Los 10 mandamientos del carnaval de C¨¢diz
Recomendaciones para disfrutar al m¨¢ximo de la fiesta que comienza este jueves
Callejera, irreverente, sat¨ªrica y desenfadada. Del 8 al 18 de febrero, C¨¢diz saca la careta, muda la rutina y profesa su propia religi¨®n basada en el humor. Es la catarsis de cada carnaval, siempre acogedor. Para disfrutar basta con salir a la calle, pero la experiencia ser¨¢ doblemente grata con ciertas recomendaciones que ayudan a descodificar una fiesta con altas dosis de descaro y entrop¨ªa. Como si de una fe carnavalera se tratase, estos son algunos mandamientos para explotar al m¨¢ximo los diez d¨ªas (y m¨¢s all¨¢) de celebraci¨®n que se avecinan en la ciudad andaluza.
1. Amar¨¢s la calle por encima de todas las cosas
La calle es el territorio donde el carnaval de C¨¢diz se hace grande. La programaci¨®n de actividades se extiende por v¨ªas y plazas de toda la ciudad, pero lo mejor es apostar por el casco hist¨®rico para disfrutar de buen ambiente. El barrio del P¨®pulo, con sus callejuelas estrechas y sinuosas, hunde sus ra¨ªces en el siglo XIII y recuerda el pasado ¨¢rabe y medieval de la localidad. Hoy, es punto de encuentro de las chirigotas callejeras o ilegales y concentra interesantes opciones de ocio nocturno, como el bar Teniente Sebl¨®n o el pub Archivo de Indias.
Esencia de la vida popular de C¨¢diz, el barrio de La Vi?a es otro de los puntos de encuentro. Est¨¢ lleno de encantadores rincones, como la calle de La Palma y las plazas del T¨ªo de la Tiza y el Corral¨®n de los Carros. En esta ¨²ltima se encuentra la taberna Casa Manteca, parada obligatoria para tomar un jerez acompa?ado de unos buenos chicharrones. Adem¨¢s de estos barrios, las plazas de San Antonio, Candelaria, Palillero y San Francisco acogen actuaciones programadas en escenarios y otras tantas improvisadas a pie de acera. Conviene aprovechar la ocasi¨®n para contemplar detenidamente estos espacios abiertos, compuestos en su mayor¨ªa por casas del siglo XVIII.
2. Te disfrazar¨¢s (reciclando)
Una cortina de ducha puede ser una capa; una lata, un cencerro; una bata, la mejor t¨²nica. Si hay algo que caracteriza al genuino tipo o disfraz gaditano es su ingenio. Cualquier artefacto dom¨¦stico es aprovechable para crear el personaje que se desee en la calle. Si se prefiere un disfraz completo al uso, Disfraces Pepi Mayo (en la plaza de la Libertad, 11) es una buena opci¨®n. Y si no, siempre valdr¨¢n un gorro, una peluca y unas gafas compradas en la multitud de puestos callejeros que abundan esos d¨ªas.
3. Peregrinar¨¢s a los templos del carnaval
Para ejercer la fe del buen carnavalero gaditano es imprescindible visitar el exterior del Gran Teatro Falla. En este teatro, el m¨¢s importante de la ciudad, se celebra el Concurso Oficial de Agrupaciones del Carnaval. Durante el mes previo al inicio de la fiesta, los grupos se disputan la primera posici¨®n de cada modalidad en un divertido certamen. El mismo s¨¢bado de carnaval (10 de febrero) acoge la Gran Gala con la actuaci¨®n de los ganadores del d¨ªa anterior. El teatro, concluido en 1910, est¨¢ realizado en estilo neomud¨¦jar con una fachada de ladrillo visto y arcos de herradura.
Pero hay m¨¢s puntos de peregrinaci¨®n dignos de una visita. El Mercado Central es un elegante edificio neocl¨¢sico del siglo XIX en el que poder comprar buen pescado fresco, disfrutar de su gent¨ªo o de su rinc¨®n gastron¨®mico de tapas y vinos. En carnaval es un reputado punto de encuentro para los carruseles de coros y las agrupaciones callejeras. La trinidad la completa el Oratorio de San Felipe, y no precisamente porque en este templo de planta el¨ªptica y estilo barroco se aprobase la primera Constituci¨®n Espa?ola en 1812, sino porque en su escalinata se concentran multitud de chirigotas ilegales de referencia.
4. Honrar¨¢s las buenas agrupaciones callejeras
Si la calle es el escenario del carnaval, sus agrupaciones callejeras son su santo y se?a. En C¨¢diz, los grupos pueden cantar en la modalidad de chirigotas (las m¨¢s divertidas y gamberras), comparsas (algo m¨¢s serias y reivindicativas), coros (de unos 40 componentes), cuartetos (de tres a cinco componentes) y romanceros (en solitario y con un repertorio recitado en verso). De todas ellas, las callejeras (o ilegales, llamadas as¨ª en contraposici¨®n a las que participan en el concurso del Falla, las legales) suelen ser romanceros o chirigotas.
Es el caso de Los Guatif¨®, la Chirigota del Perchero (suelen ir con un perchero negro de pie) o la Chirigota Ukelele. Menci¨®n aparte merece la Chirigota de las Ni?as, con una reputada trayectoria en la fiesta y a las que, este a?o, corresponde el honor de pregonar el carnaval en la noche del s¨¢bado 10 de febrero, en la plaza de San Antonio.
5. Te camuflar¨¢s con el gaditano
Moverse en pleno carnaval no es f¨¢cil. En sus estrechas calles es com¨²n encontrar aglomeraciones as¨ª que lo mejor es tom¨¢rselo con paciencia. Puede ser un buen momento para elevar la vista y descubrir algunas de las casas-palacio que componen el caser¨ªo de C¨¢diz. La mayor parte de ellas tienen de tres a cuatro plantas y fueron edificadas en el siglo XVII y XVIII. Algunas presentan imponentes portadas de m¨¢rmol italiano.
Pero en medio de la bulla tambi¨¦n se puede aprovechar para sentirse un gaditano m¨¢s. Gritar ¡°?tipo, tipo!¡± mientras se anda a pasitos cortos (como suelen desfilar algunas charangas y agrupaciones) es una buena t¨¦cnica de camuflaje. Otra, en este caso de nota, es cantar el himno oficioso del C¨¢diz C.F. (y del carnaval) que populariz¨® la chirigota La familia pepperoni en 1998: ¡°Me han dicho que el amarillo est¨¢ maldito para los artistas / y ese color, sin embargo es gloria bendita para los cadistas¡±.
6. Gritar¨¢s ¡®amoscuch¨¢¡¯
Las agrupaciones ilegales no tienen d¨ªas programados de actuaci¨®n, ni horarios o lugares fijos. Es habitual que se muevan libremente por todo el centro de C¨¢diz, aunque cada una pueda tener un ¨¢rea de movimiento m¨¢s o menos estable y que comprende varias manzanas. Aunque hay algunas que anuncian su actuaci¨®n en redes sociales minutos antes de aparecer, lo mejor es pasear por las calles, prestando especial atenci¨®n a los detalles.
All¨¢ donde un portal o escalinata concentre un buen corro de personas se encontrar¨¢ una agrupaci¨®n callejera actuando o a punto de hacerlo. Aunque ya hayan empezado a cantar, es f¨¢cil coger el hilo del repertorio ya que la calle guardar¨¢ silencio absoluto ante su actuaci¨®n. Y si alguien no guarda el debido respeto solo queda gritar "?vamos a escuchar!" (que en boca de un gaditano sonar¨¢ ?amoscuch¨¢!) para hacer callar al personal.
7. Comer¨¢s y beber¨¢s gratis
Tortillada, paniz¨¢, tomatada, mig¨¢¡ La lista de eventos gastron¨®micos del carnaval es larga, variada y se extiende incluso a localidades cercanas a la capital (como San Fernando, El Puerto de Santa Mar¨ªa o Conil de la Frontera). Son citas al aire libre que, alrededor de un escenario, ofrecen al mediod¨ªa degustaciones gratis de alguna especialidad culinaria mientras se disfruta de la actuaci¨®n de agrupaciones del carnaval. Las m¨¢s precoces se celebran en enero -la eriz¨¢, la ostion¨¢ y la pesti?¨¢- en los previos del inicio del concurso en el teatro Falla.
Durante el transcurso de la fiesta los eventos gastron¨®micos se celebran, sobre todo, en la segunda mitad de los d¨ªas. Solo el ¨²ltimo domingo de carnaval (18 de febrero) se festeja la Tortillada Popular de Camarones (plaza Campo de la Aviaci¨®n), el Frito Popular Gaditano (plaza de Candelaria) y la Paniz¨¢ Popular (calle Plocia). Si no apetece o se puede esperar, siempre es buena opci¨®n recurrir a una de las barras que muchos establecimientos montan en la calle para vender sus cartas. En caso de que se prefieran opciones m¨¢s sibaritas y de interior, los restaurantes El Faro de C¨¢diz o Caf¨¦ Royalty son buenas elecciones.
8. Creer¨¢s con fervor en los carruseles de coros
Callejear es b¨¢sico en el carnaval de C¨¢diz, pero tambi¨¦n hay experiencias que, a¨²n siendo al aire libre, no requieren desplazamiento ya que los que se mueven son los que act¨²an, en un espect¨¢culo de m¨²sica y colorido que bien merece la visita. Los carruseles de coros son uno de los platos fuertes de la programaci¨®n de la fiesta. En ellos, estas agrupaciones act¨²an unas detr¨¢s de otras subidas en grandes bateas tiradas por un tractor.
Comienzan el s¨¢bado de carnaval (10 de febrero) y se extienden al d¨ªa siguiente, al lunes 12 y hasta el segundo fin de semana (del viernes 16 al domingo 18 de febrero). Suelen comenzar a las 12.00, duran hasta la sobremesa y var¨ªan sus localizaciones en funci¨®n de los d¨ªas. Los puntos m¨¢s conocidos donde se celebran son el Mercado Central, la plaza de Mina, la plaza del Ca?¨®n, la plaza del Mentidero y el barrio de La Vi?a.
9. Seguir¨¢s con la fiesta m¨¢s all¨¢ del martes de carnaval
Una de las peculiaridades m¨¢s destacadas del carnaval de C¨¢diz es que la fiesta contin¨²a mucho m¨¢s all¨¢ del martes de carnaval, previo a la cuaresma. Ese martes por la noche se suele quemar una figura del dios Momo en la plaza de San Antonio. Sin embargo, la celebraci¨®n sigue su curso hasta el domingo despu¨¦s de esa misma semana. De hecho, esos d¨ªas suelen ser los m¨¢s id¨®neos para los poco amantes de las grandes aglomeraciones.
Por si eso no fuera suficiente, C¨¢diz estira su celebraci¨®n m¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites oficialmente establecidos. En el fin de semana que sigue al t¨¦rmino de la fiesta (este a?o, el 24 y 25 de febrero) se celebra lo que se conoce como el carnaval chiquito o carnaval de los jartibles. En esos d¨ªas (ya sin programaci¨®n oficial) vuelven a salir agrupaciones ilegales que, en los alrededores del Mercado Central y del barrio de La Vi?a, apuran sus ¨²ltimas coplas del a?o.
10. Jurar¨¢s volver ante una buena puesta de sol
Llegados a este punto de los mandamientos gaditanos es probable que el carnaval te haya enamorado hasta el punto de desear volver en el futuro. No es mala opci¨®n ya que esta fiesta cambia cada a?o, mudando tipos, repertorios y s¨¢tiras de actualidad. En el caso de que se quiera convertir el deseo en promesa firme, lo mejor es formalizar el juramento ante una buena puesta de sol en la playa de La Caleta.
Flanqueada por los castillos de San Sebasti¨¢n (donde se levanta el faro de la ciudad) y de Santa Catalina, el astro muere por esta peque?a peque?a cala, ubicada en el extremo del barrio de La Vi?a. El paisaje, entre patrimonial y natural, es foco de inspiraci¨®n de multitud de autores del carnaval que, a lo largo de los a?os, le han dedicado bellas composiciones. Caso del creador de la comparsa Paco Alba, autor insigne del que justo este a?o se cumple un siglo de su nacimiento, quien escribi¨®: ¡°Y en las tardes de verano / cuando se ha ocultado su gran pandereta / ante un mar extasiado / hasta los profanos / se sienten poetas¡±.
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