Vinos con tap¨®n de rosca, ?por qu¨¦ no?

H¨¢gase ¨¦sta sencilla pregunta: si va a ofrecer una cena en su casa a personas importantes del trabajo, ?les brindar¨ªa para beber una botella de vino con tap¨®n de rosca de aluminio?. O algo menos comprometido: ?se presentar¨ªa con ella en una comida a la que ha sido invitado, aunque se tratara de gente cercana? Parece evidente que no. Y, sin embargo, puede que en muchos casos la elecci¨®n hubiera sido sensata. Por ejemplo, seguro que se atrever¨ªa a hacerlo si el vino fuera de una marca de reconocido prestigio. No s¨¦, un rioja o un burdeos. Podr¨ªa dar motivo a un ameno debate sobre sus ventajas e inconvenientes, mientras disfrutamos de su estimulante calidad. Y, cr¨¦anme, las opciones existen, aunque desgraciadamente no en nuestras estanter¨ªas.

Porque, no nos enga?emos, la ¨²nica raz¨®n de peso para rechazar una botella de vino con tap¨®n de rosca es su mala imagen, hoy asociada al vino barato de baja calidad, porque lo hay barato y bueno. Pero es solo cuesti¨®n de tiempo que esa percepci¨®n, que no se ajusta siempre a la realidad, cambie. Como ya ocurre en pa¨ªses con menos peso cultural vitivin¨ªcola, pero que son excelentes elaboradores, donde la rosca es mayoritaria: Nueva Zelanda (95%), Australia (80%), ?frica del Sur (65%), Chile (63%). Es m¨¢s, nos llevar¨ªamos una buena sorpresa si visitamos algunas tiendas y supermercados de Alemania, Suecia, Holanda, o Inglaterra, donde es f¨¢cil toparse con el tap¨®n de rosca en vinos espa?oles elaborados por bodegas prestigiosas de zonas como R¨ªas Baixas, Rueda, Ribera del Duero y Rioja. Vinos que en Espa?a se comercializan con tap¨®n de corcho natural. Y es que los consumidores de estos pa¨ªses, particularmente j¨®venes, prefieren la comodidad y seguridad a la imagen. En un estudio llevado a cabo en 2014 por IPSOS, empresa l¨ªder en investigaci¨®n de mercados a nivel global, conclu¨ªa que el cierre con tap¨®n de rosca es el preferido de los consumidores europeos.

As¨ª que, propongo que abramos la mente y tratemos de racionalizar nuestras decisiones de compra. Veamos cu¨¢les son las ventajas e inconvenientes de optar por una botella de vino con rosca.

En primer lugar, solemos generalizar a la hora de referirnos a los tapones de rosca, tal vez porque su mala imagen nos impide conocerlos mejor. De hecho, desde su creaci¨®n en 1959, de mano de la compa?¨ªa francesa La M¨¦canique Bouchage, el tap¨®n de rosca ha evolucionado notablemente. Hoy existen varios tipos (Roscap,Stelvin...), como ocurre con el corcho natural, de distintas calidades y con variadas posibilidades de decoraci¨®n, lo que permiten diferenciar la calidad del vino. Es lo que ocurre en mercados donde est¨¢ s¨®lidamente implantado. Es decir, el tap¨®n de rosca puede ser un buen indicador de calidad.

En segundo lugar, si la misi¨®n del tap¨®n es cerrar lo m¨¢s herm¨¦ticamente la botella para evitar oxidaciones y contaminaciones, manteniendo los aromas frutales de los vinos, el de rosca cumple la funci¨®n perfectamente. Lo viene haciendo desde que se iniciara su comercializaci¨®n, hace 40 a?os, inicialmente en botellas de vinos generosos, para extenderse a otras bebidas, y evolucionar tanto t¨¦cnica como est¨¦ticamente. Hoy en d¨ªa, un buen tap¨®n de rosca de aluminio puede ofrecer una imagen moderna y cumplir perfectamente su misi¨®n, evitando los temidos olores asociados al tap¨®n de corcho natural (bouchonn¨¦), particularmente el TCA, aunque las corcheras han conseguido reducir notablemente su impacto, hoy por debajo del 10%.

Por ¨²ltimo, los vinos embotellados con tap¨®n de rosca a?aden a su facilidad de apertura el beneficio a?adido de que la botella puede volver a cerrarse y abrirse c¨®modamente, lo que facilita el consumo por copas, que es una pr¨¢ctica cada vez m¨¢s extendida.

Todo ventajas, salvo que no es el cierre m¨¢s adecuado para vinos de guarda, que se redondean y mejoran con los a?os en la botella, para lo cual el corcho natural es imprescindible. Y nos priva de la ceremonia social y cultural del descorchar la botella, as¨ª como anticipar, en funci¨®n del estado f¨ªsico y olor del corcho, el estado del vino. Por no hablar de que el uso del corcho contribuye al mantenimiento de nuestros alcornocales, parte importante del equilibrio medioambiental.

En resumen, la rosca es una excelente opci¨®n para vinos de la gama media y baja, que suponen el 85 % del total. Vinos que se van a consumir en uno o dos a?os a lo sumo, donde la evoluci¨®n en botella no es significativa. Y puede actuar como aliciente para que se incremente su consumo, que en Espa?a, donde el 95% de los tapones que se usan para cerrar el vino son de corcho natural, est¨¢ en unos niveles inaceptables.