢s animados, el Bund. Es el s¨ªmbolo del pasado colonial, una especie de Wall Street chino, epicentro del comercio febril de ¨¦pocas pasadas, donde se ganaban y perd¨ªan grandes fortunas. Originariamente fue un camino de sirga para el arrastre de barcazas de arroz, e incluso hoy contin¨²a siendo el primer puerto de escala donde los occidentales llevan desembarcando un siglo, aunque lo que los atrae ahora son sus restaurantes de moda y las vistas de Pudong.
1 Jardines Yuyuan
El d¨ªa puede comenzar muy bien en Yuyuan, los jardines cl¨¢sicos chinos fundados en el siglo XVI por una adinerada familia que muestran el dise?o que gustaba en la ¨¦poca de la dinast¨ªa Ming. Con estancias sombreadas, pabellones, lagunas repletas de carpas y pinos que brotan melanc¨®licos de las rocas, estos jardines son uno de los principales puntos de inter¨¦s de Shangh¨¢i, aunque los fines de semana se llena hasta los topes. Las calles circundantes y los templos budista y tao¨ªsta que incluye son de los pocos sitios de la ciudad que conservan un sabor antiguo, as¨ª que es el ant¨ªdoto perfecto contra la desbordante modernidad de Shangh¨¢i.
La visita a los jardines suelen centrarse en la Gran Roca, la Sala Sansui y la Exquisita Roca de Jade, destinada a la corte imperial en Pek¨ªn hasta que el barco naufrag¨® frente a Shangh¨¢i. Tambi¨¦n merece la pena ver la Sala de la Primavera, que en 1843 era la sede de la Sociedad de Peque?as Espadas, con un hermoso escenario y un techo dorado.
2 Bazar Yuyuan
El contrapunto a los jardines est¨¢ en el bazar hom¨®nimo que se despliega a su alrededor, un animado laberinto de puestos de recuerdos y tiendas de comida. No es posible esquivar a los vendedores de imitaciones, pero es divertido ir de compras y regatear entre las multitudes que rodean al contador de historias layangpian (teatros con m¨¢quina de im¨¢genes).
Junto a la entrada del jard¨ªn est¨¢ el edificio de Huxinting, que antiguamente formaba parte de los jardines pero ahora es una de las casas de t¨¦ m¨¢s famosas de China. Su pasarela en zigzag est¨¢ dise?ada para frustrar a los esp¨ªritus malignos, que solo pueden desplazarse en l¨ªnea recta.
3 Callejeando por el Barrio Antiguo
El coraz¨®n de la ciudad antigua es un lugar fant¨¢stico para pasear, sobre todo porque es uno de los ¨²ltimos reductos de vida tradicional dentro de la moderna megal¨®polis en la que se ha convertido Shangh¨¢i. Cercada y amenazada por la especulaci¨®n inmobiliaria, todav¨ªa podremos encontrar callejuelas en las que se conserva la vida tal y como era hace 50 o 60 a?os.
El paseo por Nanshi, la ciudad vieja, puede comenzar en el convento de Chenxiangge, un delicioso refugio de monjes budistas, con su pulcro patio lleno de flores. Desde aqu¨ª podremos avanzar por el laberinto del callej¨®n Wangyima, con puestos improvisados de wok y noodles (fideos), pancartas de lavander¨ªas y muchas tiendas. En Old Street (antiguamente un canal), los nost¨¢lgicos encontrar¨¢n un mont¨®n de recuerdos de la ¨¦poca de Mao; desde marionetas de sombras hasta joyas tibetanas, pergaminos caligrafiados o cometas. Para las antig¨¹edades habr¨¢ que llegar hasta el Mercado de Fuyou, especialmente animado el fin de semana cuando los comerciantes de las zonas rurales lo ocupan por completo. Y para la hora del t¨¦, la Old Shangh¨¢i Teahouse resulta estupenda: un ¨¢tico donde antiguos gram¨®fonos y otros b¨¢rtulos de ¨¦poca comparten espacio con el aroma del t¨¦ chino y diversas delicias para acompa?ar.
De regreso a los callejones, hay que zambullirse en las tranquilas callejas con ropa tendida, bicicletas avisando de su paso con el timpre o partidas de ajedrez y mah jong. El paseo puede terminar en el mercado de Telas de Shiliupu, en busca de sedas, cachemir, lana, lino y algod¨®n a buen precio.
4 Templos, mercados y pabellones
El cuidado templo del barrio dedicado a Confucio est¨¢ rodeado por tierras cultivadas con pinos y magnolios, entre el canto de los p¨¢jaros. El templo es t¨ªpicamente confuciano (introspecci¨®n, retiro, sosiego), aunque los domingos por la ma?ana tiene lugar el bullicioso mercado de libros de segunda mano (casi todos en chino).
Hacia el norte, encontraremos uno de los pocos mercados tradicionales que quedan en la ciudad, el mercado de flores, p¨¢jaros, peces e insectos, el lugar id¨®neo para comprar mascotas de un tama?o acorde al de las casas de esta ciudad. Hay todo tipo de criaturas a la venta, como grillos en jaulas de bamb¨².
Podemos concluir el callejeo en el pabell¨®n Dajing (1815), que est¨¢ unido a la ¨²nica secci¨®n conservada (y restaurada) de la muralla del Barrio Antiguo, derribada en 1912. En la planta baja hay una exposici¨®n sobre el barrio (en chino) y se puede subir a las almenas.
5 Comer a la antigua
En este barrio tradicional hay infinidad de puestos de comida y restaurantes m¨¢s o menos elegantes, pero especialmente hay dos referencias que merecen la pena. Por un lado, el restaurante Nanxiang Steamed Bun, el m¨¢s c¨¦lebre de la ciudad para degustar xiaolongbao de cerdo y cangrejo. El problema es la cola que hay siempre para entrar. El otro es el Songyuelou, el restaurante vegetariano m¨¢s antiguo de Shangh¨¢i (1919), en el que se puede cenar de forma mucho m¨¢s aut¨¦ntica que la mayor¨ªa de los restaurantes de la zona saturados de turistas. En el piso superior se sirven los men¨²s en ingl¨¦s.
6 Frente al 'skyline'
El Bund es el principal espect¨¢culo de Shangh¨¢i. Desde principios del siglo XXI es la zona de las tiendas y restaurantes de dise?o, de las boutiques y los hoteles m¨¢s exclusivos de la ciudad, que consideran esta franja como un enclave ideal. Hacia el oeste se encuentra la plaza del Pueblo, el verdadero centro de la ciudad, con museos, locales de ocio, centros comerciales y parques frondosos.
Pero el Bund es tambi¨¦n el s¨ªmbolo del Shangh¨¢i colonial, el punto donde se hac¨ªan las grandes fortunas con el comercio. Lo mejor es ir directamente al malec¨®n, un paseo junto al r¨ªo para hacerse una foto frente al cambiante horizonte de Pudong, en la orilla opuesta. Los mejores momentos son a primera hora de la ma?ana, cuando los locales practican taich¨ª, o a primera hora de la noche, cuando las orillas se iluminan y el paseo mar¨ªtimo muestra todo su esplendor.
7 Recorriendo el Bund
Huangpu Park fue el primer parque p¨²blico de China, en 1868, y se hizo famoso por la se?al ap¨®crifa de ¡°Prohibida la entrada a perros y a chinos¡±. Hoy el parque est¨¢ afeado por el anacr¨®nico Monumento a los H¨¦roes del Pueblo, que oculta la entrada al museo de la Historia del Bund y su peque?a colecci¨®n de mapas antiguos y fotograf¨ªas.
En el n¨²mero 27 del Bund se encuentra la antigua sede de la precoz compa?¨ªa de tr¨¢fico de opio Jardine Matheson, que lleg¨® a ser una de las firmas comerciales m¨¢s poderosas de Hong Kong y Shangh¨¢i. Tambi¨¦n conocida como EWO, fue la primera compa?¨ªa extranjera que construy¨® un edificio en el Bund, en 1851. Hoy acoge The House of Roosevelt, la bodega de vinos (y bar) m¨¢s importante de China.
En el n¨²mero 23 encontramos el edificio de los a?os cuarenta del Banco de China, una original combinaci¨®n de arquitectura china y occidental; art d¨¦co con motivos del Reino del Medio. Fue dise?ado para ser el edificio m¨¢s alto de la ciudad, pero acab¨® siendo un metro m¨¢s bajo que su vecino.
8 Cl¨¢sicos y novedades
Victor Sassoon construy¨® en el Bund el mejor edificio del art d¨¦co de Shangh¨¢i, el Fairmont Peace Hotel, de finales de los a?os 20, cuando era conocido como Cathay Hotel y recib¨ªa a las celebrities de la ¨¦poca: Bernard Shaw, Charles Chaplin¡. No hace falta ser hu¨¦sped para admirar el lujoso vest¨ªbulo y la rotonda, o para escuchar a la vieja banda de jazz. Otro hotel del Bund era el antiguo Palace Hotel, que era el m¨¢s grande de China cuando se termin¨® de construir (1909), y acogi¨® la celebraci¨®n de la victoria de Sun Yatsen, en 1911, como primer presidente de la Rep¨²blica de China. Actualmente lo ocupa la casa Swatch, un programa de residencia de artistas, y est¨¢ prevista una futura galer¨ªa de arte.
Otro edificio emblem¨¢tico es el Chartered Bank, reabierto en 2004 como el complejo de ocio de lujo: el Bund 18. Acoge, por ejemplo, el Bar Rouge, en el piso superior, as¨ª como franquicias de grandes firmas en la planta baja. El North China Daily News, conocido como la vieja dama del Bund, es otro de los cl¨¢sicos del barrio. Entre 1864 y 1951 fue el principal peri¨®dico en lengua inglesa de China. Junto a ¨¦l, la Custom House es otro de los edificios importantes del Bund: se estableci¨® en 1857, fue reconstruido en 1927 y est¨¢ coronado por el Big Ching, una campana construida a semejanza del Big Ben londinense. Durante la Revoluci¨®n Cultural, la campana fue remplazada por altavoces que emit¨ªan canciones revolucionarias. El Hongkong & Shangh¨¢i Bank, erigido en 1923, fue el segundo banco m¨¢s grande del mundo y se consideraba el edificio m¨¢s bello al este de Suez.
09 Arte antiguo
Una asombrosa colecci¨®n de excelentes filigranas chinas de todas las ¨¦pocas recibe al visitante en el?Museo de Shangh¨¢i. Desde la belleza contemplativa de los paisajes a la exquisita perfecci¨®n de un jarr¨®n de celad¨®n. Y en la planta baja aguarda su principal atracci¨®n: una extraordinaria colecci¨®n de bronces antiguos y la galer¨ªa de esculturas antiguas. Antes de entrar, en la plaza del Pueblo, conviene detenerse ante el edificio, dise?ado a imagen de una antiguo ding (vaso ritual de tres patas) de bronce.
10 East Nanjing Road
Situada entre el Bund y la plaza del Pueblo, esta zona comercial fue muy importante en los a?os veinte porque aqu¨ª se instalaron los primeros grandes almacenes de China. Ha dejado de ser ya la flor y nata de las compras en Shangh¨¢i, pero la zona peatonal sigue reuniendo las calles m¨¢s famosas y concurridas del pa¨ªs. Aqu¨ª est¨¢, por ejemplo, el Hongy Plaza, un edifico de siete plantas sobre la estaci¨®n de metro. Lo mejor aqu¨ª no son las tiendas, sino los sitios para comer o picar un tentempi¨¦; est¨¢n siempre repletos.
Otra referencia importante es Metersbonwe ¨Cel Zara de China¨C, con miles de puntos de venta en todo el pa¨ªs dirigidos a la juventud del gigante asi¨¢tico. En el Bund est¨¢ su principal establecimiento. Hallaremos tambi¨¦n arte antiguo (caligraf¨ªa, en Duo Yun Xuan) y medicina tradicional en una de las farmacias m¨¢s antiguas y famosas de Shangh¨¢i, Cai Tong De, de 1882, con un cl¨ªnica y herborister¨ªa en el piso superior. Y, por supuesto, tiendas enormes de comida en las que hay de todo: desde setas deshidratadas a pasteles de luna o frutas secas.
11 El nuevo arte
Alojado en el antiguo edificio de la Royal Asiatic Society (1933), el museo privado de arte Rockbund, detr¨¢s del Bund, se centra en el arte chino contempor¨¢neo, con exposiciones itinerantes durante todo el a?o. Abri¨® sus puertas en el 2010 para marcar el inicio del proyecto de renovaci¨®n del Rockbund (la zona norte del barrio), y desde entonces se ha convertido en uno de los principales centros de arte moderno de la ciudad.
Otra referencia interesante es el Museo de Arte Contempor¨¢neo (MOCA), con una estructura de cristal que exprime hasta el ¨²ltimo rayo de luz en la brumosa Shangh¨¢i.
12 ?Alta cocina o 'streetfood'?
A lo largo del Bund hay muchas opciones para darse un homenaje gastron¨®mico. M on the Bund, el c¨¦lebre restaurante de Michelle Garnaut, fue el primero en establecerse en el paseo mar¨ªtimo a finales del siglo pasado y contin¨²a fresco y lozano. La comida es de tipo continental (cochinillo crujiente, magret de canard), complementada por un espl¨¦ndido interior de estilo art d¨¦co y una terraza en el s¨¦ptimo piso.
Mr & Mrs Bund es un restaurante informal abierto por Paul Pairet en 2008, con la idea de crear un espacio mucho m¨¢s l¨²dico que el t¨ªpico local de alta cocina. El men¨² combina un aire de bistr¨® franc¨¦s con la ingeniosa presentaci¨®n de Pairet.
Para comer despu¨¦s de visitar los museos de la plaza del Pueblo est¨¢ muy bien la Yunnan Road Food Street. Se recomiendan los dumplings de Shaanxi, en el n¨²mero 15, el pato sazonado, el dim sum a los cinco aromas en el n¨²mero 28 y la fondue china.
M¨¢s informaci¨®n en la gu¨ªa Shangh¨¢i de cerca de Lonely Planet y en www.lonelyplanet.es
{ "active": true, "code": "308272", "elementType": "offerExtension", "id": 56, "name": "SHANGHAI", "service": "tripadvisor" }
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.