C¨®mo sobrevivir a un festival de m¨²sica

Est¨®mago relleno

Para los que comer es no solo una necesidad, sino una debilidad, esto no ser¨¢ un problema. Sin embargo, en los festivales suele repetirse lo de ¡°no tengo hambre¡±. Claro, si llevas cuatro horas bebiendo, probablemente no sientas necesidad de sentarte frente a un plato de fabada, pero, como contrapunto a eso, la m¨¢xima ¡°come sin hambre¡±. Si quieres aguantar bien, no perderte los descubrimientos de la madrugada ¡ªsean los que sean¡ª, y no necesitar omeprazol durante una semana, come. Y hazlo todo lo bien que puedas.

Los festivales suelen estar llenos de carritos, puestos y furgonetas con pizzas, hamburguesas, bocadillos y, ¨²ltimamente, mucho thai. Algo que sirve para una noche, pero no para sobrevivir tres, cuatro o cinco d¨ªas a base de esa mezcla de grasas e hidratos de carbono simples poco recomendable. Aunque cada vez crece m¨¢s y mejor la variedad gastron¨®mica, no siempre la encontrar¨¢s: sentarte a comer una paella, un lechazo o un chulet¨®n tambi¨¦n forma parte del viaje, de la experiencia, y de compartir con los amigos algo m¨¢s que el mini de cerveza. Si te acuerdas, puedes llevar frutos secos o pl¨¢tanos en la mochila; los mismos que se burlan con un ir¨®nico "exquisito" a las cuatro de la tarde, suplicar¨¢n que los compartas unas cuantas horas despu¨¦s. Y desayuna bien (no un bocadillo de chorizo que chorrea aceite con una ca?a).

Mezcla con agua

Est¨¢ claro que, por lo general, beber se va a beber, y que seguramente alguna ma?ana creas que lo hiciste de m¨¢s. Dado eso por hecho, varias recomendaciones. Dale al agua todo lo que puedas, si intercalas cada raci¨®n de alcohol con una de H2O tu cuerpo y tu cerebro se mantendr¨¢n hidratados, reduciendo el p¨¢lpito de sienes del d¨ªa siguiente; la alta graduaci¨®n puede esperar un poco, empezar con un whisky o un ron a las cinco y bajo la can¨ªcula te puede dejar para irte a la cama a las diez (aunque un gin tonic despu¨¦s de comer entra dentro de lo aceptable). Aprovecha para hacer una cata de la bebida del lugar (chacol¨ª, vino, cerveza, o una ginjinha si cruzas a Portugal) y mide los chupitos, por favor, sobre todo si son de J?germeister o de Thunder Bitch.

Nada de zafarranchos

No vas a un campo de batalla aunque pueda parecerlo. Algunas normas l¨®gicas (que una vez all¨ª no lo son tanto): no avasalles, no te cueles en las barras (ni en los ba?os), no empujes, si te subes a hombros de alguien y los de atr¨¢s silban, no te mosquees, es que no dejas ver. Y no uses tu mini como regadera.

Zombies, no

Los festivales suelen durar, como m¨ªnimo, un par de noches, y puedes no dormirlas si quieres, pero probablemente querr¨¢s aprovechar lo que te ha costado el abono. Est¨¢ muy bien ir de empalmada un d¨ªa, pero mejor que no sea el primero, porque arrastrar¨¢s cansancio hasta que acabe. Lo suyo es dormir, como m¨ªnimo, cinco o seis horas y aprovechar alg¨²n hueco para sestear, siempre en las mejores condiciones: bajo un aire acondicionado, una sombrilla en la playa o a la sombra de alg¨²n ¨¢rbol. Y repetimos, bebe agua, antes y despu¨¦s de dormir, no impedir¨¢ la resaca, pero ser¨¢ algo m¨¢s ligera.

El universo camping

Puede ser que alguna vez te toque ir de camping, y si eres de los que va por gusto, este p¨¢rrafo no es para ti, t¨² ya sabes c¨®mo pertrecharte. No tengas pereza en cargar con todo lo que creas que te puede hacer falta, porque te har¨¢ falta. Hay una tr¨ªada indispensable: un buen colch¨®n o saco, unos tapones y agua embotellada. Si adem¨¢s, como ocurre en el Sonorama, las noches son frescas, ll¨¦vate ropa de abrigo y una manta (s¨ª, en pleno agosto querr¨¢s taparte con un n¨®rdico hasta las cejas). M¨¢s all¨¢ de eso, depender¨¢ de las comodidades que requieras: sombrillas, toallas, un coj¨ªn o almohada, un espejo, una linterna por si el m¨®vil se pierde/muere/no tiene bater¨ªa¡­

La mochilita de rigor

El primer requisito es que vaya a aguantar. Si te haces con una que haya costado un euro, se descoser¨¢ la primera noche (experiencia dixit). Y si lo que llevas es bolso, y adem¨¢s eres un perdulario o una perdularia, que tenga cremallera o acabar¨¢s regando el suelo con el m¨®vil, el monedero o los chicles (experiencia dixit, de nuevo). Dentro, esencial: agua, plano del festival, pa?uelos o toallitas, tiritas para posibles rozaduras (si no te importa gastar un poco m¨¢s, compra compeeds), vaselina, paracetamol o ibuprofeno, chicles (si tu nivel es experto, un kit dental de viaje nunca est¨¢ de m¨¢s, tu boca y los que te rodean lo agradecer¨¢n), el m¨®vil (con funda), una bater¨ªa port¨¢til si eres de los que entran en p¨¢nico sin tel¨¦fono, las llaves de all¨¢ donde te alojes ¡ªy? guardadas en las profundidades m¨¢s rec¨®nditas¡ª, gafas de sol, y protecci¨®n solar (alta, los potingues bronceadores no valen).

Mapas que son tesoros

No es raro cruzarse a grupos caminando como pollos sin cabeza, contracorriente y mirando a ambos lados como si fuese a salir un toro embolado de cualquier rinc¨®n. Esos son los que no han mirado escenarios ni horarios, ni se han hecho un mapa. En un festival es imposible abarcarlo todo, as¨²melo y organ¨ªzate. Una buena t¨¦cnica es mirar los imprescindibles para la mayor¨ªa y tirar de escenarios a partir de ah¨ª; probablemente m¨¢s de uno coincida en preferencias y os pod¨¦is separar, no hay necesidad de mortificar a nadie frente a un concierto que no quiere ver. Estas odas a la m¨²sica son para vivirlas con amigos, s¨ª, pero no pasa nada por no ir de la mano cual preescolares a todos sitios. Adem¨¢s, suele ser un buen momento para conseguir nuevos n¨²meros para la agenda.